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Hellboy (2019). La Crítica (Sin Spoilers)

Once años después de la última película dirigida por Guillermo del Toro, Hellboy II: El Ejército Dorado, llega el reboot de la franquicia, estreno rodeado de polémica por la supuesta censura a la que ha sido sometida la cinta aquí en España. Dirigida por Neil Marshall (Dog Soldiers, The Descent), la película cuenta, como nuevo Hellboy, con David Harbour, popular actor a raíz de su papel de sheriff Jim Hopper en la serie Stranger Things. Estrenada en Estados Unidos el pasado 12 de abril, la película lleva apenas recaudados 22 millones de dólares en aquel país. La taquilla internacional apenas rebasa los 18 millones de dólares. En otra palabras: la cinta está levantando poco entusiasmo entre el público, y menos aún entre la crítica. 

Hellboy (2019)

Mi sexto sentido sobre los estrenos siempre me avisa de que, si dicen que una película es muy mala, probablemente será mejor de lo que la pintan; si aseguran que es la mejor del año, posiblemente será decepcionante. Y es lo que me ha sucedido con Hellboy.

El prólogo de la película sí es decepcionante. El blanco y negro no le viene nada bien a la escena en la que se nos presenta lo que será el mcguffin de la historia: la muerte en el siglo VI de la bruja Vivian Nimue (Milla Jovovich) a manos del rey Arturo. La escena, que parece un anuncio de televisión (ni por un momento te crees ni a ese Arturo metrosexual ni al extraño mago Merlín), está saturada de fondos verdes y CGI, y no demasiado conseguido. Un mal comienzo que ya nos hace dudar que lo que vendrá después pueda ser mejor.

Sin embargo, la cosa mejora. La escena de Hellboy en el ring de lucha libre es todo un homenaje al cómic Hellboy en México (2010), y un guiño al realizador de las anteriores dos entregas. La escena me recordó a Abierto Hasta el Amanecer (1996) y los vampiros mexicanos monstruosos que poblaban la excelente cinta de Robert Rodríguez. Tras esta introducción, que sirve para presentarnos la nueva encarnación del personaje, la historia comienza a desarrollarse, desfilando en pantalla los elementos habituales de los cómics de Mike Mignola: sociedades secretas, ectoplasmas, gigantes, brujas rusas y al socarronería y humor negro propio de Hellboy.

David Harbour, Ian McShane
"¿ME DEJAS QUE TE LIME LOS CUERNOS?" ESTA Y OTRAS FRASES TE SACAN CONTINUAMENTE DE LA PELÍCULA


La película nos muestra a un Hellboy algo más joven, en su comportamiento, comparado al que interpretara Ron Perlman en las películas de del Toro. La actitud hacia su padre adoptivo, Trevor Bruttenholm (Ian McShane), llamándolo "papá" a cada momento, parece darnos a entender que estamos ante un Hellboy menos experimentado y curtido que el anterior. Si bien McShane interpreta a un eficaz Profesor Bruttenholm, la relación padre-hijo no está tan bien perfilada como la de Perlman/John Hurt. 

La interpretación de Harbour como Hellboy no está nada mal. Se nota que el actor se esfuerza por hacer un buen papel, aunque el guion no le dé demasiadas facilidades. Se ha dicho que tanto él como Ian McShane metieron mano en el guion durante el rodaje, rumores desmentidos por los productores, claro está. También se ha comentado que los dos productores se inmiscuyeron en la labor del realizador Neil Marshall, llegando a despedir a su director de fotografía habitual solo para dejar claro quién estaba al mando. Del propio Harbour se dice que abandonó el set en varias ocasiones al negarse a repetir algunas escenas por orden de Marshall. Por ello, no es de extrañar que la película haya acusado estos problemas, dando la sensación, en muchos momentos, que estamos viendo una producción en la que ha metido la mano mucha gente, y no precisamente para bien.

MILLA JOVOVICH
MILLA JOVOVICH, EN EL PAPEL DE LA MALÉFICA DAMA DEL LAGO ARTÚRICA


A pesar de sus 120 minutos de duración, de su montaje algo caótico, su guion errático y sus personajes secundarios no demasiado carismáticos, Hellboy no llega a aburrir. La acción es casi continua, destacando sobre todo la lucha del protagonista con los tres gigantes, la escena con la bruja Baba Yaga  y el clímax del film. Se dice que la versión estrenada en Estados Unidos, clasificada R, contiene bastante gore y escenas violentas. Solo hay que comparar el tráiler español y el americano. De hecho, en la película, se notan los cortes que han suprimido los planos más sangrientos. Aún así, la violencia mostrada en esta película es superior a la de las dos entregas dirigidas por del Toro. ¿Habría cambiado sustancialmente la película de habernos llegado íntegra, sin censura? Seguramente no. Los problemas de este Hellboy no son producto del corte de ciertas escenas, sino de un guion mal planteado, una producción no demasiado cuidada y una falta de valentía al no querer explorar la rica mitología del personaje.

En cuanto a los efectos visuales, como digo más arriba, la película ya comienza mal. Luego, la cosa mejora, sobre todo el excelente maquillaje de Baba Yaga, la criatura cerdo Gruagach, los gigantes o el propio Hellboy. Sin embargo, la escena del Londres invadido por las criaturas sobrenaturales tira demasiado de CGI, con unos diseños que recuerdan bastante al de los monstruos de las películas de Guillermo del Toro, y no solo las de Hellboy. En definitiva, se nota bastante que el presupuesto, de 50 millones de dólares, no daba para mucho más, rozando peligrosamente el aspecto que lucen producciones como las de la productora The Asylum (saga Sharknado) o las del inefable Uwe Boll (Alone in the Dark, En el Nombre del Rey). Solo hay que ver los ectoplasmas, bastante grimosos, la verdad. O el personaje de Daniel Dae KimBen Daimio, un hombre jaguar que aparece fugazmente para que no nos demos cuenta de lo mal recreado que está por CGI.

Daniel Dae Kim, David Harbour, Sasha Lane
ALICE MONAGHAN Y BEN DAIMIO, PERSONAJES RECURRENTES DE LA COLECCIÓN DE CÓMICS BRPD (AIDP EN ESPAÑOL)


Hellboy es un cajón de sastre en el que todo cabe. Una bruja ancestral, interpretada convincentemente por Jovovich, reyes de baratillo, luchadores mexicanos, caballeros ingleses matagigantes, médiums, gente del bosque, chistes malos y un final demasiado parecido al de la película Fuerza Vital (Lifeforce), de 1985. Adelante, revisa los últimos diez minutos del film de culto de Tobe Hooper y me cuentas en los comentarios...

La película, con dos escenas postcréditos en la mejor tradición de Marvel, da a entender que las intenciones de la productora son las de rodar una secuela. Sin embargo, muy bien se le tiene que dar en la taquilla internacional para que esto finalmente suceda. Y es una pena, porque David Harbour ha demostrado encarnar a un más que eficaz "Rojo", lidiando como ha podido con un guion caótico, problemas entre bambalinas y la inevitable comparación con las dos películas anteriores. La rica mitología del personaje creado por Mignola allá por 1993 (atentos a la aparición de Bogavante Johnson, al que da vida Thomas Haden Church) da para mucho más. Lo difícil va a ser que alguien decida apostar de nuevo su dinero para ofrecernos una película, al menos, a la altura de las dos que nos dejó Guillermo del Toro.

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