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Batman: La Guerra de Bromas y Acertijos (Sin Spoilers). La Crítica

El invento este de Renacimiento tuvo, en mi caso, el mejor de los regalos: hacer que Scott Snyder abandonara la cabecera principal de Batman. Las múltiples razones por las que lo detesto como guionista ya las aclaré aquí quedándome bien a gusto. Otra cosa es que no reconozca su éxito en ventas, ahora con el evento Metal que estoy ignorando absolutamente. Ya me enteraré de lo que me tenga que enterar. La etapa de Tom King al frente de Batman en general me está resultando satisfactoria. Así que me he animado a reseñar una trama, Batman: La Guerra de Bromas y Acertijos, que acaba de finalizar recientemente en grapa y que será recopilada, seguramente con bastante éxito, en un próximo tomo. 

Batman: La Guerra de Bromas y Acertijos

Tras la muy publicitada proposición de matrimonio de Batman a Catwoman, (originada en lo que vimos en La Chapa) este le confiesa que debe saber algo de él antes de responderle. Como si la chica no estuviera curada de espanto a estas alturas, Bruce Wayne comienza a contarle la historia que vivió tras su primer año ejerciendo de Batman en Gotham. El Joker y El Acertijo, heredero de aquel extraño loco genocida que transmutó Snyder, entran en una espiral para ser los dueños de Gotham y eliminar al murciélago. El rastro de muerte y destrucción que ambos generan harían partidario de la pena de muerte para estos tipos hasta al más pacifista. King busca impresionar con los asesinatos, bien brutales y a bocajarro, bien mediante sutiles planes donde todo sale como el villano espera. 

Personalmente, me impactan otras cosas, ya que ver a dos villanos clásicos de Batman, por muy rejuvenecidos y perfilados que estén ambos, masacrando a diestro y siniestro, no tiene nada de original en los últimos tiempos. Empieza a ser cansino y debieran haber seguido el soberbio camino de Gregg Hurwitz. No se entiende, como ya he dicho en la crítica de Marini, que dichos villanos recluten a gente sabiendo el final que les espera. Tampoco que no vayan a por ellos con todas las consecuencias. Ese Batman que parece hacer más por la vida de los enemigos que de las víctimas sigue presente, algo muy políticamente correcto en estos tiempos. 

UNA ESCENA QUE PARECE PERFILADA POR UN CIRUNAJO PLÁSTICO

Sin embargo, si bien la historia recuerda el estilo de Snyder con sus tremendas sagas soporíferas que a nada llevaban, debo reconocer que esta tiene bastante más virtudes. Se nos presenta a Batman como un hombre que tiene una vida personal y, oh sorpresa, hasta sexual. Todo un revulsivo de la era Snyder, en la que tanto él como Gordon apenas eran robots enfundados en trajes para luchar contra el crimen. Este trasfondo que Tom King intenta dar tanto a Batman como a los distintos personajes que van apareciendo, víctimas incluidas, se agradece. No significa que le salga perfecto, pero la intención está ahí.

A lo largo de los números, que no se hacen ni muchos ni pocos, sino los justos, vamos viendo desatarse la locura entre estos dos villanos y un Batman que, a pesar de su inexperiencia, no lo representa tanto en su actuación como en el traje. Como parece ser inevitable, aunque no debiera serlo, tanto El Joker como El Acertijo parecen tener más habilidades que Superman a la hora de cometer crímenes. Preferiría que cuadraran un poco más los tiempos y los lugares, pero qué le vamos a hacer. La búsqueda de la espectacularidad manda. Los mayores protagonistas son El Joker y El Acertijo en su lucha de egos, mostrados como dos auténticos dementes. 

EL HOMBRE COMETA, UN GRAN DAMNIFICADO EN ESTA HISTORIA

Y si hablamos de espectacularidad, el dibujo de Mikel Janin lo es por momentos. Su Catwoman joven es digna de un mural pero, por otro lado, sus dibujos resultan algo rígidos, como muñecos de cera. Curiosamente, el que peor le sale es Bruce Wayne, con una cara que parece un Dick Grayson envejecido o algo acartonado. De todas formas, los momentos íntimos entre Bruce y Selina que retrata Janin bajo la batuta de King son emotivos y expresivos. No sé si esta idea de casar a Batman ocurrirá y dejarán evolucionar al personaje o tendrá, como muchos piensan, un truculento desenlace. En cuanto al terrible secreto, se parece mucho al que te imaginarías con una curiosa variante. Este Batman que se siente culpable por todo está un poco exagerado, no es muy práctico para hacer lo que hace.

UNA CATWOMAN CON LA QUE SE CASARÍA CUALQUIERA

Espero que sean valientes y, como estamos viendo en la etapa de King, los actos tengan sus consecuencias y las historias una evolución coherente con el personaje. Como momento impagable, Alfred dando la noticia del compromiso a los chicos, Dick, Jason, Damian y Duke-cuota-Thomas. No pertenece a la saga, pero viene en la última grapa. Ver las distintas reacciones del Universo DC es un lujo que no deben escatimarnos. Esperemos que esa faceta la siga teniendo en cuenta King en los próximos números. 

En el caso de Superman, la boda y la paternidad han sentado de fábula al personaje, ahora que muchos de sus lectores también enfrentamos la paternidad. También es cierto que Batman no es un personaje tan familiar en principio, pero un matrimonio explosivo con sus idas y venidas puede ser de lo más interesante. Es divertida esa simplificación de que Batman no puede ser feliz... ¿Quién dice que casarse le va a llevar a la felicidad? Lo que hace es abrir un mundo de nuevas posibilidades. Suceda lo que suceda, esta etapa de Tom King es una buena actualización del personaje. Parece que sabe dónde lo quiere llevar, y de que manera. Que siga así.

Batman: La Guerra de Bromas y Acertijos (Batman núms. 68, 69, 70, 71, 72)
ECC Ediciones
Edición original: Batman núms. 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33 USA
Guion: Tom King
Dibujo: David Finch, Mikel JaninClay MannJoëlle Jones
Grapa, 48 págs. A color.
Precio: 3,25 €

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