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GOTHAM, TEMPORADA 1: 5 ERRORES Y 4 ACIERTOS DE LA SERIE

La serie Gotham ha terminado su primera temporada. La que según los críticos era la serie más prometedora, ha tenido audiencias más bien mediocres, al menos en directo. Sin embargo, en lo que es visión en diferido, es decir, la gente que graba el show para verlo otro día, es de las más seguidas, como si la viéramos sin prisas y dedicáramos el directo a otras series más interesantes. Destacamos lo que, en nuestra opinión, ha sido lo mejor y lo peor de esta primera temporada. Por supuesto, empezamos por lo peor.


EL DETECTIVE GORDON: Se entiende que Ben McKenzie al principio no supiera hacerse con su papel, pero tras 22 episodios su actuación sigue siendo de traca. No para de gesticular exageradamente todo el tiempo, resultando su personaje casi una parodia. A la mala actuación, se le une un personaje con una personalidad plana como pocas. Si llevara escrito en la frente "soy el mas honesto del mundo" resultaría menos forzado. A esto, se le une lo poco coherente de su situación. Un detective raso se plantea arreglar la corrupción de Gotham él solo. Si tiene que amenazar a sus superior, el comisario Loeb, no pasa nada. Lo hace y no tiene consecuencias. En estos tiempos que corren, no estamos para personajes buenistas sin un mínimo de contradicciones. Gordon debería estar absolutamente superado por la situación que tiene: mostrar humildad, derrota, agotamiento… No esa aburrida pose de boy scout que tan poco convence. Menos mal que Bullock le acompaña para que no nos durmamos cuando aparece… 

¿TAN MAL LO HE HECHO?...¿Y SI ME DEJO BIGOTE?

NO HAY HÉROES: Desde que las historias son historias, necesitan un héroe y un villano. Aquí, dado que Gordon es un simple detective y que Bruce Wayne es un niño, la lucha está terriblemente descompensada. Sólo vemos a los malos luchar entre ellos. Eso funciona en Boardwalk Empire, pero no aquí. Termina siendo un desfile algo aburrido de asesinatos, torturas y traiciones de personajes que no han conseguido importarnos demasiado. Además, tiene la contrapartida de que sabemos de antemano quienes no van a morir pase lo que pase, ya que deberán enfrentarse a Batman en el futuro.

LAS CONTINUAS Y FORZADAS REFERENCIAS A QUIEN ES QUIEN: El jueguecito de quién será este friki personaje en la amplia galería de villanos de Batman termina por saturar. Y no sólo de villanos, ya que en un giro de birlibirloque, Gordon va al circo y conoce a los padres de Dick Grayson. Desde Hiedra Venenosa a Enigma, no han parado de dejar pistas para tontos insinuando quién es quién.

UN DOS TRES, RESPONDA OTRA VEZ... ¿QUÉ PERSONAJE SERÁ ESTA NIÑA DE MAYOR?

EL POCO INTERÉS DE LAS HISTORIAS: Como ya hemos referido, saber que los personajes tienen que enfrentarse a Batman, y por tanto no van a morir no ayuda, pero no es la única excusa. La base de la serie son casos procedimentales más o menos rutinarios que Gordon resuelve siempre eficientemente. Afortunadamente, hay algunos elementos fantásticos en ella que la alejan de ser como el resto de procedimentales que pululan por la televisión, pero tampoco son especialmente brillantes. Por lo demás, pasan sin pena ni gloria por nuestras retinas, sin poder recalcar alguna verdaderamente memorable. 

NO ACABA DE DEFINIRSE: Tras una temporada, la serie no acaba de encontrar su camino. De repente aparece una escena fortísima, como cuando Mooney se saca un ojo, que tenemos que aguantar las cucamonas de Nygma, poco menos que un payaso. No es un drama absoluto, pero apenas hay un destello de humor en ella. Ni es seria del todo, ni es campy del todo… ni convence a nadie del todo. 

UNOS PARECEN QUE VAN DISFRAZADOS, OTROS QUE ESTÁN EN OTRA SERIE

A pesar de lo anterior, la serie tiene algunos aciertos que merecen ser destacados:

BULLOCK: Menos mal que Donald Logue es un actorazo como la copa de un pino y anima algo la pareja formada con Gordon. Es un poco increíble eso de pasar de detective corrupto a compañero del alma de Gordon, pero que le vamos a hacer. Las pocas líneas afortunadas de la serie se las debemos a él.

LA AMBIENTACIÓN: Debe ser complicado inventarse una ciudad que no existe pero que todo el mundo conoce. Sin embargo, la tonalidad de los escenarios lo han conseguido. El humo que sale por doquier, el nublado perenne, los tonos oscuros que destacan en la serie… El no querer ubicarla en una época concreta, con cámaras fotográficas de los años 80 coexistiendo con móviles de uso común, más parece colocarla en un universo alternativo que otra cosa, pero funciona. Es algo que el mismo Nolan descuidó en The Dark Knight Rises

UNA FOTOGRAFÍA MUY CUIDADA NOS TRASLADA, AL MENOS EN APARIENCIA, A GOTHAM

EL JOKER: Hay que tener cuidado con este personaje. Es mundialmente conocido y errar con él es jugársela. No ha sido el caso. Se anunció a bombo y platillo que lo veríamos en la serie y así fue. El actor Cameron Monaghan hizo un excelente trabajo que analizamos aquí. Parece ser que va a protagonizar la segunda temporada, en un intento de revitalizar la serie. La pena sería que abandonara Shameless por ello de no poder compatibilizar ambas series. Esperemos que no. 

LOS MAFIOSOS, MOONEY Y EL PINGÜINO: Las luchas de poder entre Maroni y Falcone son posiblemente de lo más afortunado de la serie. En cuanto al Pingüino, aunque resulta algo repetitivo y previsible su comportamiento, más psicópata que estratega, no deja de ser de lo que más se ha destacado de la serie. En cuanto a Mooney, para ser un personaje original de la serie que no existe en los cómics, no ha estado mal, aunque ya no la veremos en la segunda temporada. No esta mal tampoco Selina Kyle, ni la relación de Bruce con Alfred, aunque es bastante improbable tanto protagonismo del niño. 

PARECE QUE EL JOKER HA CONVENCIDO Y VEREMOS MÁS DE ÉL EN LA SEGUNDA TEMPORADA

Los tiempos que corren no son para andar con medias tintas y esta serie lo demuestra. Con The Flash te puedes permitir emitir en abierto, cumplir sus requisitos y ofrecer una gran serie dentro de sus posibilidades. Pero si vas a hablar de una Gotham asfixiada por la corrupción, no valen tramas tan simples. Una verdadera pena que no hubieran trasladado directamente la maravillosa serie de cómic Gotham Central. No habrían tenido más que copiar sus diálogos y casos para dejar con la boca abierta a todo el que la viera. Esperemos que con el éxito de Daredevil, se den cuenta que hay que dejarse de remilgos y dejarse de querer gustar a todos los públicos.

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