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Benito Boniato: El Héroe del Cómic. Reseña

Benito Boniato: El Héroe del Cómic

Con el personaje de Benito Boniato ocurre algo que seguro entenderán los lectores de cómics. A todos nos suena, pero nadie lo tiene por un favorito. Benito Boniato es obra de dos hermanos, Carlos y Luis Fresno. Benito Boniato: El Héroe del Cómic, segundo tomo de sus obras completas, exquisitamente editado por Dolmen, hace justicia a un personaje que, si bien pueda parecer un eterno segundón en los gustos y preferencias de nosotros los lectores más veteranos, demuestra en este tomo que merece estar en primera línea.

¿QUIÉN ES BENITO BONIATO?

Reconozco que yo mismo no habría sabido responder esta pregunta antes de leer el tomo. Me sonaba, sí, de haber leído algo alguna vez en algún tebeo de Editorial Bruguera, un complemento de tantos allá en mi niñez de los ochenta. Terminado el volumen, te garantizo que no se me olvidará este personaje. Los hermanos Fresno se las arreglaron para presentarnos al príncipe de la mediocridad. Benito es un vago estudiante que da la sensación de estar eternamente haciendo el curso previo a la entrada en la Universidad, lo que sería el COU en sus tiempos. 

Benito Boniato no destaca en nada: es vago e irresponsable. No es tampoco un guaperas que se las lleve de calle. A este rosario de bondades, añadir que no tiene la menor ambición o motivación respecto a nada. Un perfecto personaje de la casa Bruguera que demuestra la gran personalidad que tenía el cómic español frente al de otros países. El objetivo de Benito Boniato no es enseñarte moral, ni darte lecciones, ni presentarte un modelo a seguir. Entonces, ¿por que cuando empecé a leerlo no pude soltarlo hasta que lo terminé?

¿POR QUÉ BENITO BONIATO ENGANCHA TANTO?

La primera historia, El Héroe del Cómic, es fantástica como toma de contacto con el personaje. Por cierto, es la única historieta larga que encontrarás en el tomo. Benito Boniato sufre una serie de desdichas visuales, y decide romper la cuarta pared, exigiendo a su creador que le haga vivir emocionantes aventuras. Así, lo vemos en la Edad Media, en la selva, o plena guerra, incluso en el salvaje oeste, tan de moda en aquellos años 80. Obviamente, como perdedor nato que es, nada sale como él quiere. Solo salimos bien parados los lectores, que no podemos dejar de seguir sus aventuras. 

Tras este primer arco largo, aunque dividido en muchas pequeñas aventuras, el resto de historias son mucho más breves. Lógico, dado que Benito Boniato era un componente más de revistas de Bruguera como Super Zipi y Zape o la revista Olé. Aquí los pasajes fantásticos con los que disfrutamos en la primera historia desaparecen. Ya son solo algunas ensoñaciones en las que Benito Boniato sale de su realidad cotidiana dentro de una familia media española de la época. Un padre que trabaja pendiente de agradar al jefe, una madre ama de casa y un hermano pequeño. Aventuras del barrio con sus amigos y disparates en el instituto. 

Estas historietas cortas no tienen continuidad entre ellas, pero sí nos retrotraen a cómo eran algunas cosas en aquellos tiempos. Unas mejores, otras peores, y otras iguales. La cotidianidad de las aventuras de Benito Boniato resultan muy atrayentes, y, si bien no estamos ante un personaje que te haga reír tanto como Mortadelo y Filemón, sí que necesitas saber "cómo acaba la cosa". Pueden estar orgullosos los hermanos Fresno. Si bien la oferta de entretenimiento es infinita en estos momentos, la capacidad de atrapar nuestra atención con un tebeo clásico es un privilegio que solo poseen unos pocos. Y Benito Boniato lo posee.

Benito Boniato: El Héroe del Cómic


LOS INVITADOS DE BENITO BONIATO, Y LA EDICIÓN DE DOLMEN

Nada más empezar Benito Boniato: El Héroe del Cómic, notas la influencia de otros autores de la época, sobre todo Ibáñez y Escobar. En cuanto al dibujo, es una condensación del estilo de dibujo de los autores mencionados, entre otros de la escuela Bruguera. Muy bien, por cierto, ya que consigue a la vez apartarse de ellos y ofrecer algo diferente e identificable. Y con calidad. Zipi y Zape se cuelan simpáticamente en algunas historietas, y también Mortadelo y Filemón. Yo disfrutaba más Zipi y Zape de niño que de los propios Mortadelo y Filemón, así que le tengo un cariño especial a Escobar y su obra. Una gozada disfrutar de ellos en este recopilatorio.

Mención aparte merece la edición de este tomo. El bueno de Benito no esperaría verse en una recopilación tan exquisita como la que nos ofrece Dolmen Editorial. Nuevo coloreado realizada con mimo, no como esas restauraciones que generan odio en los foros comiqueros por parte de los puristas. Un papel de alto gramaje y una encuadernación de tapa dura que es un gustazo. A eso, añadir los extras con diferentes portadas y una entrevista a los autores, en los que se descubren interesantes detalles sobre su trabajo. Por ejemplo, algo que comparten muchos autores: la convalecencia infantil de una enfermedad que deriva en una profesión de tanto leer cómics para entretenerse. Buena lección para aquellos que presumen de haber descubierto algo con sus consejos de autoayuda sobre aprender algo de la adversidad.

Benito Boniato: El Héroe del Cómic es toda una maravilla que hace honor a una época de nuestra historia comiquera que merece mucha mas valoración de la que tiene. Recuerda que tienes disponible en la web de Dolmen Benito Boniato: La Saga de los Boniato, tomo que incluye las historias publicadas entre 1981 y 1982 en diversas revistas Bruguera.

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