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La Puerta Velada: 7 Visiones del Horror Antes de Lovecraft. Reseña

La Puerta Velada: 7 Visiones del Horror Antes de Lovecraft

Hay quien piensa que el horror cósmico es un invento de Howard Phillips Lovecraft (1890-1937). Esto no es así. Este subgénero literario, también denominado cosmicismo, describe la futilidad de la existencia humana frente a un universo vasto, incomprensible y repleto de seres y entidades que nos son completamente ajenas. Antes del maestro de Providence existió una pléyade de escritores que, en cierto modo, anticiparon este subgénero del horror literario. Algunos de ellos, incluso, fueron fuente de inspiración del propio Lovecraft.

La Puerta Velada: 7 Visiones del Horror Antes de Lovecraft, publicado por Críptica Editorial, es una antología con relatos de autores anteriores y coetáneos del escritor de Providence. Théophile Gautier, Arthur Machen, Robert W. Chambers, Algernon Blackwood, entre otros, nos ofrecen en este libro una mirada a realidades ocultas y paralelas que coexisten con la nuestra. Dimensiones fantásticas a un parpadeo de distancia, entrevistas fugazmente por el rabillo del ojo. Como afirma Jorge Plana, el editor, en el prólogo: "... cuando se rompe el velo y a nuestra realidad traspasan esas presencias que viven en paralelo."

Los escritores favoritos de Lovecraft

Los siete autores que aparecen en La Puerta Velada: 7 Visiones del Horror Antes de Lovecraft tienen una cosa en común: todos fueron elogiados por el escritor norteamericano. Desde el francés Gautier y su inquietante cuento Clarimonde hasta Edward Frederic Benson y su Negotium Perambulans, todos eran bien conocidos por Lovecraft.

El volumen se abre con el cuento de Théophile Gautier Clarimonde, un relato inspirado en la obra del alemán E.T.A. Hoffmann en el que los sueños del protagonista se confunden con la vigilia... ¿o es al revés? Claramente, cuentos como este ejercieron una gran influencia en el ciclo onírico de Lovecraft. La Muerta Enamorada, como también es conocido Clarimonde, también toca el vampirismo, un tema que H. P. Lovecraft trataría a su modo en relatos como El Caso de Charles Dexter Ward.

La Puerta Equivocada, de W. C. Morrow, es otro desasosegante relato en el que el protagonista parece acceder a una realidad oculta tras el simple gesto de cruzar un umbral. Si deseas conocer la obra de William Chambers Morrow (1854-1923), Críptica Editorial ha publicado recientemente su obra breve en dos volúmenes. Hasta ahora, solo un puñado de sus relatos habían sido traducidos en algunas antologías de horror. Te recuerdo que todos los libros que menciono en este post puedes adquirirlos en la librería La Boutique de Zothique.

Si hay un autor al que Lovecraft idolatraba, ese era Arthur Machen (1863-1947), maestro del folk horror. A este escritor galés pertenece La Pirámide Resplandeciente, un relato fantástico que toca de lleno el mito de la "gente pequeña". Como es habitual en muchas obras de Machen, lo fantástico y numinoso está delante nuestra, pero apenas se perciben a menos que nos fijemos en los detalles más nimios. La Pirámide Resplandeciente pertenece al denominado ciclo del escritor Dyson, una especie de detective de lo oculto que aparece en numerosos relatos fantásticos del autor galés.

Robert W. Chambers, Algernon Blackwood y Abraham Merritt

El autor neoyorquino Robert W. Chambers (1865-1933) aportó al horror cósmico lovecraftiano El Rey de Amarillo, una colección de relatos interconectados entre sí por un libro ficticio del mismo título. En el volumen de Críptica se incluye La Dama D'Ys, un relato de clara inspiración onírica en el que, de nuevo, la realidad se confunde con los sueños. Curiosamente, el relato de Chambers está relacionado con la mítica ciudad de Ys, una leyenda bretona que sirve también de eje argumental al libro ¡Arrástrate, Sombra!, de Abraham Merritt, publicado por Costas de Carcosa.

Smith, un Episodio en una Casa de Huéspedes es uno de los relatos más extraños del volumen. Escrito por el británico Algernon Blackwood en 1906, este cuento fantástico gira en torno a la invocación de entes elementales, un concepto muy ligado a la obra de Lovecraft. Por ejemplo, Cthulhu es asociado en los Mitos con el agua, Hastur con el espacio o el aire, y Cthugha con el fuego. Entre los cuentos de Blackwood más alabados por Lovecraft se encuentran Los Sauces, El Wendigo, así como los relatos del investigador de lo oculto John Silence.

Ya hemos mencionado a Abraham Merritt y su conexión con el relato de Chambers. Obviamente, una muestra de su obra debía aparecer en esta antología, ya que Lovecraft lo admiraba e incluso lo conoció personalmente. Los Habitantes del Abismo (1918) es un relato incluido en numerosas antologías de horror weird y relatos pulp. Está ambientada en el Yukon, donde una expedición encuentra a un moribundo que les relata una fantástica historia acerca de un aterrador mundo subterráneo. Algunos estudiosos de la obra de Lovecraft citan este relato como posible inspiración de En Las Montañas de la Locura debido a las descripciones de ciudades con arquitecturas ajenas a lo humano.

Publicado en 1922, Negotium Perambulans, de E. F. Benson, es uno de los relatos más insólitos del libro. Su título está tomado de una frase en latín del Salmo 91, que alude a la "pestilencia que camina en la oscuridad", algo íntimamente relacionado con lo que sucede en la historia. Sin desvelar nada, es un cuento conectado con obras de Lovecraft como La Sombra Sobre Innsmouth.

En definitiva, La Puerta Velada: 7 Visiones del Horror Antes de Lovecraft es una excelente opción para aquellos lectores que deseen ahondar en las raíces del horror cósmico. También sirve como puerta de entrada a partes de la obra de Lovecraft más asentadas en las ensoñaciones. Muestra del ciclo onírico del escritor de Providence es La Llave de Plata, relato incluido en el libro a modo de bonus

Algunas de las historias de este volumen nunca han sido traducidas previamente al castellano. Otras se encuentran dispersas en diversas antologías, muchas de ellas descatalogadas e inencontrables. A ello hay que sumar el interés de dichos relatos, su calidad artística y, sobre todo, su capacidad para evocar realidades alternas, mundos oníricos y entes más allá de nuestra comprensión. Un aperitivo para los sibaritas de la literatura weird.

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