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THE FOLLOWING, EPISODIO PILOTO. LA CRITICA

Esta semana se ha estrenado en Estados Unidos el piloto de The Following, la nueva serie de Kevin WilliamsonWilliamson, productor y guionista de series como The Vampire Diaries o The Secret Circle, vuelve a sus inicios en el cine de asesinos en serie (suyos son los guiones de tres de los films de la saga Scream) y nos cuenta una historia que tiene no pocas similitudes con películas como El Silencio de los Corderos o las más reciente El Enigma del Cuervo.

La historia arranca cuando Joe Carroll (James Purefoy), un asesino en serie que cumple condena en el corredor de la muerte, escapa de prisión. Tras su sangrienta huida, el FBI solicita ayuda al agente que logró meterlo entre rejas, ya retirado, interpretado por Kevin Bacon. Hardy (Bacon) volverá al servicio activo para intentar atrapar a Carroll, el cual ha logrado crear desde prisión toda una red de admiradores y seguidores dispuestos a matar por el. Carroll intentará terminar con la vida de su única superviviente, algo que el agente Hardy debe evitar a toda costa.
JAMES PUREFOY INTERPRETA AL CARISMÁTICO CARROLL
Vista así, la sinopsis de The Following se asemeja a la de otros muchos procedimentales que pueblan el panorama catódico americano. Series como Sin Rastro, C.S.I., N.C.I.S. o Mentes Criminales, entre otras, incluyen en sus tramas frecuentemente a asesinos en serie. Sin embargo, la originalidad de este show radica en la creación por parte del asesino de toda una red de cómplices y admiradores que le ayudan fuera de los muros de la prisión a perpetrar sus maquiavélicos planes. Esta premisa es el gran aporte de la serie pero, a la vez, su gran punto flaco.

La suspensión de la incredulidad es un factor muy importante en cualquier producto de ficción y debe mantenerse en unos niveles en los que los sucesos que vemos en pantalla no nos saquen completamente de la historia. Williamson y la cadena FOX han querido ofrecer un show que se diferenciara de las demás series en abierto por su tratamiento de la violencia, algo más explícita y perturbadora de lo que estamos acostumbrados (terrible la escena del suicidio de la chica). Sin embargo, la credibilidad de un elemento clave para la historia ensombrece el resultado final: la implicación de los fanáticos seguidores del serial killer. La ayuda que estos seguidores prestan al asesino se antoja tan improbable que el show se resiente bastante en lo que respecta a su verosimilitud.
HARDY (KEVIN BACON) Y EL AGENTE  WESTON (SHAWN ASHMORE)
La serie mezcla conceptos y situaciones típicas del subgénero cinematográfico de los serial killers, muy reconocibles para cualquier aficionado. Pondré algunos ejemplos. La historia se asemeja a la de la película Copycat (1995), en el que un asesino en serie recrea crímenes cometidos por otros asesinos. La serie de Williamson también nos recuerda a cintas como Seven, de David Fincher, en un aspecto que no revelaré para no destripar el episodio. The Raven (El Enigma del Cuervo), dirigida por James McTeigue en 2012, de la cual regalamos recientemente dos DVD´s, narra como el escritor Edgar Allan Poe debe resolver unos asesinatos que imitan punto por punto los descritos en su relatos, ¿os suena? En The Following, Carroll es profesor de literatura en la universidad y se inspira en la obra de Poe para sus crímenes.


En cuanto a los diálogos de esta serie, no creo que vayan a merecer ningún Emmy por su originalidad. Los personajes son presentados muy rápidamente y recurriendo a los clichés del género: el típico agente alcohólico venido a menos; la animadversión que sienten hacia el sus compañeros... Tampoco está bien contada la repercusión que el convicto tiene en la sociedad como para tener una cantidad tan grande de seguidores dispuestos a matar y dedicar sus vidas a Carroll. Esta admiración estaba muy bien explicada por ejemplo en la cuarta temporada de la serie británica Torchwood, en la que un asesino pedófilo confeso lograba convertirse en un líder de masas.

En conclusión, The Following funciona como procedimental, ligeramente por encima del resto de series de los canales en abierto. La violencia y la abundancia de sangre en sus escenas lo alejan de otros shows más "blancos", aunque sus puntos débiles, expresados en esta crítica, no permiten que The Following se despegue los suficiente de series homólogas.

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