Dentro de su colección Púrpura, editorial Costas de Carcosa acaba de publicar ¡Arrástrate, Sombra! (Creep, Shadow!), de Abraham Merritt, un clásico de la literatura pulp. Fue publicado originalmente en las ediciones de septiembre y octubre de 1934 de Argosy, revista donde ya se había dado a conocer los personajes de Edgar Rice Burroughs. Se trata, en realidad, de la secuela de ¡Arde, Bruja, Arde! (Burn, Witch, Burn!), de 1932, también publicada por Costas de Carcosa, ambas novelas disponibles en la librería La Boutique de Zothique. El libro lleva el subtítulo "Otro insólito caso del Dr. Lowell", uno de los protagonistas de la anterior novela, si bien en la presente juega un papel más secundario.
La historia de ¡Arrástrate, Sombra!
La trama gira en torno a Alan Caranac, un aventurero y explorador quien, tras volver de un viaje a África, se encuentra con el inexplicable suicidio de uno de sus mejores amigos, el acaudalado Richard Ralston. Cuatro han sido los millonarios en abandonar este mundo por su propia mano, lo que levanta las sospechas de Caranac y su buen amigo, el Dr. Bill Bennett. Las últimas conversaciones con Ralston hacen pensar a Bennett que su común amigo podría haber muerto por el influjo sobrenatural de una sombra, una entidad incorpórea femenina asociada tradicionalmente con los súcubos.
La acción de ¡Arrástrate, Sombra! se desencadena con el encuentro entre Caranac, Lowell, Bennett, la hija de este, Helen, y el Dr. De Keradel y su hermosa hija, la Demoiselle Dahut. Esta seductora mujer enseguida conecta con el protagonista, quien cae irresistiblemente subyugado por ella. Dahut, que dice ser la reencarnación de una antigua bruja de la mitología bretona, intenta convencer a Caranac de que ambos fueron amantes en una vida anterior.
Abraham Merritt, personaje de novela
El protagonista de ¡Arrástrate, Sombra!, el Dr. Alan Caranac, se define a sí mismo como un etnólogo especialista en mitos, ritos y supersticiones. Desde el principio de la novela, el autor pone en boca de su personaje numerosas alusiones a leyendas, héroes, brujas y seres sobrenaturales, sobre todo de la región francesa de Bretaña. De hecho, el propio apellido Caranac deriva de Carnac, lugar enclavado en la Bretaña célebre por sus alineamientos de menhires. Lo propio ocurre con el psiquiatra e hipnotista Rene de Keradel, ya que Keraël es también una pequeña localidad de Bretaña.
Abraham Grace Merritt (1884-1943) no solo fue uno de los escritores pulp de más éxito en su época, sino también editor y periodista. De hecho, Merritt fue uno de los reporteros estadounidenses mejor pagados, pues en sus últimos años llegó a ganar 100.000 dólares anuales. Esto le permitió viajar mucho, invertir en propiedades en diversos lugares del mundo, criar plantas exóticas y acumular una enorme colección de artefactos de diversas culturas primitivas. A ello hay que añadir su pasión por lo oculto, llegando a reunir más de 5000 volúmenes de literatura relacionada con el tema.
Merritt se retrataba a sí mismo cuando describía a los protagonistas de sus novelas: Caranac, Lowell, no son más que sus reflejos. Por tanto, cuando leemos cualquiera de sus novelas y relatos, como ocurre con ¡Arrástrate, Sombra!, enseguida se hace evidente que el autor era todo un estudioso de lo sobrenatural y lo oculto. Por supuesto, la mayor parte del contenido de sus historias es fantasía, pero fundamentadas en un conocimiento extenso de la mitología y los ritos y tradiciones ancestrales.
Lo sobrenatural en la obra de Merritt
Las teorías de Keradel sobre las vidas pasadas, la transmigración de las almas, o la reencarnación juegan un papel importante en la novela. De hecho, su hija pronto revela a Caranac que ambos eran amantes en otra vida, y que la cosa terminaba mal. Con un estilo ágil, animado con frecuentes y bien hilvanadas conversaciones, Merritt conduce la acción hasta un clímax que, aunque esperable, sigue sorprendiendo. Las ricas descripciones, la abundante adjetivación, las menciones a la mitología y lo sobrenatural hacen de esta novela una joya del fantástico. Lovecraft, a quien conoció personalmente, le tenía en muy alta estima y fue un gran fan de su obra.
Me alegró enormemente conocer a Merritt en persona, pues he admirado su obra durante 15 años... tiene un poder peculiar para crear una atmósfera y dotar a una región de un aura de terror infernal.
Carta de H. P. Lovecraft a Robert Barlow (13 de enero de 1934)
Abraham Merritt también era muy dado a darle a sus personajes un interés amoroso, a veces con un cariz malévolo, como ocurre con la hija de Keradel en esta novela. Como contraposición a la maldad de Dahut está Helen, la virtuosa hija del cirujano Dr. Bennett, mujer que también bebe los vientos por Caranac. Los pasajes en los que se describen los encuentros de los amantes siempre están teñidos de erotismo suave, sin excesos ni procacidades, muy del gusto de los lectores de la época.
¡Arrástrate, Sombra!, una novela con muchas lecturas
Conforme se desarrolla la trama, los hechos de la novela se precipitan, entremezclándose lo real con lo imaginario, y el presente con las supuestas vidas pasadas de los protagonistas. Las calles de Nueva York se alternan con la mítica ciudad de Ys, mientras que la Reina de las Sombras hechiza definitivamente a Carnac/Caranac. Para ser honestos, los abundantes diálogos pueden llegar a agobiar en ciertos momentos, y pueden hacer perder el hilo de la trama para volverlo a encontrar en el párrafo siguiente.
Merritt no es Lovecraft, y lo que este conseguía en sus relatos con la adjetivación y la creación a fuego lento de una atmósfera opresiva, el primero lo logra con diálogos rápidos y acción sin tregua. Por otro lado, el autor norteamericano consigue la tensión y el horror mediante los sentidos: una ligera brisa, una sombra vista por el rabillo del ojo, la caricia de una mano incorpórea, una fragancia que evoca reinos ignotos...
La nueva edición de ¡Arrástrate, Sombra! de Costas de Carcosa puede ser leída independientemente de su primera parte, ¡Arde, Bruja, Arde! En su día, este último libro fue muy popular, incluso llevado al cine como The Devil-Doll (Todd Browning, 1936), con Lionel Barrymore y Maureen O'Sullivan como protagonistas. En ¡Arrástrate, Sombra! hay referencias a la anterior novela y aparecen algunos de sus protagonistas, pero la historia se entiende perfectamente. Si hubiera que ponerle una pega, el final puede resultar algo anticlimático, aunque eso es cuestión de gustos...
En definitiva, ¡Arrástrate, Sombra!, la última novela escrita por Abraham Merritt, se acerca más a lo fantástico que al terror puro. Su cuidada prosa, sus ágiles diálogos y el conocimiento profundo de su autor de lo oculto y sobrenatural (parece que Merritt fue miembro de la Sociedad Forteana) hacen de esta novela una lectura obligada para los amantes de la literatura fantástica. Habrá, pues, que recuperar sus anteriores obras. Entre ellas destacan El Estanque de la Luna (1919), El Monstruo de Metal (1920) o La Cara en el Abismo (1931), libros escritos hace más de cien años que no han perdido ni un ápice de interés. La edición de Costas de Carcosa incluye las ilustraciones originales que realizaron Virgil Finlay y Lawrence Sterne Stevens para las revistas A. Merritt Fantasy Magazine y Famous Fantastic Mysteries, respectivamente.
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