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THE KNICK: 5 RAZONES PARA VER LA SERIE DE SODERBERGH Y CLIVE OWEN

Este año 2014 no está siendo ninguna maravilla en cuanto a la calidad de las series estrenadas. Encima, las pocas que están por encima de la media, no están teniendo la repercusión que merecen. Una que me ha maravillado recientemente es The Knick. Es un drama médico ambientado en 1900 en el que se vive una época fascinante de grandes avances dentro de la medicina. Razones hay muchas para verla, pero os las resumo en estas cinco para que os animéis a ello:



LA DIRECCIÓN DE SODERBERGH: No hace mucho este joven director anunciaba que dejaba de dirigir películas. Decepcionado porque opina que sólo se valora a los directores que hacen mucho dinero, decidió recalar en la televisión ahora que ofrece historias con más calidad que el cine. Esta serie por tanto destaca por lo mimada que está su dirección... y prácticamente todo lo demás. Soderbergh demuestra su amor por su obra sin concesiones y es algo que llega a cualquier espectador exigente. Un trabajo bien hecho alejado de otras obras alimenticias a las que se apuntan directores de prestigio en la televisión.

CLIVE OWEN:  Un actor que parecía destinado a ser una gran estrella del cine pero que finalmente ha encontrado el papel de su vida en la televisión. Desafortunadamente, pareciera que casi nadie se esté enterando. Respecto a su papel del doctor John Thackery, dijo que era de los que le recordaba por qué quería ser actor. Un personaje lleno de debilidades y fortalezas y con una gran personalidad que no podría ser interpretado por cualquiera. Afortunadamente, no lo ha sido.

SODERBERGH DIRIGIÓ TODOS LOS CAPÍTULOS 

ES UN VERDADERO ACERCAMIENTO A LA ÉPOCA: No es que haya una exactitud histórica absoluta, ya que el primer médico de raza negra trabajando en un hospital de Nueva York no lo hizo hasta 1920. Eso si, lo recibieron dimitiendo todos los demás. Es un innegable viaje al pasado alejado de los oropeles y el romanticismo que suelen mostrar los dramas de época. La vida era muy dura incluso para los ricos, donde morir en el parto no era algo raro y coger una intoxicación alimentaria letal también entraba dentro de lo normal. Por  no hablar de los efectos devastadores de la sífilis, que tan común era. Niños de 7 años trabajando en fábricas  y el certero retrato de la llegada de la luz eléctrica o de los rayos X son sólo algunos detalles del gran trabajo de documentación de la serie.

APORTA ORIGINALIDAD EN LAS SERIES MÉDICAS: No es que no haya un  doctor sarcástico que casi es un genio y alguna enfermera enamorada. Los hay. Es que la serie no va de eso.  No vas a reconocer en esta apuesta los típicos casos médicos que pululan desde hace años en las televisiones. El duro reflejo de la adicción a la cocaína de Thackery, los problemas de Algernon atrapado en un mundo racista, la gestión del hospital y la profundidad en la que entran para explicarte las operaciones en todos los sentidos la apartan definitivamente de lo que hayas visto hasta ahora.

THACKERY Y ALGERNON ESTÁN LIGERAMENTE BASADOS EN PERSONAJES REALES

TODOS LOS PERSONAJES Y SUS CIRCUNSTANCIAS: No me gusta llamarlos secundarios porque todos terminan siendo importantes y van ganando peso a lo largo de la temporada. Es más, resultan imprescindibles para desarrollar el fino sentido del humor de la serie. Desde los problemas con las deudas del gerente y su imaginativa manera de solventarlos (descubriréis que tampoco era una época buena para deberle nada a nadie), a la sufrida hija del dueño, Cornelia. La monja rebelde o el drama del doctor Everett son sólo una muestra que enriquece la realidad de una época que demuestra que cualquier tiempo pasado fue peor.

Una delicatessen que espero con el tiempo reciba el lugar que se merece, ya que de momento apenas está teniendo repercusión y es tremendamente injusto. Con deciros que en vez de en HBO, la han estrenado en Cinemax, que es una especie de hermana pequeña de ésta. Al menos tenemos una segunda temporada garantizada. La esperamos con ganas.

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