Si bien el episodio de la semana anterior dejó a los fans de The Walking Dead algo desilusionados por su falta de acción, ya que se esperaba que tras el impactante final de la primera parte de la temporada todo fuera in crescendo, el capítulo de hoy ha colmado todas nuestras expectativas. Tras un comienzo inquietante, en el que comprobamos lo que todos sabíamos, o sea, quien es la misteriosa mujer que se aparece a Rick (Andrew Lincoln) en sus delirios, el episodio se desarrolla en una tensa calma que, sin embargo, no hace presagiar el impactante desenlace del mismo.
La locura de Rick parece ir en aumento, algo a lo que el grupo no es ajeno, sobre todo Glenn (Steven Yeun), quien decide tomar el mando ante la incapacidad del antiguo sheriff y la marcha de Daryl (Norman Reedus). La impulsividad del coreano es patente y Hershel (Scott Wilson) intenta disuadirlo de llevar a cabo acciones que pueden llevar al desastre al grupo, como intentar limpiar parte de la prisión, de nuevo infestada de caminantes, o emprender un ataque contra Woodbury antes que el Gobernador (David Morrissey) venga a por ellos. Para colmo, Maggie (Lauren Cohan) rechaza a Glenn cuando este intenta hablar con ella. Maggie sigue traumatizada por lo que sufrió a manos del Gobernador e, incomprensiblemente, parece culpar a Glenn de ello. En mi opinión, no está lo suficientemente bien explicada la razón de la actitud de Maggie respecto a Glenn, ya que en ningún momento hemos visto hacer o decir nada a este que pueda provocar tal reacción en la hija de Hershel.
MICHONNE TENDRÁ OPORTUNIDAD DE LUCIRSE CON SU CATANA |
Mientras, en Woodbury, hay una tensa calma tras el asalto del grupo de Rick. El Gobernador, vestido con piel de cordero, hace una visita a Andrea (Laurie Holden), alabando su discurso de ánimo a los habitantes del pueblo y proponiendo que sea ella la nueva líder. Andrea parece sorprendida por la propuesta y por la falta de revanchismo del Gobernador contra sus antiguos compañeros. Cuesta creer que esta chica, con todo lo que ya ha visto hacer a ese sujeto, siga creyéndole y no coja el petate y se marche en busca de su antiguo grupo. Para mi, es una de las debilidades importantes del guión de esta tercera temporada.
Los hermanos Dixon, por su parte, continúan vagando por los bosques sin nada que echarse a la boca e intercambiando reproches. Daryl pretende volver a la prisión, algo a lo que Merle (Michael Rooker) no está dispuesto. Sin embargo, al toparse con unos caminantes que atacan a un grupo de mexicanos, tendrán que intervenir, a pesar de las reticencias de Merle. Este, tras liquidar a los zombies, intenta saquear los víveres de los asustados mexicanos, algo que impide Daryl. Era la excusa perfecta para dar un ultimátum a Merle: cambiar de actitud y seguirle a la prisión o quedarse de nuevo solo en el bosque. Era de esperar que los dos hermanos no estuvieran mucho tiempo alejados del grupo, son personajes demasiado importantes y carismáticos para desaprovecharlos.
DARYL REGRESA A LA PRISIÓN CON SU HERMANO |
Mientras Hershel trata que Rick vuelva con el grupo y descanse un poco, la amenaza planea sobre la prisión. Otro protagonista muere en el episodio, alguien que todos ya sabéis pero no por ello su muerte deja de sorprendernos. Aunque no puede decirse que este sea el ataque definitivo del Gobernador a la prisión, logra crear el suficiente caos para poner al grupo de Rick contra las cuerdas o, mejor dicho, contra las vallas. Con tan solo tres hombres armados y una camioneta cargada de caminantes, El Gobernador es capaz de poner en jaque el refugio de Rick y los suyos. La escena rebosa tensión y nos vuelve a traer a la memoria las impactantes secuencias a las que asistimos en la primera parte de esta temporada. Aun así, y a pesar de lo espectacular del ataque a la prisión, hay algunas cosas que no llegan a convencerme. Uno de ellas sería el propósito de Glenn para marcharse nadie sabe donde precisamente momentos antes del ataque y su llegada cuando casi todo ha terminado. Otro factor que no queda claro es el conductor del furgón de caminantes, al que vemos salir disparando del vehículo pero al que no vemos caer abatido.
RICK VUELVE A LA REALIDAD CON EL ATAQUE DEL GOBERNADOR |
Estupendo episodio, en el que se avanza en la historia y el Gobernador mueve ficha contra la prisión. La locura de Rick parece ir en aumento con Glenn pretendiendo ocupar el vacío de poder en el grupo. En este episodio hemos echado en falta a Tyreese y los suyos, una ayuda que habría venido muy bien en los momentos del ataque, como seguramente reconocerá Rick en el próximo capítulo. La vuelta de Merle al grupo promete grandes momentos, así como ver hacia donde se inclinan finalmente las lealtades de Andrea.
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