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EL 3D: EL COMIENZO DEL FIN

Viendo un canal musical británico he visto un spot de Green Lantern donde al final se destacaba “also in 2D” y pensé “¡por fin se han dado cuenta, la gente está volviendo al 2D!”. Hemos llegado a un punto, 18 meses después del exitazo de Avatar, en el que el formato 3D muestra síntomas graves de agotamiento.

Este invento del 3D no es nuevo. De hecho, ya nos han
intentado vender la moto varias veces desde que el cine es cine: se desataba la locura por la novedad para desaparecer por completo durante años, y así varias veces desde 1903 hasta la actualidad:

  • 1926-1936: sólo se filmaron dos películas con el sistema de gafas rojo/azul.
  • Década de los 50´s: el boom del 3D con cientos de films que simulaban las tres dimensiones. El auge dura lo que dura la década, decayendo en los años 60´s.
  • Inicios de los 70´s: el formato resurge con fuerza, extendiendo su hegemonía hasta 1986.
  • Década de los 90´s: el 3D vuelve tímidamente a las pantallas con la irrupción del formato IMAX y el Digital pero con pocos títulos todavía.
  • A partir de 2007: auge del 3D tal y como lo conocemos y que dura hasta hoy. Pero mucho me temo que la curva alcista del formato ha llegado a su punto de inflexión.
El desmesurado éxito del 3D en los últimos tiempos se debe en gran parte a James Cameron, con su infinito ego hambriento tras el subidón de Titanic y chamuscado por el fiasco que supuso aquella cosa extraña sobre la tumba de Jesucristo (¿qué hacía este hombre buscando tumbas en vez de hacer películas?). En fin, que con ansias de volver a ser el rey del mundo, reaparece con Avatar y su nuevo y revolucionario 3D y lo consigue.


CREATURE FROM THE BLACK LAGOON (1954)

El mundo del cine parecía haber encontrado la nueva panacea frente a las descargas ilegales y el cine en casa. La revolución del nuevo formato que atraía a las masas y que no podía (teóricamente) ser pirateado en Internet trajo aparejado un espectacular incremento del precio de las entradas, un carísimo proyector (sobre 150.000 euros) sólo valido para dicho formato con un mantenimiento muy costoso. Pero olvidaron un detalle: Avatar sólo había una.

Se empezaron a llenar las salas de películas que en ningún momento se pensaron para el 3D, tuneándolas con un programa informático. Al principio la inercia de la taquilla de Avatar hizo que no se resintieran ni las recaudaciones de Alicia en el País de las Maravillas, de Tim Burton, ni las de Furia de Titanes, de Louis Leterrier. Sin embargo, el sentimiento de los espectadores de sentirse estafados empezó a hacer mella en la taquilla y, desde entonces, no ha parado de bajar el porcentaje de recaudación proveniente del 3D. Pero, ¿cuáles son las posibles causas de la caída del 3D?

  • Las gafas son incomodísimas y si no te las quedas corres el riesgo de algún contagio (se han dado casos de conjuntivitis).
  • Las entradas son carísimas con una media de entre 8 y 12€, y eso que estamos en recesión.
  • La calidad de visión, incluso en las más curradas, es pésima pues el sistema oscurece mucho la película viéndose mucho peor que cualquier televisión de alta definición. Incluso los exhibidores, para ahorrar costes, usan los proyectores especiales para las películas en 2D. He ahí la causa de la oscuridad de muchas películas en formato normal.
  • El 3D provoca mareos en algunos espectadores y apenas unas pocas escenas sí impresionan de verdad. La mayoría de las veces dan a la película un efecto de videojuego que en nada la beneficia.
  • En resumen, que es el guión lo que debe impresionar y sin eso las florituras y los adornos están de más.
Esto del 3D me recuerda el efecto que causaba en mí de niño un caleidoscopio, que no lo soltaba el primer día pero que luego era olvidado pasada la novedad, ya que no daba para más. Esa es la conclusión que saco del 3D, no da para más. Sin embargo, el formato digital, del que apenas se habla, por sólo un euro más, da una calidad de visión excelente y puede competir con los actuales equipos de alta definición caseros, cosa que en mi opinión no pueden hacer las borrosas imágenes que emiten los proyectores de cine normales, que me hacen preferir a que la película salga en blu-ray o bien esperar que sea emitida en el Digital Plus.



¿Por qué está durando tanto este nuevo ciclo del 3D? Cuando te plantas en el cine a ver tu peli favorita y sólo la proyectan en 3D, o bien porque las horas del 3D te vienen mejor, pues no te vas a dar la vuelta, y mucho menos si vas con críos, por mucho que te descalabre la economía del mes.

¿Qué sucederá al final? Ojalá que la burbuja del 3D se vaya desinflando y finalmente sólo veamos en este formato las películas en las que tenga sentido su uso, aportando algo a la historia que se quiere contar. La otra cara de la moneda es la brutal inversión de los exhibidores con la adquisición de los proyectores 3D. Las sagas que hasta hoy se habían resistido al 3D (Transformers y Harry Potter) han claudicado y pronto las veremos estrenarse en el dichoso formato (¡madre mía! si ya de por sí son oscuras en 2D…).

Algunos directores se niegan a rodar en 3D porque saben de cine y no lo necesitan para sus películas. Ahí está Christopher Nolan al que ningún productor osa imponerle el 3D. Obviamente nadie le puede imponer dicha forma de rodar con la pasta que ha generado con sus películas de Batman pero otros muchos tendrán que doblegarse a las exigencias de los estudios. Sin ir más lejos, en España del 3 al 5 de junio, la cinta más vista fue X-Men: First Class, exhibida sólo en 2D, pero la que más recaudó fue Piratas del Caribe 4 exhibida en ambos sistemas. ¿Qué productora está más contenta?

En fin, por lo que a mí respecta, cuando el 3D no necesite gafas que me llamen, que de momento prefiero la alta definición.

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