Por raro que nos pueda parecer, el cómic Barbarella no ha sido publicado completo en España hasta 2023. Se lo debemos a Dolmen Editorial, quien lanzara una primera edición en cartoné. Es cierto que su fama proviene sobre todo de la película producida por Dino de Laurentiis de 1968, dirigida por Roger Vadim. Estuvo protagonizada por Jane Fonda, aunque en el cómic de Jean-Claude Forest tuviera a Brigitte Bardot como inspiración. A continuación, analizamos la nueva edición de Barbarella que Dolmen Editorial ha lanzado este 2025.
EL ORIGEN DE BARBARELLA, LA HEROÍNA ESPACIAL
El mundo de la ciencia ficción estaba a principios de los años sesenta —y en las décadas anteriores— dominado por los hombres. No era de extrañar debido al escaso interés que el tema despertaba en la mayoría de mujeres de la época. Incluso aquellas a las que les apasionaba el género y escribían obras de dicha temática, lo hacían bajo seudónimo masculino o disfrazándose detrás de unas iniciales. Ahí están los nombres de James Tiptree, Jr. (Alice Sheldon), Andre Norton (Alice Mary Norton) o C. L. Moore (Catherine Lucille Moore), por citar solo a tres. Precisamente, en 1955, la revista gala V Magazine encargó a Jean-Claude Forest ilustrar el relato Shambleau, de C. L. Moore. Este fue publicado originalmente en la revista Weird Tales en noviembre de 1933. Más que un cómic, este relato ilustrado llevaría a Forest a ser elegido por los editores de V para crear, años después, una historieta seriada de ciencia ficción con protagonista femenina: Barbarella.
Con estos antecedentes, Jean-Claude Forest recibió el encargo de crear una protagonista femenina para una serie de aventuras espaciales que iba a publicarse en la revista francesa de corte erótico V Magazine. La economía de Forest no le permitía rechazar trabajo alguno. Además, estar a cargo del guion por primera vez lo entusiasmó. Barbarella se publicó de manera seriada en aquella revista picante hoy en día casi olvidada, y apenas tuvo repercusión. Sin embargo, sí que llamó la atención del polémico editor francobelga Eric Losfeld. Éste, que no era ajeno al mundo del erotismo y la sensualidad, por decirlo suavemente, vio el potencial de usar los cómics como vehículo de expresión. Así que lo recopiló, lo editó de manera exquisita, y la censura de entonces se encargó de hacerlo objeto de deseo.
BARBARELLA, SUS AVENTURAS Y SU EROTISMO
Estamos en el siglo XXX, en el que viajar por el espacio y conocer todo tipo de seres y criaturas es posible. Barbarella es una chica de la que no sabemos nada, más allá de su desengaño amoroso que la ha llevado a alejarse de su planeta natal, la Tierra. Hubiera agradecido conocer mínimamente al personaje, pero Forest estaba deseoso de mostrar sus ideas de diseños de mundos espaciales. Aquí el protagonismo lo tienen las variadas aventuras de Barbarella. Y ahí sí que no hay queja. Ella recorre una serie de mundos, como el frío Lythion, con problemáticas imaginativas, a las que siempre se le puede sacar un paralelismo terrícola. Sin embargo, si no tienes ganas de complicarte la vida con ideologías, que para eso ya tenemos el 100 % de la producción audiovisual de los últimos años, se disfruta como una gran aventura galáctica. Me niego a que sea abanderada de nada. Para mí es un personaje de ficción original, y punto.
De hecho, la gran belleza de Barbarella y su juventud, junto a su gran empatía, son el gran vehículo a través del cual surcamos el espacio. Tenemos aquí a una superheroína femenina, que enfrenta el mundo con lo que mejor se le da. Y no son los puñetazos precisamente. Su feminidad es su fuerza, no necesita imitar a los hombres, ni a nadie. Barbarella se entrega a la sensualidad y a la sexualidad sin tapujos ni inhibiciones. Eso sí, siempre con quien tiene afinidad, simpatía o atracción. No implica para ella ningún tipo de compromiso más. Puede decirse que Barbarella abrió el camino a la aparición de otras heroínas del cómic francobelga, como Natacha —más vestida y para un lector más joven—, también publicada por Dolmen.
Si entras en el modo de ver las cosas de Barbarella, acaba siendo algo natural y orgánico en la lectura. No te extraña en absoluto su forma de ir por el Universo. Otra cosa que cuesta más creer es su fe en que su capacidad de seducción y su desnudez la van a sacar siempre de ataques y amenazas. Los dibujos de Forest sin duda inspiraron posteriormente a artistas como Milo Manara, aunque el italiano es mucho más explícito que Forest. Barbarella siempre deja algo a la imaginación. Aunque no mucho.
LA EDICIÓN Y EL DIBUJO DE BARBARELLA
A lo largo de sus dos partes, diferenciadas claramente en el tomo en el estilo del dibujo y en las intrigas que sufre, no hay un respiro ni descanso para el lector. No soy en general fan de los cómics en blanco y negro, pero reconozco que al ver las páginas en color que aparecen en los extras del tomo, prefiero la versión original. Le viene bien a la historia de Barbarella y le da ese toque atemporal que, salvando la estética sesentera de la protagonista, no sería tan fácil de ubicar.
El dibujo de Jean-Claude Forest es bello, dinámico, como realizado sin apenas esfuerzo, si bien en la segunda parte mi impresión es que no es tan bueno. Llegué a creer que habían cambiado el dibujante, al menos en parte. La historia da un salto curioso aquí, pero no sufrí la bajada de calidad en lo narrado tanto como en el dibujo. Al ser su primera obra guionizada, sí podemos achacarle algo de confusión entre unas historias y otras, pero no es raro en la ciencia ficción. Es todo un nuevo universo que está muy claro en la mente del autor, pero es complicado no perderse en algunos pasos como lector. Nada que no haya vivido antes en este género de la fantasía espacial, que ya aviso no es mi especialidad.
La calidad del papel y la impresión de esta nueva edición de Dolmen es extraordinaria, y más en estos tiempos en los que algunos editores escatiman constantemente a todos los niveles. Un papel poroso, adecuado al tipo de dibujo, que da gusto pasar. Como extras, ofrece un buen número de curiosidades acerca de la obra, el autor, la publicación, la época... También se incluyen páginas a color y portadas de diversas ediciones de Barbarella. Si disfrutas con este tipo de aportaciones, no podrás quejarte. No solo son abundantes los extras, sino que realmente aportan algo al lector, nada que ver con la acostumbrada acumulación de portadas alternativas o bocetos que solo sirven para engordar tomos y subir el precio.
En definitiva, Barbarella no solo es un cómic imprescindible para los amantes del Noveno Arte, sino una obra que debería ser leída por quienes deseen descubrir una vertiente más de la gran revolución cultural, social y política que vivió Francia y el resto de Europa durante los años 60 y 70.
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