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MOB CITY, EPISODIO 1X01 Y 1X02: LA CRITICA

Aquellos que seguimos la polémica de la salida de Frank Darabont de la serie The Walking Dead, sabíamos que este era el siguiente proyecto del director, para el que contaba con actores sacados de la serie. Así, el protagonista es Jon Bernthal, que interpreta al policía Joe Teague, en la América de los años 40. La serie, que esperábamos supusiera un gran triunfo para el director, ha sido estrenada con más pena que gloria en TNT. ¿Pero ha sido justa la poca relevancia que ha tenido, tanto en audiencia como en lo referente a la crítica?

Si haces una serie de publicidad, ambientada en los años 50 y 60, te van a comparar con Mad Men. No es que sea justo, pero va a pasar. En este caso, la referencia más inmediata sería compararla con Boardwalk Empire. Pero si ya es cruel comparar a cualquier serie con Boardwalk Empire, hacer lo propio con Mob City ya es tener mala idea. Así que la juzgaremos por sí misma, aunque ni por esas se le pueda echar un capote. 
LAMENTAMOS QUE BERTNHAL NO SE HAYA LUCIDO CON UN PAPEL TAN ABSURDO
Estos dos capítulos han sido un soporífero desfile de tópicos desde la primera escena. El vestuario y la ambientación son artificiales y no te introducen en la época, casi parece que van disfrazados. Y, para colmo, cada dos por tres aparece una absurda actuación en un bar, a cual más pesada, con alguien cantando cualquier cosa que no va con la historia, o tocando una pieza de jazz, que todavía ralentiza más lo que ya parecía un desfile de caracoles.

Los personajes van acordes a lo que les rodea. Se supone que el héroe de principios es Joe, que, adivinad, tiene una vida dividida tan solo entre su trabajo y el bar, donde, ¡oh, sorpresa! tiene una camarera loca por el que se le tira encima (como otras) insinuándosele. Pero, pobrecita, no sabe que el está enamorado de su ex-mujer y que no mira otra falda por ella. Por no mirar, no mira ni la de la tal ex-mujer, porque ni a solas habla con ella como si se conocieran. Queriendo buscar la sorpresa, caen en el ridículo más absurdo. Por momentos me recordaba la historia de Glenn  Ford y Rita Hayworth en Gilda, solo que en este caso infinitamente peor planteada.
LO SIENTO, ME GUSTAN LAS MUJERES SECAS Y DESAGRADABLES COMO MI EX
Para que os hagáis una idea de lo mal construidos que están los personajes, Joe, el protagonista, dispara por la espalda a un hombre desarmado que confiaba en él. ¿Que más da que no se quede el dinero, si eso es de lo más bajo que hay? Los diálogos de unos y otros son enrevesados, pomposos y llenos de comparaciones cansinas, como si todos fueran artistas de lo figurado: "tengo la carta ganadora por fin" o "si juegas con arena es normal que te caiga en los ojos"...

No culparía de esta fallida serie a los actores, ya que Milo Ventimiglia o Ed Burns, hacen lo que pueden, pero los diálogos los escribió Darabont, y nadie le dijo que no estaba dotado para ello, al menos para este género. Hasta ahora, había demostrado que para la dirección tenía talento, ¿dónde lo ha dejado? Escenas rodadas de una manera lenta y sin emoción, aunque se trate de un atraco; gente que se comporta de una manera extraña y poco realista; saltos en el tiempo de los años 20 a los 40 que sólo se notan en que te avisan, y así, todo.



En fin, que aunque sean sólo 6 episodios, con estos 2 ya he tenido bastante. No me extraña que la serie no haya destacado, es que no hay por donde cogerla. Si veis Boardwalk Empire, esta serie os va a parecer muy pobre en todos los aspectos. Si no la veis, y tenéis curiosidad, echadle un vistazo, pero avisados estáis.

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