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Juez Anderson: Satán, de Alan Grant y Arthur Ranson. Reseña

Juez Anderson: Satán, de Alan Grant y Arthur Ranson


El nombre de Alan Grant trae maravillosos recuerdos a los lectores de Batman. Para muchos, su maravilloso tándem con Norm Breyfogle a finales de los años 80 definió una de las mejores etapas del murciélago más callejero y alejado de grandes heroicidades galácticas. Así que no tuve problemas para acercarme a este tomo, nunca antes editado en España, sobre la Juez Anderson. Comenzamos analizando las distintas historias que componen el volumen Juez Anderson: Satán, ambientado en el universo del Juez Dredd.

LA PROTESTA

Que conste que no sabía ni de la existencia de este personaje, de manera que me aproximo como completo neófito. Nos situamos en un futuro distópico y de aspecto decadente y desagradable. Varios rebeldes deciden terminar a lo bonzo con sus vidas. Ante semejante actitud, se requiere la investigación de la Juez Anderson que, en su modo astral, investiga el por qué de esta actitud. Tenemos una profunda reflexión sobre los resortes que el poder maneja para controlar al máximo a la población, y cómo esos mismos resortes se van modulando para poder seguir ejerciendo su poder. Curioso que ese distópico futuro sea el presente, pero el debate está fuera de los medios. Asombra las pocas páginas que necesita Alan Grant para, sin posicionarse con ninguna ideología como ocurre ahora, nos habla de una verdad universal como pocas.

R*EVOLUCIÓN 

Con esta historia, entramos de lleno en una historia realmente compleja, completa y de ciencia ficción que merece la mayor de las atenciones. La Juez debe ir a un planeta a por el hombre más rico del Sistema Solar, Vernan D´Arque. De una curiosa manera, es investigado por un asesinato. A partir de aquí, ciencia ficción, misterios, dudas existenciales y mundos alegóricos se van turnando en esta apasionante y compleja historia. La Juez Anderson debe replantearse muchas cosas acerca de sus valores, y sus más íntimos pensamientos. Muy destacable, sorprendente, e imprevisible. 

EL SÍNDROME DE JESÚS

Tercera historia del segundo volumen dedicado a la Juez Anderson que nos trae Dolmen. Curioso como en esta obra muchos pensaban que los fenómenos sociales de los años 80 serían los mismos en futuros distópicos. Un evangelista cristiano aparece en Mega-City y crea conflictos a cuenta de sus seguidores. La Juez Anderson espera ver un farsante a través de sus poderes psi, pero en realidad, descubrirá algo que no esperaba. Seguimos con el mismo enemigo, el poder intentando a toda costa dividir a los ciudadanos, algo que adoran curiosamente las ideologías que más presumen de defender a los de abajo. Bonita historia a pesar de la dureza de los acontecimientos que suceden en ella. 

Juez Anderson: Satán, de Alan Grant y Arthur Ranson

SATÁN

Por si no teníamos bastante temática religiosa, que impregnaba el ambiente tanto hasta los años noventa, tras Jesús tenemos a Satán. La historia que titula el tomo es también la más larga. La llegada de Satán a Mega-City hace que la Juez Anderson y el Juez Dredd deban ir a mediar con él. Una batalla imposible en principio, dada la infinita diferencia de capacidades entre ellos y el mismísimo Demonio. Satán tendrá su momento para explicarnos quién es realmente y de dónde viene. La guerra psicológica, y no psicológica, que deberán entablar será feroz, y por momentos, insalvable. Una historia que te tiene pegado a las viñetas preguntándote cómo van a lograr salir de esta. De camino, te hace reflexionar sobre multitud de cuestiones. Una delicia.

EL DIBUJO DE ARTHUR RANSON

La calidad e imaginación del dibujo de Arthur Ranson están fuera de toda duda. Detallista, realista, ya sean expresiones faciales, asteroides, multitudes o seres mitológicos, Ranson es capaz de ofrecernos escenarios fantásticos con una cualidad real sorprendente. Destacar sus viñetas a toda página, donde despliega toda su maestría como ilustrador.

Si bien el Juez Dredd apenas aparece para hacer compañía a Anderson, soltando algún comentario despectivo hacia ella, no es necesario conocer nada de ambos personajes para disfrutar este cómic. Una joya de la ciencia ficción británica noventera, con temas que siguen muy candentes, pero apartados del foco por quienes manejan el cotarro.

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