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IMMORTALS, LA CRÍTICA

Parece que Hollywood ha puesto sus esperanzas en las películas basadas en los cuentos clásicos: Mirror, Mirror, del propio director de Immortals, Tarsem Singh, Blancanieves y la Leyenda del Cazador, de Rupert Sanders, las series Grimm y Once Upon a Time...Pero también resurgen los films inspirados más o menos en la antigüedad clásica y en los mitos y
leyendas griegos, como Furia de Titanes, su secuela La Ira de los Titanes o la película que nos toca tratar, Immortals

Immortals nos traslada a la antigua Grecia, cuando la península helénica era un abigarrado rompecabezas de reinos que luchaban entre sí. Pero ningún humano sabe de la guerra que hace eones se libró no en la tierra, sino en los cielos, una lucha entre los dioses y los titanes, que terminó con la derrota y el encierro a perpetuidad de estos últimos. Sobre esta base, Singh construye la historia de Teseo (Henry Cavill), un semidiós ignorante de su propia naturaleza divina y que tendrá en sus manos liderar a los helenos contra el cruel y ambicioso rey Hyperión (Mickey Rourke).

TESEO (HENRY CAVILL) DEBERÁ LIDERAR A SU PUEBLO CONTRA HYPERIÓN

Puestos en antecedentes acerca de lo que se nos quiere contar en esta película, procedamos a analizarla, si de verdad resiste un mínimo análisis. Immortals, para quien conozca la escueta filmografía del director indio, no va a suponer ninguna sorpresa. Singh, un realizador más preocupado por la estética de sus films que por la historia, nos ofrece un espectáculo visual que pretende ser novedoso e innovador pero que, en realidad, no lo es. El estilo visual de la película toma elementos de otros films y series de televisión, tales como 300, Spartacus, incluso El Señor de los Anillos, intentando distraernos con tanta grandilocuencia de la principal y peor fallo del film: que no no cuenta nada.

JENNIFER LOPEZ EN LA CELDA, OTRO FILM DE SINGH BASTANTE PSICOTRÓNICO

Tras una primera parte que me atrevería a calificar de soporífera, la trama se vuelve algo más ágil cuando Teseo, ya consciente de la responsabilidad que lleva a cuestas como líder de su pueblo contra Hyperión, emprende el camino que le ha sido predestinado por los dioses con los que comparte linaje. De todas formas, las escenas de lucha, salpimentadas con generosas raciones de desmembramientos, no logran que la película alcance el tono épico de la película de Zack Snyder, el referente más cercano estilística y narrativamente hablando. Si en 300 se nos contaba un pasaje histórico de manera más o menos fiel, en Immortals se utiliza una leyenda mitológica que apenas llega a la categoría de anécdota, rellenándola con excesos visuales mil veces ya vistos en otras producciones.

Voy más allá. Podríamos dejar pasar el hecho que la película de Singh cuenta muy poco si las escenas de acción fueran, de verdad, épicas, pero no veo al director indio muy capacitado para encargarse de productos de este tipo. El ejemplo más claro de lo que digo es la escena de la lucha final entre Hyperión y Teseo, desprovista de todo sentido épico, más propio de pelea de bar entre dos bravucones que de un semidiós y un rey mítico. Las escenas de acción son pocas y no demasiado espectaculares, abusando del CGI al mostrarnos las huestes de Hyperión, pues muchas veces parece que estamos viendo hormigas escabulliéndose en vez de soldados en una batalla.

HYPERIÓN (MICKEY ROURKE) CON UNO DE SUS CASCOS IMPOSIBLES

El presupuesto estimado del film han sido unos 75 millones de dólares. Pues bien, la mayoría de ese dinero debe haberse empleado en pantalla verde y algunos decorados de cartón piedra pues, aparte de eso, la película no los luce. Lo que podemos ver actualmente en cualquier serie de mediana factura lo vemos aquí, unos paisajes recreados por CGI correctitos y escenas de acción estilo Mátrix. Ni siquiera se han tomado la molestia de recrear alguna que otra criatura mitológica, ni el Olimpo de los dioses, basándose más que nada en un vestuario que raya lo kitsch, lo hortera, para entendernos, por muy diseñado que esté por Eiko Ishioka, la responsable del vestuario de películas como Drácula de Coppola o La Celda, también de Tarsem Singh.

EL ASPECTO ELEGIDO POR SINGH PARA SUS DIOSES ES TOTALMENTE KITSCH

Singh proviene del mundo del videoclip y la publicidad, y eso se nota. No es solo el vestuario lo único que chirría del diseño de producción de Immortals, con esos dioses lánguidos que parecen haber salido de un desfile del día del orgullo gay (con todo mi respeto hacia los homosexuales), sino que son también los planos casi pictóricos, la teatralidad del conjunto, lo que hace que la película tenga cierto tufo a pretenciosidad que llega a marear. En algunos momentos, la película me recordó alguna de Fellini, como el Satiricón o, incluso, la denostada por muchos Calígula, de Tinto Brass, salvando las distancias, claro. Toda una pena que Danilo Donati, el gran diseñador de vestuario italiano, conocido por sus extravagantes diseños, muriera en 2001; sin duda Singh lo hubiera escogido para su película Immortals.

ESCENA DEL SATYRICON DE FELLINI, CON VESTUARIO DE DANILO DONATI.
LAS COMPARACIONES SON ODIOSAS

Siendo una película que pone el acento en la estética antes que en la historia, ya ni siquiera en la acción, la interpretación de los actores no tiene mucha importancia...para el director, porque para mi si la tiene. En esta película vemos un avance de lo que podemos esperar de las dotes interpretativas de Henry Cavill, el futuro Supermán, que parece haberse servido de Immortals como entrenamiento o plataforma para su siguiente film sobre el Hombre de Acero. Su compañera en pantalla, Freida Pinto, que hace de virginal oráculo hasta que decide prescindir de su don entregándose a Teseo, es, de nuevo, un bello pero inexpresivo florero, tal y como sucedió con su actuación en El Origen del Planeta de los Simios. Una cara bonita pero absolutamente carente de expresividad y emoción.

FREIDA PINTO ES LA VIDENTE PHAEDRA, POCO MÁS QUE UNA CARA BONITA

El resto del elenco de actores se limita a posar como estatuas griegas, en el caso de los dioses, o a servir de carne de cañón tanto de Teseo como de Hyperión. A destacar el siempre eficaz John Hurt (Alien), haciendo el papel de anciano tutor del joven Teseo, y Mickey Rourke que, una vez más, se interpreta a sí mismo. Poco más podemos rescatar del casting de Immortals, quizás el resurgir del actor Stephen Dorff (Blade), por el que no parecen pasar los años, pero que tampoco sobresale especialmente por su interpretación.

En definitiva, Immortals no pasa de ser una película de temática mitológica mediocre, a la que le falta épica y sentido de la aventura, con interpretaciones planas, salvando quizás a Henry Cavill de la quema. Tarsem Singh ha pretendido colarnos un supuesto artificio visual novedoso cuando en realidad lo que vemos en la pantalla es algo ya inventado (¿Sucker Punch?). Me expongo con esta crítica a que algún listillo me recrimine que si es igual que 300, por qué Immortals es mediocre y el film de Snyder no. Pues me adelanto a posible comentarios  de ese tipo afirmando que lo que le sobra a 300 le falta a Immortals, es decir, épica, aventura, entretenimiento, hallazgos visuales, una buena historia detrás, mejores actuaciones...

SINGH, POR MI TE PUEDES AHORRAR LA PRÓXIMA GUERRA DE LOS DIOSES

Si sois aficionados a la mitología o valoráis la estética de un film por encima de la historia que se nos cuenta, disfrutareis con Immortals. Pero, en cambio, si lo que buscáis es una película de aventuras entretenida, con grandes coreografías de lucha y un guión sólido detrás, no perdáis el tiempo ni el dinero con esta película.

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