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Thongor el Bárbaro, el Primer Conan Cinematográfico

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El 14 de mayo de 1982 se estrena una de las películas del género fantástico más influyentes de la historia del cine: Conan el Bárbaro. Dirigida por John Milius y protagonizada por Arnold Schwarzenegger, Conan the Barbarian estaba basaba en varios relatos del escritor texano Robert E. Howard (1906-1936). Esta obra maestra del género de la espada y brujería fue todo éxito en taquilla, lanzando al estrellato a su actor protagonista y convirtiéndose en un clásico del género. 

La idea de llevar al personaje de Howard a la gran pantalla, sin embargo, no surgió de la noche a la mañana. Milton Subotsky, fundador de la productora Amicus, rival de la mítica Hammer Films, intentó desde mediados de los años 70 sacar adelante su propia versión de Conan. Incapaz de hacerse con los derechos del personaje, Subotsky adquirió los de Thongor, un bárbaro surgido de la imaginación de Lin Carter, gran admirador de Robert E. Howard. Esta es la historia de Thongor en el Valle de los Demonios, un proyecto que no llegó a ver la luz pero que sirvió, en cambio, para poner las bases del Conan de John Milius.

EL CONAN DE LA AMICUS

Subotsky era un gran aficionado a la literatura fantástica, y ello lo reflejaban las películas de su productora, la Amicus. La compañía, activa entre 1962 y 1977, se había centrado en largometrajes de fantasía, horror y ciencia ficción. La Tierra Olvidada por el Tiempo (1975), Torture Garden (1967) o Tales from the Crypt (1972) fueron algunos de sus títulos. Subotsky vio en el personaje de Conan la oportunidad de hacer una película épica de aventuras fantásticas como nunca antes se había visto.

El sueño del productor anglo-norteamericano era realizar un film casi sin diálogos, para que no necesitara doblaje ni subtítulos. Estaría dirigida a todas las edades, a diferencia de la versión de John Milius, de enfoque decididamente adulto, y se inspiraría en la película japonesa Yojimbo (1961). Dirigida por Akira Kurosawa, Yojimbo narra la azarosa vida de un samurái sin señor, interpretado por Toshiro Mifune.

En la primera escena del Conan de la Amicus vemos al personaje colgando de una cruz, agonizando. Un buitre se posa en su hombro, pero Conan se revuelve y le arranca la cabeza de un mordisco. El impactante momento sería reciclado en la película de Schwarzenegger. Más tarde, creyéndole muerto, sus enemigos le descuelgan de los maderos, pero el héroe vuelve a reaccionar y los masacra. El resto de la película nos muestra a Conan vengándose uno a uno de los que casi le conducen a la muerte.

A diferencia de las historias de Robert E. Howard, el Conan de Subotsky hubiera sido menos brutal y despiadado, con el fin de evitar que la película fuera calificada no apta para menores. Sin embargo, los derechos del personaje fueron adquiridos en 1979 por el magnate italiano Dino de Laurentiis, acabando con la posibilidad de Subotsky de llevar a cabo su versión de Conan. Sin embargo, el productor no se rindió, y vio en un personaje muy similar al bárbaro cimmerio la posibilidad de sacar adelante su película.

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THONGOR DE LEMURIA

Ávido lector de novelas de espada y brujería, Subotsky era conocedor de Thongor, una creación del literato estadounidense Lin Carter, a su vez gran admirador de la obra de Robert E. Howard. El bárbaro de Carter era muy del estilo de Conan, casi un pastiche, aunque con más humor. El productor se hizo con los derechos del personaje en 1976 y enseguida comenzó a trabajar en el guion de Thongor en el Valle de los Demonios, basado en la novela El Mago de Lemuria, la segunda de la saga. Subotsky creía que su personaje lo tenía todo para triunfar: aventuras, fantasía, épica y humor. Si Star Wars había sido un éxito con dicha fórmula, ¿por qué no Thongor?

Para el papel protagonista, Subotsky había pensado en Arnold Schwarzenegger, pero por aquel entonces el culturista austríaco ya había firmado para interpretar a Conan el Bárbaro. Como alternativa, se barajó la posibilidad de que Thongor fuera interpretado por David Prowse, el actor tras la máscara de Darth Vader en la saga Star Wars.

Subotsky ya tenía la historia, pero necesitaba dar personalidad a su película con un diseño de producción nunca visto hasta el momento. Para ello, contrató los servicios de Anthony Pratt, artista conceptual que realizó numerosas ilustraciones y diseños del mundo de Thongor y sus pobladores. Pratt ha sido diseñador de producción de series y películas como Roma, Hermanos de Sangre, El Hombre de la Máscara de Hierro o Excalibur. Como director, se eligió a Harley Cokeliss, quien hasta ese momento solo había dirigido cortos y documentales, pero con experiencia en animación stop-motion. Con el guion y los diseños, Subotsky comenzó su largo periplo intentando vender su película a algún gran estudio.

El problema de Milton Subotsky era que apenas tenía experiencia en la búsqueda de financiación. Su antiguo socio en la  Amicus, Max Rosenberg, era quien siempre se había encargado de ese tema, mientras que Subotsky se había dedicado a la producción material de las películas. Los problemas durante la producción de La Tierra Olvidada por el Tiempo (1975) hicieron que Subotsky abandonara la Amicus y decidiera fundar Sword and Sorcery Productions. Esta productora estrenó películas como Dominique (1979) o la mediocre miniserie Crónicas Marcianas (1980), protagonizada por Rock Hudson.

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EL ARGUMENTO DE THONGOR EN EL VALLE DE LOS DEMONIOS

La historia da comienzo con una duelo con espadas entre Thongor el Poderoso y uno de los hombres más fuertes de su regimiento debido a una apuesta. De un solo mandoble, el oponente es reducido a un guiñapo sanguinolento. Thongor es detenido, encadenado y arrojado a una mazmorra hasta el amanecer, momento en que será ejecutado. Sin embargo, el bárbaro logra escapar en una balsa voladora de hierro creada por la magia de un alquimista. En su huida, dos "halcones-lagarto" se unen a la persecución, haciendo que Thongor casi caiga en las fauces de un monstruo antediluviano. La alegría dura poco a nuestro héroe, ya que vuelve a estar amenazado, esta vez por una araña gigante voladora. Afortunadamente, mientras el monstruo prehistórico comienza a pelearse con la araña, Sharjasha, el Mago de Lemuria, termina con ambas criaturas.

Pero el favor de Sharjasha no es gratis. Para que la humanidad sobreviva, Thongor debe hacerse con la Piedra Estelar, custodiada por dos serpientes gigantes —como la del templo de Seth, en Conan el Bárbaro—. Para su misión, el mago debe fabricar una espada mágica, algo que solo puede llevar a cabo en Patanga, la Ciudad del Fuego. Hecho esto, el arma debe ser llevada a la Gran Montaña, donde Thongor ha de imbuir el arma con el poder de los dioses. Todo esto debe ser realizado antes de que los Dragones Hechiceros, unos terribles lagartos humanoides, despierten a su dios demonio.

La misión de Thongor parece truncarse cuando es capturado por los Druidas Amarillos y es casi devorado por una criatura. Todas estas tribulaciones no le impiden rescatar a la típica princesa y, de camino, salvar de la vida del guerrero Karm Karvus. Mientras el bárbaro se enfrenta con un halcón-lagarto y sus hambrientos polluelos, sus amigos se adentran en la guarida de los Dragones Hechiceros. Solo resta una hora para que su terrible dios vuelva a la vida. La princesa Sumia, Karm y el mago son atrapados y encadenados a una gran piedra, mientras los seres lagarto hacen restallar sus gruesas colas con regocijo.

La ceremonia de resurrección del dios demonio da comienzo. Lentamente, una gran figura cornuda se yergue de entre las sombras, ansiosa de devorar a sus primeras tres víctimas. De repente, Thongor entra en escena blandiendo en alto su espada mágica. El bárbaro golpea a los adoradores del dios demonio y obliga a este a volver a su eterno descanso. Thongor el Poderoso ha triunfado, pero esta vez no está solo.

Esta es, básicamente, la película que Subotsky tenía en mente, una producción repleta de acción y efectos especiales. Para animar las criaturas, como los "halcones-lagarto" se pensó en la animación stop-motion, técnica que iba a ser llevada a cabo por Tony McVey, un especialista que había trabajado en películas como Superman o Sinbad y el Ojo del Tigre.

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THONGOR, UN BÁRBARO DE SERIE B

El primer estudio al que acudió Subotsky fue la American International Pictures, de Samuel Arkoff. A este no le entusiasmaba el guion, pero vio posibilidades en la venta de merchandising. Recordemos que Star Wars había desencadenado un boom en la venta de artículos y juguetes relacionados con el film de George Lucas como nunca antes se había visto en la historia de la cinematografía. Una de las objeciones de Arkoff era que el romance no aparecía hasta bien entrada la película, concretamente en la página 64 del guion. 

Tanto Arkoff como Cokeliss, el director propuesto, solicitaron una reescritura del guion, algo a lo que Subotsky se resistía, ya que pensaba que eso afectaría a la clasificación para todos los públicos. El realizador opinaba que los personajes eran planos y la historia muy esquemática. No obstante, Subotsky rechazaba introducir mas diálogos pues pensaba que eso lastraría una película eminentemente de acción.

En 1978, Subotsky y Cokeliss fueron a Cannes a vender su película con un libro de 48 páginas con ilustraciones y diseños conceptuales. Afortunadamente, la United Artists se interesó por Thongor y adelantó algo de dinero para comenzar con la preproducción del film, que comenzó a finales de 1979. Subotsky reunió a un equipo técnico para que fueran desarrollando los numerosos efectos visuales de la película, incluidas las criaturas animadas mediante stop-motion. Se contrató al jefe de efectos especiales de la Metro Goldwyn Mayer para supervisar el rodaje, y se logró el permiso para usar el equipo y el plató de otra gran producción que nunca llegaría a ver la luz: Los Micronautas.

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EL BÁRBARO DE LAS GALAXIAS

United Artist solicitó a Subotsky un desglose de los gastos. Este les aseguró que podía hacer la película con siete millones de dólares. La compañía aceptó, y parecía contenta con como iban las cosas. Incluso, se contrató al especialista en efectos mecánicos Nick Allder, quien por aquel entonces estaba trabajando en El Imperio Contraataca. Fue precisamente Harley Cokeliss quien se encargó de dirigir la segunda unidad de El Imperio Contraataca tras el trágico fallecimiento de John Barry en pleno rodaje. Cokeliss llevaba ya invertidos dos años en el proyecto de Thongor, y tenía que pagar la hipoteca como todo el mundo.

Tras el rodaje de El Imperio Contraataca, Cokeliss volvió a su antiguo proyecto. Rodar escenas como la lucha entre Luke Skywalker y Darth Vader en Bespin o las que transcurrían en el Halcón Milenario habían enriquecido sus conocimientos sobre efectos visuales. Asimismo, Cokeliss contactó con el ilustrador británico John Bolton (Batman: Manbat, The Evil Dead) para que realizara los storyboards de Thongor en el Valle de los Demonios. Todo parecía ir bien. En noviembre de 1979, las revistas de cine especializadas anunciaron que la United Artists preparaba un épico largometraje de espada y brujería. Seis semanas después, el proyecto fue descartado sin motivo aparente.

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EL FIN DE THONGOR

Siguen siendo un misterio las razones por las que los estudios United Artists desecharon el proyecto. No parecía que fuera la historia, ya que habían aceptado el guion de Subotsky desde el principio. Parece ser que más bien se trató de cuestiones financieras. A la vez que Thongor, United Artists se encontraba en pleno desarrollo del film La Puerta del Cielo, de Michael Cimino. El presupuesto de esta película se había sobrepasado en más de diez millones de dólares, lo que puso en serios aprietos a los estudios. Simplemente, Thongor llegó en un mal momento.

Tras el fiasco de Thongor, Milton Subotsky necesitaba desesperadamente un éxito. Este le llegó en forma de la película El Club de los Monstruos (1981), protagonizada por Vincent Price y John Carradine. Esto hizo posible que acometiera otros proyectos, como varias adaptaciones de obras de Stephen King, como Los Ojos del Gato (1985) o La Rebelión de las Máquinas (1986). Incluso, llegó a barajar la posibilidad de estrenar Thongor en el Valle de los Demonios en forma de película o serie animada.

Milton Subotsky falleció en 1991 a los 69 años, sin ver cumplido su sueño de ver al bárbaro Thongor en la gran pantalla. Sin embargo, el personaje sigue vivo en la decena de novelas y relatos que Lin Carter dedicó a Thongor y su mundo. Marvel Comics introdujo al personaje en su colección Creatures on the Loose, concretamente entre los números 22 al 20 (marzo 1973 a mayo de 1974). Desde entonces, Thongor no ha vuelto a aparecer en ningún otro cómic Marvel ni, por supuesto, en ninguna película o serie de televisión.

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