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BELIEVE, DE J.J. ABRAMS Y ALFONSO CUARON: EPISODIO 1X01: LA CRITICA

El sello J.J. Abrams se une a Alfonso Cuarón (Gravity) y nos presenta una serie a medias entre la fantasía y la ciencia ficción.  Una niña, Bo (Johnny Sequoyah), tiene unas sorprendentes habilidades que la convierten en objeto de deseo. La idea de que quien controle a la niña controlará el mundo hace que sea perseguida sin piedad por un millonario, y a la vez protegida por una asociación que encarga a un preso, Tate (Jake McLaughlin) al que liberan con la condición de que cuide de ella.

A este paso, Abrams va a tener que cambiar el nombre de su productora de Bad Robot a Bad Series. Como ha dejado Cuarón aparecer su nombre en semejante ridiculez lo dejaremos como uno más de los misterios insondables de nuestro mundo. Este primer capítulo no aguanta ni el visionado más benevolente. Casi parece un producto destinado al público infantil. Da la sensación de que alguien, viendo la ya cancelada Touch, pensó que el único problema de aquella serie era el niño callado. Así que pone a una niña parlanchina y ya se cree que tiene una serie original.
RECONOZCO QUE LO MEJOR  ES LA NIÑA, INCONSCIENTE EN SU INOCENCIA
DEL NIVEL DEL GUIÓN, A DIFERENCIA DEL RESTO
Ni siquiera parece que se hayan gastado mucho no ya en el guión, sino en el rodaje del mismo, por mucho que lo haya dirigido Cuarón. Como suelen hacer las malas series, la trama central se presenta desde el primer segundo. Una niña viaja con sus padres en un coche y éste es echado de la carretera por Moore (Siena Guillory), una parodia de Milla Jovovich en Resident Evil. El grupo que persigue la niña, encabezado por el millonario Roman, un Kyle MacLachlan que interpreta a un villano que parece surgido de los dibujos animados, se gasta una fortuna en un equipo de seguimiento, para aviones privados... pero no para asignar a más de una persona para que persiga a la niña. Los hay que no saben cómo gastar.
UN EQUIPO QUE NO CONVENCE, NI LOS BUENOS, NI LOS MALOS
El grupo de los buenos también es para mear y no echar gota. Tras sufrir varias bajas por parte de los malos, va y sueltan esta frase propagandística surgida de no se sabe donde, que te deja tieso en el sofá: "somos  los buenos, no usamos armas". Pues muy bien. Así comprobamos que esta gente, liderados por un tal Milton (Delroy Lindo) alias "el buena gente" no tiene más defensa cuando aparece Moore pegando tiros que esconderse o poner su pecho como diana. Eso sí, son capaces de organizar la fuga de una cárcel controlando el sistema informático y de energía, muy útil cuando te atacan con una pistola a bocajarro. A estos absurdos hay que sumarle lo manido de los personajes: tipo duro encarcelado con buen corazón (por supuesto inocente de los cargos que tenía) relacionado con la cría, niña parlanchina espabilada que va ayudando al que ve y toma decisiones por su cuenta, chica guapa del equipo de los buenos, malo muy malo, bueno muy bueno... Por no faltar no falta ni la típica mariposa que anuncia momento poderes, que ni se han molestado en que parezca de verdad.
¿ESTA ES LA MEJOR MANERA QUE TIENEN DE PROTEGER A LA NIÑA?
La escenografía y la edición tampoco se libra, la serie parece rodada en cualquier sitio y de cualquier manera, prestando nula atención a la estética. Lo mismo que a los acontecimientos. Se supone que la niña tiene poderes electromagnéticos, de ver el futuro y de conectar con las emociones de las personas y los animales. Yo no digo que no, pero lo que pasa es que también la vemos bajar paredes con más facilidad que Spider-Man, y bajarse de un autobús con la velocidad de Flash, pero es sólo porque la serie es mala. Además, ¿de dónde sacan que el mundo se domina con las habilidades de esta niña? Tendrá su cosa, pero no estamos en el siglo XV, con un dron de esos dominas mucho más. Suponemos que es muy efectivo en el eslogan, pero no se entiende. Como tampoco se entiende que nadie haya cobrado por la coreografía de las peleas entre Moore y Tate, más propias de películas de kárate de saldo en los videoclubs de los 80 que de esta serie. Por momentos, parece una parodia cómica del Saturday Night Live.
EL DE ROJO PATINA IGUAL QUE ESTE PILOTO...
Momentos como esos y la temática de la serie, que no es más que una niña perseguida a la fuga sin grandes profundidades, por más que nos quieran vender otra cosa con el pomposo título, es lo que la hace más propia de una tarde infantil que de un prime time en la NBC

Lo tremendo, al menos en España, es que está destinada a sustituir a True Detective en el mismo día, canal y horario. Aquellos que esperen algo parecido al nivel de esa serie y se encuentren semejante trufa sin esperarlo, pueden sufrir una serie de ictus irremediables y colapsar las ya abarrotadas urgencias. No creo que se pueda recomendar a nadie mayor de 10 años y, francamente, si se hubieran dedicado a ese espectro de población sin ambages, al menos habrían salvado la dignidad. 


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