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CISNE NEGRO: EL DESTRIPE (AVISO: SPOILERS)

Aprovechando la edición en blu-ray de la la película de Darren Aronofsky, Cisne Negro, mi colaborador Hotpatootie Blessmysoul ha decidido hacer no una crítica del film, no, sino directamente destrozar la película a quien todavía no la haya visto. Quedáis advertidos amigos. A pesar que la reseña es un spoiler en sí misma, destila una mala baba refrescante en estos tiempos de corrección política que
nos asolan. Bueno, os dejo con sus impresiones sobre Black Swan.

Las primeras imágenes de la película nos muestran a Nina, una chica aplicada y voluntariosa que trabaja en una compañía de ballet y anhela tener un papel protagonista. Su oportunidad parece llegar cuando se anuncian unas pruebas para sustituir a la bailarina principal y vemos cómo lo comenta con su abnegada madre.

Durante la audición, el director del ballet nos cuenta la historia de “El lago de los cisnes”, obra que pretende representar. El director, que será un genio pero que original no lo es tanto, nos dice que va de una princesa que se convierte en un cisne por un encantamiento y necesita encontrar el amor verdadero para romperlo. Se las prometía muy felices al conocer al príncipe pero, como todos los hombres son iguales, éste es seducido por el lascivo cisne negro y, la princesa, al perder toda esperanza de recuperar su humanidad, no tiene más remedio que suicidarse. Los curtidos espectadores ya nos hemos dado cuenta que la historia de Nina fuera de la obra va a tener paralelismos en cierto sentido con la trama de lo que se pretende representar en el escenario.


El director de la compañía duda si darle el papel a Nina, puesto que aunque hace muy bien la parte de cisne blanco, parece que no la ve suficientemente pasional para representar el cisne negro, pero como está un poco salido y quiere tema con Nina, al final su bragueta la nombra reina cisne. La tercera en discordia es Lilly, una compañera de ballet de Nina, que no es tan perfecta técnicamente como ella, pero que tiene un carácter ideal para hacer el cisne negro porque es ligerita de cascos y aficionada a los hombres y las drogas.

La presión a la que se ve sometida Nina por querer representar perfectamente el cisne negro hace que las cosas se empiecen a desmadrar. Para empezar, le aparecen unos arañazos en la espalda y unas heridas en los dedos que atribuye a lesiones involuntarias provocadas por los nervios. Después, Lilly es nombrada su suplente y aunque va de amiga, la putea tanto que uno empieza a preguntarse por sus verdaderas intenciones. Finalmente, la madre de Nina se vuelve psicóticamente protectora con un comportamiento similar a la de la madre de “Carrie” y nos ponemos a esperar que madre e hija se pongan a rezar a santos y a acuchillarse entre sí.

ESTO ES LO QUE HACE SUBIR LA TAQUILLA
En fin, que Nina y Lilly se van de marcha y después de tomar mucho alcohol y algo de drogas terminan en la cama regalándonos una escena lésbica absolutamente gratuita, aunque no por ello menos disfrutable. Al día siguiente, descubrimos que el encuentro sexual no ha sido real y que todo ha sucedido en la cabeza de Nina, con lo que credibilidad de la historia se va al garete a partir de este momento y Darren Aronofsky nos puede contar ya lo que sea que tenemos la coartada de que la historia está contada desde un punto de vista subjetivo.

Cuando estamos a pocas horas del estreno de la obra, lo que parecía una versión descafeinada de “Showgirls” es ya una película de terror barata, con alucinaciones, acuchillamientos en la cara y sustos con la música muy alta que nos indica de forma nada sutil que Nina está muy pero que muy loca. Ya en la representación, en un cambio de escena, a Nina se le va la perola (más aún) y acuchilla a Lilly. Este hecho es el detonante para la transformación completa, psíquica y física, de Nina en cisne negro. Sale al escenario y deja a todos con la boca abierta.

SU MEJOR Y ÚLTIMA ACTUACIÓN
Nina se cambia en el camerino para la escena final, pero el cadáver de Lilly ha desaparecido. Entonces, Nina se da cuenta que la pelea a transcurrido únicamente dentro de su cabeza y que en realidad se ha acuchillado a sí misma. En el escenario, el suicidio del cisne se convierte en real y Nina se desangra mientras todos aplauden su representación perfecta. Que digo yo que lo dura que tiene que ser la tía para hacer un baile tan técnico con tantos giros y saltos estando acuchillada, pero como todo es tan metafórico y tan paralelo y tan elevado culturalmente pues nos quedamos todos tan emocionados y felices y le damos el Óscar a Natalie Portman. Fin.

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