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THANOS: EPIFANIA. LA CRITICA

Quizás no hay otro personaje del Universo Marvel que esté actualmente despertando más curiosidad entre fans y menos fans de los cómics. Me estoy refiriendo a Thanos, también conocido como el Titán Loco, un villano habitual en las colecciones cósmicas de la Casa de las Ideas. El personaje fue creado por el dibujante y guionista norteamericano Jim Starlin en el año 1973 y
tuvo su primera aparición en el número 55 de la colección regular de Iron Man. Lo primero que nos llama la atención de este peculiar supervillano es su propio nombre. Existen opiniones dispares acerca de en qué se basó Starlin para bautizar su creación, siendo la más extendida la que afirma que se basó en el ser mitológico Thanatos, la personificación griega de la muerte.

El que quizás sea el mejor personaje surgido de la fértil imaginación de Jim Starlin no tuvo cabecera propia hasta 2004, año en que se lanza una colección de doce números, de la que el tomo del que vamos a hablar, aquí titulado Epifanía, recoge los seis primeros ejemplares. Pero como ya he dicho más arriba, la trayectoria vital de este poderosísimo ser empieza en 1973, unos años extraordinarios en cuanto a nuevos personajes e historias para la editorial Marvel, lo que se llegó a denominar la Edad del Bronce de los Cómics. Desde entonces hasta ahora, Thanos ha muerto y ha sido resucitado, ha cometido las maldades más atroces y se ha convertido en salvador mismo de nuestra realidad. Tan solo un autor como Jim Starlin hubiera sido capaz de ofrecernos visiones tan contrapuestas y, a la vez, tan coherentes en un mismo personaje.

UNA BUENA MUESTRA DE LO QUE PODEMOS ENCONTRAR EN ESTE ESTUPENDO CÓMIC

Thanos: Epifanía recoge en un volumen los primeros seis números de la colección regular del Titán Loco y en ellos, con Starlin a los lápices y encargándose del guión, se nos cuenta el renacimiento de Thanos como una fuerza del bien... a su manera, claro. La conversión de Thanos al lado luminoso de la fuerza, empleando la terminología Star Wars, comienza sin embargo en una serie limitada anterior a la colección regular. Nos estamos refiriendo a Marvel: El Fin, un proyecto editorial en el que los personajes más relevantes conocían su final de las más diversas formas, siempre fuera de la continuidad, claro está. Y era en este volumen en concreto donde toda la realidad Marvel sucumbía a una amenaza que sólo Thanos era capaz de afrontar.

Sin embargo, Marvel: El Fin es precisamente el único volumen  de la colección que ha pasado a formar parte de la continuidad Marvel tradicional, es decir, la de Tierra-616. Y fue precisamente Thanos en dicha historia donde abandonó la senda del mal para buscar nuevas sensaciones haciendo el bien al prójimo. No viene al caso desentrañar en este post los pormenores de esa historia, que espero reseñar próximamente, tan solo puntualizar que Thanos: Epifanía empieza justo tras los acontecimientos de Marvel: El Fin.

THANOS, ACOMPAÑADO DEL QUE PODRÍAMOS LLAMAR SU AMIGO, ADAM WARLOCK

Epifanía, a pesar de ser un cómic de 2004, tiene ese regusto añejo, ochentero, que Starlin aun imprime a sus obras. La historia cuenta como Thanos, tras serle brindada una segunda oportunidad para redimirse haciendo el bien, decide arreglar todos los desaguisados que ha ido cometiendo durante toda su existencia. Así, tras sus primeros y poco ortodoxos métodos benefactores, el titán debe hacer frente a otra amenaza cósmica de inmenso poder, algo ya recurrente en los cómics de Starlin. Pero ante tal amenaza, Thanos tendrá que intentar convencer al mismísimo Galactus para luchar juntos contra ella.

PIP, EL TROLL
La historia escrita y dibujada primorosamente por Starlin contiene todos los ingredientes habituales de sus cómics, es decir, personajes ultrapoderosos, gotas de humor, amenazas casi insuperables, diálogos amenos y fluidos... En definitiva, todo lo que amamos en unos cómics que están más cercanos a la ciencia ficción que a los de superhéroes tradicionales. Starlin no se anda con rodeos y entra a saco en la historia, en este caso usando pocos personajes: Adam Warlock, el cual aparece como casi un mero observador; Pip el Troll, uno de los pocos aliados del titán loco; Galactus; y,claro está, Thanos. Que aparezcan tan pocos personajes principales juega a favor de la historia, la cual no precisa de más protagonistas para resultar entretenida e impactante.

El dibujo de Starlin, entintado por su colaborador habitual, Al Milgrom, es deliciosamente detallista, con un acabado limpio y definido, pero a la vez dinámico, empleando mucho el recurso de las viñetas de una página e incluso espectaculares splash pages. Starlin suele ser bastante surrealista a veces, y algunos lectores poco acostumbrados a esta forma de narrar secuencialmente les puede chocar este estilo. Así, Starlin, cuando quiere poner al lector en antecedentes de algún hecho, dibuja la cabeza de alguno de sus personajes en algunas viñetas para que, a modo de narrador omnisciente, nos vaya contando algunas partes de la trama. Esto es algo muy característico en este artista.

PORTADA DE THANOS #4

Thanos: Epifanía recopila el primer arco argumental del titán loco como bienhechor, tras abandonar sus amoríos con su dama Muerte y cometer mil y una maldades desde que abandonó su planeta natal, la luna de Saturno Titán. Su papel, más como antihéroe que como superhéroe al uso, es incluso más interesante que su lado más oscuro, siendo verdaderamente divertido verlo esforzándose en realizar buenos actos que no siempre son bien comprendidos por los seres a los que pretende proteger. En definitiva, una lectura obligada para todos aquellos lectores amantes de la parte cósmica del Universo Marvel y de uno de los villanos más carismáticos que han aparecido nunca por sus cómics, con permiso de Magneto o Dr. Muerte.

THANOS: EPIFANÍA
Panini Cómics
Correspondencia original: Thanos #1-6
Guión: Jim Starlin
Dibujo: Jim Starlin
Tomo rústica, 136 págs., color
PVP: 6,95 €

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