Los amigos de Diábolo Ediciones siguen sorprendiéndonos dedicando imponentes volúmenes a la cultura popular. Si bien ya dedicaron hace años un excelente ensayo a la historia de los inolvidables animadores Hanna-Barbera, hay mucho, mucho más que contar. Y a eso se dedica este nuevo libro, independiente del anterior, donde descubrirás infinidad de datos y curiosidades de los personajes que marcaron la vida de cientos de millones de personas. Analizamos lo que puedes encontrar en el libro Yabba Dabba Doo! La Animación Ilimitada de Hanna-Barbera.
EL ORIGEN DE HANNA-BARBERA
Joe Barbera era hijo de inmigrantes sicilianos nacido a principios del siglo pasado. Dotado para el dibujo y aficionado a las historias, la vida real le llevó incluso a trabajar en un banco. A pesar de ello, no cejó en su empeño de trabajar en los prósperos estudios de animación de la época, buscando siempre mejores condiciones. Hasta que terminó en California, junto a un tal William Hanna. Este, huyendo de trabajos físicos, había terminado también en los estudios de animación. Una curiosa anécdota es cuando este se dirigió furioso a los estudios Disney a solicitar empleo al enterarse de que la novia de otro empleado cobraba el doble que él por el mismo trabajo. Por si alguien pensaba que el nepotismo es algo nuevo. En Disney le recomendaron que, en vez de quejarse allí e ir a pedirles trabajo, mostrara su enfado en su propia empresa. Así consiguió una subida de sueldo.
Dentro de los estudios MGM fue donde Joe y Bill fueron aprendiendo, con fracasos y aciertos, el negocio que tan bien terminarían dominando. Joe Barbera creaba e ideaba los personajes principales, y Bill Hanna desarrollaba los gags y el timing perfecto. Tras iniciarse en el mundo de la animación introducida en películas de imagen real, tuvieron el definitivo golpe de suerte: fueron despedidos debido a la crisis de la II Guerra Mundial.
HANNA-BARBERA, LOS PIONEROS DE LOS DIBUJOS ANIMADOS TELEVISIVOS
Hanna-Barbera fueron conscientes de que el futuro estaba en ese nuevo invento que estaba llegando a todas las casas: la televisión. Antes de ellos, lo más parecido a un dibujo animado en la tele era una imagen fija comentada. Difícil de imaginar para lo que estamos acostumbrados hoy día. Hanna y Barbera montaron su propio estudio en tan solo 4 semanas. El objetivo era centrarse en la televisión. En la inventiva para ahorrar costes estuvo la clave de su éxito. Los presupuestos televisivos eran ridículos para animación, pero no se rindieron. Gracias a una perfecta organización, a los fondos esquemáticos repetidos, tan divertidos, consiguieron ser rentables. Por no hablar de recursos como mover sólo los labios de un personaje mientras el resto permanece estático. Se fueron introduciendo y dominando un medio que cada vez requería más y más material.
LLEGARON LOS FAMOSOS DIBUJOS DE HANNA-BARBERA
La lista de dibujos que crearon es inabarcable, aunque no todos llegaron a España. Sus diseños atractivos y llenos de inventiva y personalidad arrasaron. Solo teníamos un canal televisivo y no podíamos elegir lo que veíamos. Todos conocíamos al Lagarto Juancho, Los Autos Locos, Hong Kong Phoey, la Tortuga D'Artagnan, la Hormiga Atómica, Maguila Gorila... Destacaba sobre todos El Oso Yogui, un fenómeno que en ventas de productos licenciados, que controlaban férreamente, ingresaba hasta 40 millones de dólares anuales. Es una gozada poder rememorar a través de las muchas imágenes del libro estos dibujos. No han dejado nada al azar, y dejará satisfecho al más exigente de los fans.
HANNA-BARBERA, UNA EMPRESA CON ÉXITOS Y FRACASOS
Poco se le reconoce a Hanna-Barbera el mérito de haber innovado y triunfado de una manera tan absoluta. Como Los Picapiedra, gracias a los cuales se dejó de considerar que los dibujos animados sólo eran para niños. Todo un filón del que se siguen beneficiando hoy dia. Anunciaron todo tipo de productos, desde medicamentos a cereales, hasta el punto que hoy día se siguen vendiendo vitaminas con sus personajes. La creación de Scooby Doo, cuyo nombre surgió de un ejecutivo tarareando el Dooby Dooby Doo de Frank Sinatra cantando Strangers in The Night, fue otro de los filones de la época. También adaptaban creaciones de otros, como Los Pitufos, o distintos superhéroes de DC o Marvel. De hecho, terminaron siendo la mayor productora del mundo. De todo ello podrás informarte en esta excelentemente documentada obra.
El libro de Adrián Encinas (Animando lo Imposible. Los Orígenes de la Animación Stop-Motion (1899-1945)) entra en detalles muy interesantes, como la venta de la empresa en 1965 por parte de los creadores por unos irrisorios doce millones de dólares. Aunque siguieron siendo parte de los estudios, parece que se arrepintieron de aquello. Posteriormente fue revendida a Turner en 1991 por 320 millones de dólares. Llegaba la tele por cable a gran escala, y Cartoon Network necesitaba material. Las continuas reposiciones dieron nueva vida a sus creaciones.
Sin embargo, dos grandes fracasos han permanecido para la marca. Por un lado, la ausencia de un éxito cinematográfico animado. Aunque hubo cierto éxito con las adaptaciones de Los Picapiedra, o las de Scooby Doo y El Oso Yogui, nunca lo consiguieron en ese ámbito. Tampoco la creación de un parque de atracciones de sus personajes. Dos años duró Hanna-Barbera Land en Ohio. Aunque sí tienen presencia como parte de otros parques de atracciones, como en Parque Warner en Madrid. Hay estupendas atracciones basadas en Los Picapiedra o Scooby Doo. Curiosamente, el libro no lo menciona, pero yo que he ido tres veces os recomiendo vivamente su visita.
EL PRESENTE DE HANNA-BARBERA
Como en tantas otras empresas, consideran que tienen que modificar lo que ya funciona. No os sorprenderá que recientes dibujos hayan optado por cambiar el sexo de muchos de sus personajes. O reinventarlos como con Velma, un desastre del que ya se han hecho eco muchas redes sociales.
Es evidente que los mejores tiempos de esta productora ya pasaron. Se trata de que sus inmortales creaciones estén disponibles para las nuevas generaciones. No son pocos los niños que han visto series ochenteras populares en España gracias a que están disponibles gracias a sus padres. Deberíamos poder hacer lo mismo con estos personajes. A ver si alguna plataforma de tantas que pierden dinero decide recuperar clásicos y dejar de adulterarlos para echarlos a perder con ideologías, tonterías y modas que nadie pidió.
El libro de Adrián Encinas sobre Hanna-Barbera me ha gustado todavía más que Hanna-Barbera: La Animación en Serie (2014). Se centra mucho en lo que puede interesar a un fan, detalles de series, muchos dibujos, y curiosidades interesantes y asequibles. Muy recomendable tanto para aficionados y profesionales de la animación como a los que desean rememorar a los personajes de su infancia.
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