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ARROW, TEMPORADA 4: 5 RAZONES POR LA QUE ES UN HORROR

Arrow fue la primera serie que dio el pistoletazo de salida para la abundante oferta televisiva de superhéroes que tenemos hoy día. Desde aquí hemos defendido bastante la serie, llegando a reseñar todos sus episodios en temporadas anteriores. Sin embargo, somos conscientes de que la cosa ha ido a peor hasta el punto de que esta cuarta temporada la mayor emoción que provoca es la vergüenza ajena. Os reseñamos en cinco puntos algunas de las razones que pensamos que han provocado este desastre. 


EL VILLANO, DAMIEN DARHK

Arrow ha cogido la costumbre de tener un villano por temporada que no tiene otra cosa que hacer que destrozar su ciudad. El problema es cuando ya vamos por la temporada 4 y ese esquema aburre. No solo aburre, sino que no tiene ningún sentido. Este villano, Darhk (o Dark), lo conozco como enemigo de los Teen Titans. No es que sea un villano muy impactante, pero tiene bastante más sentido que este hombre, que a estas alturas no sabemos qué quiere o a que viene todo lo que hace. La falta de ideas es tan evidente que da la sensación de que los buenos guionistas han recibido mejores ofertas de otras producciones. 

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¿EL PROTAGONISTA ES ARROW O FELICITY?

Recuerdo una referencia que había sobre Boardwalk Empire sobre un secundario, Richard Harrow, que no sería eliminado porque era un favorito de los fans. Aquello me hizo gracia, porque una de las mejores series de la historia como es esa se pasaba por el forro lo que los fans pidieran. Y así fue. Sabían lo que tenían que contar y punto. En cambio, en Arrow se comportan con la audiencia como los malos padres: si el niño sólo come helado, pues démosle sólo helado. Y claro, al final nos sale un churro de dieta y un churro de serie. A Felicity la hemos visto en silla de ruedas cual Oráculo, pero apenas unos capítulos. Enseguida se ha solucionado como si nada hubiera pasado con un microchip. Eso no es serio. Luego anula su boda con Oliver por una chorrada que no convence a nadie sólo para alargar. Y no para de aparecer en escena cuando realmente lo que le sucede no tiene interés nada más que para aquellos que lean la revista Cuore

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LA COMPETENCIA

Desde el estreno de Arrow, se ha multiplicado la oferta televisiva sobre superhéroes. En su mismo canal tenemos a The Flash que, sin más pretensiones que entretener, ha conseguido superarla en audiencia y en calidad. En abierto, hasta Gotham está mejorando bastante. Y, si nos vamos a Netflix y sus Daredevil o Jessica Jones, la cosa es para llorar si comparamos. Frente a personajes bien construidos que tienen que enfrentar la dureza de sus decisiones, aquí tenemos una fiscal que es vigilante por las noches, y no solo no tiene nunca ni un rasguño, sino que tiene menos conflicto existencial que una ameba. Arrow no para de bajar en calidad, llegando a aburrir, mientras otras producciones están presionando para llevar los limites cada vez más lejos. 

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¿QUÉ NOS QUIEREN CONTAR?

Volviendo a una reflexión anterior, no tengo ni idea de qué va esta temporada. Dan tumbos arriba y abajo, con episodios de rellenos y tramas amorosas sin interés ni fundamento (Quentin Lance rompe con la madre de Felicity sin explicar el por qué...). No recuerdo haberme aburrido tanto viendo Arrow como esta temporada. La búsqueda de golpes de efecto, como esa muerte sin desvelar durante tantos episodios no hace más que evidenciar la desesperación por enganchar a la audiencia sin tener en realidad nada que ofrecer. 

¿POR QUÉ NO VEMOS AL VERDADERO GREEN ARROW?

Cuando anunciaron que Oliver sería Green Arrow en vez de Arrow y que se dejaría perilla, tuve la esperanza de que trasladarían algo de los buenos cómics de Green Arrow a la serie televisiva. Un Oliver cabrón, infiel, divertido e irreverente; un Roy Harper que se tira todo lo que se menea y que la lía cada vez que habla. Mi gozo en un pozo. En vez de eso, lo que vemos es a un Oliver lloriqueando detrás de su novia Felicity para que se case con él. Lamentable.

Por el camino que vamos, Arrow está perdiendo puestos a toda velocidad entre las series televisivas de superhéroes que merecen la pena ser vistas. A este paso, poco nos importará qué sucede en la temporada 5.


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