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SPARTACUS: VENGANZA, EPISODIO 2X10 "WRATH OF THE GODS". LA CRITICA

Y llegó el final. Tras la huida de su hasta ahora segura guarida, Spartacus y sus seguidores tienen que ir desesperadamente a la montaña. Por desgracia, su tierra es tan seca que ni una mala hierba crece en ella, lo que los aboca a la desnutrición en breve. Glabro es consciente de eso y tiene preparado a sus hombres para ir a por Spartacus y su grupo y aniquilarlos. Sin
embargo, gracias a uno de los enredos de Ilitia, alentada por su amistad con Lucrecia ,sospechará de la lealtad de Ashur. Lo envía a negociar con Spartacus una rendición, momento que aprovechará Naevia para intentar su particular venganza, ante la atenta y desesperada mirada de Crixus. Mira también tendrá una resolución, tras constatar que ya no es amada por Spartacus tras su intento de asesinar a Ilitia.

NAEVIA NOS LO HACER PASAR MAL EN SU LUCHA CONTRA ASHUR

Ilitia, que ha recuperado el favor de su esposo tras salvarle la vida de manos de Seppia, vive por fin el nacimiento de su hijo. Pero Lucrecia, tal y como esperábamos, ofrece su verdadera faz y encontramos la explicación a su extraño comportamiento durante toda la temporada. Spartacus, consciente de que la mejor defensa es un buen ataque, contra pronóstico ataca a los romanos que los superan ampliamente en número, lo que implicará pérdida de hombres. Las fuerzas de Spartacus se las verán con las tropas de Glabro en el templo en ruinas que les ha servido de cobijo durante toda la temporada, en una sangrienta lucha. ¿Quien es el que conseguirá su ansiada venganza?

LUCRECIA DARÁ A ILITIA EL PARTO QUE SE MERECE
Este episodio final cumple con lo que se espera de él. Por un lado, desaparecen personajes que no eran difíciles de adivinar. Lucrecia, siendo un personaje muy interesante junto a su marido, ha estado algo desubicada sin él. El papel de amantísima amiga de Ilitia no hace honor a su personalidad. Pero esa misma desubicación hace que el final preparado para ella cobre más sentido. Perder la razón ante la muerte de su marido y su hijo la ha llevado hacia ese impactante desenlace. Respecto al resto de bajas, como Mira o Doctore, se veían venir. Ella porque ya no era digna ante los ojos de Spartacus, y el Doctore porque ya no tenía más que aportar. Los guionistas tienen fácil quitarse personajes de en medio en esta serie, aquí nadie muere de cáncer como en las de médicos. Las batallas siguen siendo espectaculares y el encuentro final con Glabro me ha resultado algo corto. 

UNA COSA ES SEGURA, LOS MALOS DE LA TERCERA TEMPORADA VAN A SER OTROS.
Aunque al principio Glabro no parecía estar a la altura de su predecesor, Batiatus, ni tampoco Ilitia de lo que fue Lucrecia, han ido subiendo enteros a lo largo de la temporada. El fallo ha sido que resultaban antipáticos y demasiado malos, unidimensionales. Pero al final, han captado nuestro interés. También la pareja que les precedía estaban muy bien construidos, no es fácil conseguir esa clase de villanos con los que compartes una simpatía culpable. La única pena de esta serie es que al reflejar un personaje histórico, con todas las licencias que queráis, pero histórico, el final de la serie sabes cual va a ser. Una pena, pero al menos disfrutaremos las victorias parciales de los sometidos. Veremos qué nos ofrecen en la tercera y última temporada temporada de esta estupenda serie. Tenemos ganas de verlo.

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