Clark Ashton Smith (1893-1961) fue un escritor, traductor, escultor y pintor californiano perteneciente al denominado Círculo de Lovecraft. De hecho, el genio de Providence le bautizó con el sobrenombre de Klarkash-ton, costumbre que también repitió con algunos de sus amigos y colegas con los que mantuvo relación personal o epistolar. La obra de Smith oscila entre lo sobrenatural y la ciencia ficción, con incursiones en la espada y brujería, subgénero en el que podemos ubicar Zothique. Todos los relatos de esta recopilación transcurren en un lejano futuro en el que un moribundo sol rojo calienta el supercontinente de Zothique, una tierra decadente, misteriosa y brutal en la que la tecnología ha cedido su lugar a la magia, la hechicería y lo sobrenatural.
Aurora Dorada Ediciones acaba de publicar Zothique. El Ciclo Final, edición definitiva y autorizada por los herederos de la obra de Clark Ashton Smith de los cuentos que el autor californiano escribió sobre este mundo. Dieciséis relatos, una pieza teatral y alguna que otra poesía nos transportan a un hipotético futuro de la humanidad curiosamente parecido a nuestro pasado más ignoto.
El Ciclo de Zothique
Los relatos ambientados en el decadente Zothique fueron escritos por Ashton Smith entre 1932 y 1956, y fueron publicados principalmente en la revista Weird Tales. En 1970, la editorial Ballantine Books los recopiló en formato libro en su colección Adult Fantasy, sello editado por Lin Carter, autor y crítico también muy relacionado con el legado de H. P. Lovecraft. Carter fue el creador de Thongor el Bárbaro, personaje que apareció fugazmente en los cómics Marvel y del que hubo planes para llevarlo al cine.
La edición de Aurora Dorada se basa, a su vez, en la versión corregida publicada en 2006 por Night Shade Books. También incluye el mapa del continente de Zothique, así como sendas presentaciones a cargo de Donald Sidney-Fryer y Ronald S. Hilger, expertos en la obra de Clark Ashton Smith. A diferencia de la edición de Lin Carter de 1970, los relatos de este volumen siguen el orden que Clark Ashton Smith estableció tanto en sus escritos como en sus cartas a otros miembros del Círculo de Lovecraft. De este modo, El Imperio de los Nigromantes (1932), el primer relato de Zothique escrito por Ashton Smith, inaugura el tomo, mientras que El Último Jeroglífico (1935) le pone fin. Las misivas entre el autor californiano y el recluso de Providence están recogidas en el volumen Chapitel al Alba, Colina Solitaria. Las Cartas Entre H. P. Lovecraft y Clark Ashton Smith, de Aurora Dorada.
Los relatos del ciclo de Zothique se pueden encuadrar en la fantasía oscura, subgénero de la literatura fantástica estrechamente relacionado con la espada y brujería. No obstante, Zothique, más que sobre espadas, es una colección de relatos donde priman más la brujería, la hechicería y la nigromancia. También podemos alinear estas historias con otro subgénero de la fantasía y la ciencia ficción, el de las tierras moribundas, ya que nuestro sol, casi convertido en enana roja, comienza en Zothique a dar sus últimos estertores. Clark Ashton Smith decide esta vez situar sus historias en un futuro distante, lo contrario que en su ciclo de Hiperbórea, con el fin de darles una pátina aún mayor de decadencia.
El estilo de Clark Ashton Smith
Clark Ashton Smith no solo era novelista y poeta, sino también pintor y escultor. Además, tradujo al inglés a varios autores franceses y españoles, entre ellos Gustavo Adolfo Bécquer y Charles Baudelaire. Este gusto por las tendencias literarias románticas de la vieja Europa no solo se ve reflejado en su obra poética, sino también en los relatos fantásticos de Zothique. La abundante adjetivación, las minuciosas descripciones de ciudades fabulosas y ricas estancias, así como el gusto por la muerte y lo decadente son reflejo del estilo cultivado por los escritores románticos de finales del siglo XVIII. El orientalismo es otra de las características de los relatos ambientados en el mundo de Zothique. La mayoría de las historias suceden en zonas desérticas o exóticos reinos de clara inspiración árabe, como en muchas de las historias de Conan de Robert E Howard.
La prosa de Ashton Smith, muy ornamentada, describe un lejano futuro en el que la tecnología y el saber humanos han sido sustituidos por la magia. A diferencia de otros autores, el escritor californiano no sugiere en ninguna de las historias que hayan podido subsistir artefactos o conocimientos de siglos anteriores. Se ha producido una involución total, un resurgimiento de las tiranías y monarquías y un regreso a la superstición y, sobre todo, el culto a la muerte. Esto último se ve reflejado en relatos como La Muerte de Ilalotha, en el que las lamias o vampiras surgidas de la tumba juegan un papel clave.
Otra de las características que definen el ciclo de Zothique es el sino de sus protagonistas. La mayor parte de las veces, su destino es la muerte, o algo peor, y pocas veces el héroe halla consuelo o descanso. Eso sucede, por ejemplo, en El Ídolo Oscuro, un relato en el que un mendigo agraviado por un poderoso forja una venganza que irónicamente se volverá contra sí mismo. O Nigromancia en Naat, donde un príncipe y su prometida encuentran un ominoso final a manos de unos hechiceros.
Críticas y alabanzas a la obra de Clark Ashton Smith
Zothique. El Ciclo Final es una de las obras fundamentales del género de la fantasía oscura. La desbordante imaginación de su autor al describir con detalle este posible futuro de la Tierra hacen merecedora a esta obra de múltiples alabanzas. El resurgimiento de la magia, las suntuosas descripciones de estos reinos del lejano futuro, sus oscuros dioses y hechiceros se unen para ofrecer una lectura intensa que requiere toda la atención para captar cada detalle. No obstante, la obra de Clark Ashton Smith no es redonda.
Renombrados críticos de la ciencia ficción como Damon Knight (1922-2002) afirmaban que las historias del género de la espada y brujería generalmente carecían de trama o estas eran muy débiles. Los relatos de Zothique, si bien son en general entretenidos, tienden a detenerse más en la ambientación y los detalles que en establecer una trama sólida. La descripción de este mundo es soberbia, pero en ocasiones la historia se asienta en una mera anécdota. Es el caso de Xeethra, un bello relato onírico, o Morthylla, cuento sobre una lamia. El propio Clark Ashton Smith escribía en una carta a su colega Sprague de Camp: Escribo lenta y minuciosamente, con mucha reelaboración y revisión. Muchas de mis obras antiguas me parecen apresuradas, demasiado ampulosas y, a veces, chapuceras.
La debilidad de algunas de las tramas de Zothique no nos deben distraer de su calidad literaria. Su prosa, en muchas ocasiones poética, tiene una capacidad evocadora de la que carecen otros autores similares. Su pericia a la hora de plasmar la decadente realidad de este mundo moribundo es sobresaliente, aunque a veces haya que tirar de diccionario para hallar el significado de algunos vocablos. Ashton Smith se distinguió de otros autores que publicaban sus relatos en la revista Weird Tales precisamente por esas cualidades. No era un mero escritor pulp, sino un literato con mayúsculas que había encontrado en la fantasía su medio de expresión ideal. Para conocer más detalles de su vida y obra, recomiendo el libro La Libertad de lo Fantástico. Una Selección de Ensayos Sobre Clark Ashton Smith, editado por Aurora Dorada.
Otros autores de la época como Robert E. Howard y H. P. Lovecraft son considerados más influyentes —y populares— que Clark Ashton Smith. Sin embargo, muchos estudiosos estiman que la obra de este último es de mayor calidad literaria. Autores tan relevantes como Jack Vance, Michael Moorcock o Ray Bradbury han expresado la gran influencia que Smith ejerció en sus obras.
Las mejores historias de Zothique
Es difícil elegir un puñado de historias favoritas del volumen editado por Aurora Dorada. Los relatos de Clark Ashton Smith tienen todos una calidad similar, sin altibajos, si bien hay alguno que deja un regusto extraño, como la pieza teatral El Muerto te Pondrá los Cuernos, algo fuera de lugar. El Dios Carroñero es una de las pocas piezas de la antología con un final esperanzador y, además, puede ser encuadrada en los Mitos de Cthulhu, ya que se alude al dios primigenio Mordiggian.
El Imperio de los Nigromantes, historia que abre el volumen, es otra pieza destacable. En él, dos hechiceros pretender crear un imperio levantando a los muertos de sus sepulturas. El Tejedor de la Tumba es otro gran relato. Narra la búsqueda por parte de tres guerreros de la momia de un legendario monarca. Su final es tremendo, como ocurre en la mayoría de historias del libro. La Isla de los Torturadores es otro de mis relatos favoritos. El rey Fulbra llega a las costas de Cyntron, una isla cuyos moradores encuentran placer infligiendo dolor a los extranjeros. El final, aunque se intuye desde casi el inicio, es magistral.
Podría continuar reseñando una por una todas las historias contenidas en Zothique. El Ciclo Final. Prefiero, en cambio, que compruebes por ti mismo la calidad de esta antología. Son relatos extraños, algunos realmente weird, como El Jardín de Adompha, en el que un cruel hechicero se deleita injertando miembros humanos en árboles y arbustos para disfrute de su cruel rey. Son textos para ser leídos despacio, paladeando el exquisito vocabulario del que hacía gala el autor californiano. En la mayoría de los casos, todo acaba mal, pero en otras hay destellos de esperanza, si es que eso significa algo en un mundo que asiste a los últimos milenios de luz solar.
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