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Reseña: Batgirl Año Uno, de Beatty, Dixon y Martín

No compré este cómic muy convencido, ya que Batgirl siempre me ha parecido el personaje menos creíble de la “bat-familia“, una sobrina/hija adoptiva del teniente James Gordon muy traída por los pelos. El personaje se incluyó en la mitología de Batman para alejar los rumores de homosexualidad de Batman y Robin allá por el año 1961. Para mi sorpresa este personaje inventado ad hoc ha sobrevivido a lo largo de los años, seguramente gracias al magistral giro que le dio Alan Moore en su obra La Broma Asesina, dejándola impedida en silla de ruedas. Desde entonces, Barbara Gordon, Oráculo, ha limitado su misión a servir de soporte informático y logístico casi imprescindible para los héroes de Gotham, principalmente a la “bat-familia” y a las “Aves de Presa”. Esto la hizo subir enteros en cuanto a personaje interesante de los cómics de Batman, pero aún así seguía sin convencerme del todo. De todas formas, decidí dar una oportunidad a este tomo sin esperar mucho de él.

Batgirl Año Uno, de Beatty, Dixon y Martín

Para empezar, el dibujo del español Marcos Martín (JSA #6, Robin #81, Birds of Prey #37, entre otros) es una preciosidad: limpio, claro, que si bien no lo usaría para una serie regular de Batman, queda ideal en este caso para contarnos por qué Batgirl es Batgirl. Su estilo cercano al cartoon y unos rostros que en ocasiones recuerdan poderosamente al estilo de Kirby convierten a Batgirl: Año Uno en un cómic muy agradable de leer.

Reconozco que escoger el enfoque de la historia no ha debido ser fácil: la tragedia de su vida, la muerte de sus padres en accidente, no es motivación alguna para meterse a luchar contra criminales, ni apenas parece afectar a su existencia. Tal es la poca repercusión que tiene su condición de hija adoptiva que podríamos creer que James Gordon es su verdadero padre pues los guionistas Scott Beatty (Robin: Año Uno, Green Lantern: Círculo de Fuego) y Chuck Dixon (Punisher, Batman: Bane of the Demon) apenas hacen alusión a ello. Su deseo de ser una heroína es más por cabezonería, sentido de la justicia, ganas de emociones fuertes y su profunda admiración por el misterioso Batman.

Batgirl Año Uno

Asistimos a su preparación física y mental, sus primeros escarceos con los criminales, bastante temerarios por cierto para ser una novata, sus inocentes intentos de formar parte del mundo superheróico, destacando su primer encuentro con Canario Negro, constituyéndose el germen de las futuras Aves de Presa.

Tras ser observada muy de cerca por Batman y más de cerca todavía por Robin, termina ganándose su confianza y cayendo bajo la capa protectora del murciélago, formando parte del exclusivo club y con el tácito conocimiento de papá James Gordon.

Los guionistas ya tienen en cuenta el futuro romance entre Robin y Bárbara, describiendo bastante acertadamente la personalidad de ésta. Beatty y Dixon salen airosos de la tarea de introducir un personaje harto difícil para los que nos tomamos los cómics en serio, siendo un cómic destacable que si bien no es Batman Año Uno (no os confundáis por el título) se lee estupendamente y da verosimilitud a un personaje que para mí carecía de ella.

Reseña elaborada por Silver Draper.

BATGIRL: AÑO UNO
NORMA EDITORIAL
Correspondencia Original: Batgirl: Year One
Guión: Scott Beatty, Chuck Dixon
Dibujo: Marcos Martin
214 páginas, tapa dura a color
PVP: 21€

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