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AMERICAN HORROR STORY, EPISODIO 6, "PIGGY, PIGGY". LA CRÍTICA

Sin duda alguna es al comienzo de este episodio cuando se nos presentan los asesinatos más impactantes de los relacionados con la mansión donde habita la familia Harmon. Este episodio se inicia transportándonos otra vez en el tiempo, esta vez a 1994, a un instituto donde son masacrados varios jóvenes indiscriminadamente por un alumno perturbado.
La diferencia respecto a capítulos anteriores es que los crímenes no son cometidos en la mansión, pero sí por una persona relacionada con la casa.

Pues sí, el chico perturbado que dispara sin compasión contra sus propios compañeros de instituto es el que todos tenéis en mente. En este punto me asalta una gran duda acerca de la relación entre la hija de los Harmon, Violet, y Tate, el paciente de su padre. Tras serle revelada de manera traumática la verdadera naturaleza de su amigo Tate, es cuando Violet decide buscar información en internet acerca del chico. ¿Es que no se le había ocurrido hasta ahora? En los tiempos que corren en los que nos falta tiempo para informarnos del perfil de facebook o twitter de quienes conocemos (o queremos conocer), ¿cómo es que esta chica no se había informado acerca del sujeto con el que se estaba relacionando? Sin duda, algo inexplicable que los guionistas de la serie han utilizado para posponer que sepamos quiénes son realmente algunos de los personajes, si no, no se entiende este lapsus.

6 CAPÍTULOS HA TARDADO VIOLET EN DARSE CUENTA QUIEN ES ESTE CHICO

Ya hemos dicho en alguna ocasión de esta serie que es así como un remix con todos los clichés del género terrorífico, sólo que aliñados de manera novedosa, consiguiendo enganchar a la audiencia. Uno de los tópicos de toda producción de horror que se precie de serlo son los médiums. Estas personas dotadas de una especial sensibilidad para entrar en contacto con el mundo espiritual han aparecido en incontables films, desde Poltergeist hasta Insidious, pasando por Ghost. American Horror Story no podía ser menos, presentándonos en este episodio a una médium y, según palabras de la propia Constance (Jessica Lange), encontrada entre las páginas del Cambalache.

Otra de las fuentes donde claramente están bebiendo los guionistas  de la serie es en la sensacional película de Polanski, La Semilla del Diablo (Rosemary´s Baby). El carácter entremetido de Constance siempre en casa de los Harmon, los alimentos que trae a la embarazada Vivien y que pretende que ella ingiera por bien del bebé, y el extraño caso de la enfermera horrorizada por la ecografía convierten esta serie en un refrito de aquel clásico del cine de terror. Especialmente perturbadora es la escena en la que el personaje interpretado por Connie Britton se zampa sin dudar un cerebro crudo que le ha obsequiado la inquietante Constance. Igual de turbador que cuando Mia Farrow se come un hígado crudo en una escena de la película citada.


Seguimos con más elementos bizarros: las leyendas urbanas. En el capítulo, el Dr. Harmon tiene un paciente aquejado de terror a la leyendas urbanas, lo que le vuelve prácticamente un recluso, incapaz de salir de casa y relacionarse con nadie. Especial terror le causa la leyenda sobre el asesino con máscara de cerdo, un extraño personaje que parece sacado de las páginas del Batman de Grant Morrison. ¿Es Morrison quien lo ha copiado de una leyenda urbana, al igual que los guionistas de American Horror? ¿O es que dichos guionistas son más fans de los cómics del genial escocés de lo que pensábamos? De esta serie me lo espero todo. Para colmo, el pobre paciente atemorizado por el asesino de la máscara de cerdo mejor que no hubiera seguido los consejos del Dr. Harmon, pues es protagonista de una de las escenas más ridículas y surrealistas del capítulo, y quizás de los seis episodios que llevo vistos, todo un chiste convertido en imágenes.

PIGGY PIGGY Y EL PROFESOR PYG, EL RIDÍCULO VILLANO CREADO POR GRANT MORRISON

En definitiva, un episodio que añade todavía más incógnitas a la ya enmarañada serie, pero que logra mantener vivo nuestro interés gracias precisamente a eso mismo, la gran acumulación de clichés, lugares comunes, tópicos y demás elementos que pueblan tantas y tantas producciones de terror. Tan solo por jugar a encontrar las referencias cinéfilas que podemos hallar en American Horror Story vale la pena seguir viéndola. Así lo haremos y así os lo iremos contando. 

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