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El que Roba a los Muertos y otras Historias de Lou Cameron. Reseña

Wally Wood, Graham Ingels, Joe Orlando o Al Williamson son artistas de sobra conocidos por los aficionados al cómic clásico, sobre todo el que se publicaba en Estados Unidos durante los años 50 y 60 del pasado siglo. Los trabajos de estos extraordinarios dibujantes aparecían regularmente en las publicaciones de editoriales como la mítica EC Comics, en colecciones como Weird Science, Tales from the Crypt o The Vault of Horror, por citar solo las más conocidas. Por desgracia, nombres como el de Lou Cameron no son tan conocidos, en parte porque tuvo una fugaz carrera, en parte porque trabajó para editoriales menos populares que la mencionada EC.

El que roba a los muertos y otras historias de Lou Cameron

Diábolo Ediciones, en su colección Biblioteca de Terror de los Años 50, ha dedicado un volumen a recoger una muestra de las mejores historias dibujadas por Lou Cameron para diversas publicaciones de la época. La carrera de este excepcional artista, nacido en 1924, se redujo a un puñado de años. No obstante, supo evolucionar en muy poco tiempo, y pasó de ser un artista mediocre a uno de los más sobresalientes de la historieta estadounidense de los 50.

Lou Cameron, el Jim Steranko del cómic pulp

En el tomo El que Roba a los Muertos y otras Historias de Lou Cameron se recogen diecisiete historias dibujadas por el artista de San Francisco. En ellas se puede apreciar su rápida evolución como artista, hasta ser conocido en el mundillo como una mezcla entre Graham Ingels y Jim Steranko, dados su alocados pero imaginativos hallazgos gráficos. Recursos que hoy en día parecen trillados no lo eran tanto en la década de los 50 entre los artistas de cómics norteamericanos. Así, por ejemplo, Cameron encuadra sus viñetas con la forma de un dragón chino en su historia El Reino de los Rostros Perdidos, publicado en el número 54 de Web of Mistery. O las viñetas alargadas verticalmente para subrayar aún más el impacto que produce la caída a un pozo de alguno de los personajes.

Los recursos utilizados por Lou Cameron en las historietas dibujadas para los cómics de la editorial Ace Magazines también incluían sus impactantes viñetas de presentación. En ellas, Cameron tomaba alguno de los elementos centrales del relato, como un puñal, una tela de araña o un barco pirata, y lo combinaba con los protagonistas para crear una atractiva alegoría a modo de presentación.

La fugaz carrera de Lou Cameron como dibujante

Pero si los cómics dibujados por Lou Cameron son originales e hipnóticos, más extraña es si cabe su trayectoria profesional. El volumen comienza con un interesante artículo en el que se exponen las muchas vidas de este artista. Con unos padres artistas de vodevil, el joven Lou cursó estudios de arte en California. Tras servir en el frente en la II Guerra Mundial ,vuelve a Estados Unidos y se instala en Nueva York. Al principio se gana la vida como pintor de lámparas, pero pronto toma contacto con diversa agencias de ilustradores. Es entonces cuando comienza a dibujar para editoriales como Ace Magazines Master Comics, tanto cómics como tiras de prensa. Sin embargo, Cameron nunca dibujó superhéroes, como señala Steven Thompson en su prólogo.

A mediados de los años 50, Lou Cameron, cansado de las jugarretas a las que era sometido por editores sin escrúpulos, decidió abandonar su trabajo como historietista. Literalmente, regaló su mesa de dibujo y empezó una carrera como escritor bastante exitosa que duró hasta 2006, cuando decidió retirarse. Apenas seis años había durado su etapa como dibujante, la cual le dio más sinsabores que alegrías. No obstante, sus historias han quedado entre las más originales e innovadoras de las aparecidas en las revistas pulp de la época pre-Comics Code.

El tomo editado por Diábolo Ediciones se complementa con varias estudios sobre el autor. Además de la semblanza biográfica antes mencionada, se incluyen artículos sobre el innovador estilo pop de Lou Cameron. En él se detalla la rápida evolución de su forma de dibujar y de componer las viñetas, entre otros hallazgos visuales y narrativos. También se incluye un breve artículo a cargo de Craig Yoe, editor de la Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50 americana. En él se centra en una de las historias más destacadas dibujadas por Lou Cameron, El Diablo de la Botella, adaptación del genial relato de Edgar Allan Poe.

Gracias a este puñado de historias, los lectores españoles que amamos el pulp hemos descubierto un nuevo ídolo a seguir: Lou Cameron. A pesar de su fugaz carrera como dibujante, merece la pena sumergirse en aquellos añejos cómics donde dejó su huella, tarea que Diábolo Ediciones nos ha facilitado recopilando sus mejores historias en este volumen. El que Roba a los Muertos y otras Historias de Lou Cameron es un volumen imprescindible para aquellos que consideran las obras de aquellos artistas joyas, y no basura, como fueron tildadas por las mentes pequeñas y mezquinas que acabaron a finales de los 50 con todas estas publicaciones. Estas viñetas son la prueba de que lo que hoy es considerado que atenta contra lo establecido y lo políticamente correcto, mañana puede pasar a convertirse en un hito de la cultura que merece la pena proteger y recuperar. Editoriales como Diábolo son conscientes de ello. De ahí que hayan decidido apostar por el cómic clásico, como en su colección Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50, su edición a color y en gran formato de las colecciones de EC Comics o el reciente anuncio del lanzamiento de las tiras de prensa de Polly and her Pals, de Cliff Sterrett.

El que roba a los muertos y otras historias de Lou Cameron. (Biblioteca de cómics de terror de los años 50, volumen 8). Diábolo Ediciones. Formato: cartoné, 151 páginas, color. Precio: 29,95 €

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