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MAD MEN: QUINTA TEMPORADA. EPISODIO 5X01 y 5X02 "A LITTLE KISS". LA CRITICA

Ha vuelto Mad Men. Episodio doble, como compensación por el retraso. La audiencia acumulada del domingo llegó a los 4,4 millones de espectadores (y media hora de anuncios), todo un record. Una buena campaña de promoción y la suma de seguidores ha hecho el resto. Si alguien pretende empezar a verla, que se olvide de hacerlo en este episodio. Os aburriréis y
no entenderéis nada. Digo esto porque en Mad Men no se paran a explicarte quién es quién, y es necesario saber la biografía de cada uno para entender lo que nos están contando. Así que haré la crítica algo distinta porque ya es la quinta temporada y no procede describir personajes y actores.

El episodio comienza con Don (Jon Hamm) y Megan (Jessica Paré) como marido y mujer, con los tres hijos de Don demostrando que el divorcio no ha de implicar la desaparición del padre o los niños de la escena. Os dejo con lo más destacable del episodio para mi.

Matrimonio motivado por la atracción física y la emoción del momento suele llevar al desastre: Por un lado, tenemos a Megan, recién casada con un hombre que no conoce (¿No os pareció absurdo una fiesta sorpresa de cumpleaños a Don? Eso le pasa a esta chica por no ver la serie). Encima, lo llama viejo en una pelea (cumple 40) y al final se arreglan teniendo relaciones. Hace aguas por todas partes. No me gusta nada Megan, es anodina y me sobra. Esperaba que no se hubiera casado con ella, a ver si desaparece. Poco tiene que hacer si su comparación más inmediata es Betty Draper, el personaje femenino mejor construido que he visto en la televisión. Otro que cometió la misma estupidez de casarse con una jovencita a lo loco, Roger (Jon Slattery) ahora se rie de la incultura de su joven, bella y aburrida esposa, que no sabía quien era Mussolini.

"POR QUÉ NO CANTAS COMO ELLA Y POR QUÉ NO ERES COMO ÉL". DESASTRE A LA VISTA
Tener un niño puede ser agotador, hace que muchas mujeres renuncien a ellas mismas y puede perjudicar la relación pareja: Peter (Vincent Kartheisser) quejándose de que "había un tiempo en que mi mujer jamás habría salido en bata a la calle", en referencia a los cambios que ha traído su hija. La conversación en el tren sobre querer estar fuera de casa. Joan (Christina Hendricks) agotada y quejándose de su estado de ánimo y la soledad con la que cría a su bebé (¿volveremos a ver a su marido?).  El cambio de mujer trabajadora segura de lo que hace a madre inexperta de momento no ha sido a mejor.


Nadie es imprescindible en un trabajo. Todo sigue aunque tu te vayas: Joan, temiendo haber sido olvidada en su trabajo que tanto la define, "nadie ha venido a visitarme", lleva al niño a la oficina como excusa para hacer acto de presencia (genial cuando se mete en el despacho de Lane (Jared Harris) y se olvida completamente de por donde anda su bebé, el cual anda de mano en mano entre los trabajadores a la buena de Dios).

- ¿A QUIEN SE PARECE, ROGER?
- TE DIGO A QUIEN NO ME PAREZCO YO: AL QUE LO VA A MANTENER.
Es muy normal en esa época que un padre accidental se desentienda de su hijo: Roger sabe que el hijo de Joan es suyo. No sólo no ha ido a verla, sino que cuando lo conoce de casualidad en la oficina apenas le pone interés. También es verdad que estamos hablando de alguien especialmente inmaduro y egoista. Lo mismo podemos decir de Peter y su hijo con Peggy (Elisabeth Moss). Ni curiosidad en saber qué ha sido de él. Que mal les viene a estos espabilados, de los que todavía quedan, las pruebas de ADN.

Muchos ejecutivos son idiotas. No reconocen una buena idea aunque se la pongan delante de sus narices: Peggy y su innovadora idea para la publicidad de las judias Heinz se da de bruces con la cortez de miras del ejecutivo que pregunta "¿Donde están las cucharas?". Si sigues esta serie, no vuelves a ver los anuncios de la misma manera. Te preguntas: ¿Cómo tuvieron valor de presentar este anuncio a los responsables de la empresa que se anuncia, y cómo narices pagaron por semejante campaña? Y lo más importante... ¿Qué culpa tengo yo, que  los tengo que sufrir?

- LE DIJE EL SLOGAN PARA LAS ZAPATILLAS, "JUST DO IT".
PUES ME DIJO QUE QUÉ ERA LO QUE TENÍA QUE HACER.
Las fiestas en el trabajo, fuera del horario laboral, suelen ser un horror y un compromiso odioso: Una cosa son los amigos y otra los compañeros de trabajo. A veces, pueden coincidir ambas cosas, pero no para Don. Entre otras cosas porque no tiene amigos. Te ves obligado a asistir, a cuidar lo que dices por las meteduras de pata con la alegría del alcohol (que se lo digan a Peggy)... y a no hacer el tonto porque las habladurías en un trabajo no se saben hasta donde pueden llegar, ni cuanto pueden durar (momento actuación musical de Megan Zou Bisou Bisou... ¿qué esperaba, que se olvidara el lunes?)

UNA COSA ES SER JOVEN, Y OTRA HABER NACIDO AYER
Un jefe no permite que otro destaque sobre él y nunca cederá un privilegio. Como mucho, se lo quitará a otro. Roger no piensa renunciar a su despacho por mucho que Peter multiplique la empresa. Al final es Harry (Rich Sommer) el que ha de cambiar de oficina. Y que dé gracias que se ha llevado propina. Roger se presenta en la reunión que se trabajó Peter. Espionaje de oficina. El enemigo en casa: "se supone que me tengo que preocupar de la competencia de otras agencias". ¿Todavía Peter no se ha enterado de cómo son las cosas? Pues ya le va tocando.

Los que parecen más reprimidos, suelen ser los más salidos: El aburrimiento vital no tiene nada que ver con la posición laboral o económica. La fantasía que se monta Lane con la billetera perdida es para no salir de su casa nunca más. Y mira que el palo (los palos) que se llevó con aquella novia del Playboy era difícil de superar. Y el personaje que recoge la billetera es para aterrizar a lo bestia. Buen momento.

- OHHH... ¿HABÉIS VISTO UN JARRÓN MAS SEXY EN VUESTRA VIDA?
No me ha gustado que no aparezca Betty (January Jones). Megan no me vale, lo siento. No me interesa su personalidad. Los distintos acontecimientos sociales de la época , pues ya estamos en 1966, se reflejan en las protestas de los negros. Cuando se oferta un trabajo de secretaria en la agencia, sólo hay candidatos de ese color. Ya no se resignan a los puestos de servidumbre. La moda ya no es tan elegante y bonita, se impone el patronaje industrial y los primeros esbozos del estilo que inundó los 70´s. Signo de los tiempos, pero estéticamente es peor. Tampoco está muy claro cómo han sobrevivido a la marcha de Lucky Strike, lo que parecía la ruina de la empresa. Se ve que tienen trabajo, pero nada más. Vuelves a tener la sensación viendo la serie de que estás trabajando con ellos, de que tienes que picar entrada y salida, y de tener cuidado con los jefes. La serie sigue su estupendo y arriesgado camino. Todo lo ha conseguido poco a poco, apostando por una forma de contar las cosas que, para muchos, es como no contar nada. Cuando lo ves, te parece un poco lento, pero luego ya vas asimilando lo que has visto y lo que te han querido contar. Y te quedas como siempre aunque el episodio sea doble, con ganas de más. Por cierto, tenéis el piloto en la web de AMC. Os dejo con el video de la actuación de Megan.


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