MEGABANNER

BLACK MIRROR. EPISODIO 1. EL HIMNO NACIONAL. LA CRITICA

Tras haber oído recomendaciones de esta serie por la brillantez de su planteamiento, y sabiendo que la estrenaban en TNT, nos dispusimos a verla. A diferencia de la inmensa mayoría de series que reseñamos, Black Mirror es británica. Es una creación de Charlie Brooker, autor de premiadas series como Muerte en Directo, (Dead Set), que Solitario
recomienda y yo todavía no he visto La principal diferencia que nos encontramos con las series actuales es que cada episodio es autoconclusivo. Y de momento sólo son tres. En este primer episodio, comenzamos en el número 10 de Downing Street, residencia del primer ministro británico. La princesa favorita del Reino Unido, Susannah, ha sido raptada. El vídeo que lo demuestra ha sido subido a Youtube y en el la aterrorizada chica revela las peticiones que quieren los secuestradores para ser liberada: que el Primer Ministro realice un determinado acto obsceno y humillante en directo ante todos los canales del país. El episodio nos contará cómo interaccionan los medios de comunicación, internet, la opinión pública, los políticos y sus asesores y la naturaleza del ser humano ante este dilema. 


UNA QUE LA LIA PARDA EN UN MOMENTO
 No os cuento nada más sobre la trama, pues la gracia está en ir viendo poco a poco lo que pasa. El episodio está muy bien realizado, y su duración más. Nos cuentan lo que nos tienen que contar en el tiempo que han de hacerlo. Ni sobra ni falta un minuto. La realización británica brilla en todo su esplendor. Como episodio interesante y que incorpora cómo Internet ha cambiado la forma de relacionarse (la periodista enviando fotos al ligue) y los medios de comunicación, funciona. Como crítica a la necesidad de morbo del ser humano, su superficialidad y la costumbre de hacer un espectáculo del sufrimiento ajeno, falla. La serie empieza bien, pero luego se torna cobarde al final. Las similitudes entre el actual Primer Ministro, David Cameron, su esposa Samantha y el reciente bebe que han tenido y los de la serie se parecen tanto como el anillo de pedida de la princesa Susanah y el de Kate Middleton. Tantas referencias directas para luego apostar por un final políticamente correcto y en el que no se rasgan las vestiduras. 

A CADA CERDO LE LLEGA SU SAN MARTIN
 Hay una serie británica, Sí, Ministro y Sí, Primer Ministro, que da sopas con ondas a esta. Lo digo por todos aquellos que piensan que Black Mirror es muy transgresora y que antes de internet no habían series geniales. Echadle un vistazo porque deberían ponerla en los institutos. En ella, el asesor principal del ministro, Humphrey, demostraba como las encuestas eran lo más manipulable del mundo y que siempre daban lo que tu querías. El ejemplo que ponían era sobre el ejército. Más o menos iba así. Si querías que la gente estuviera a favor de que hubiera uno, preguntabas ¿Piensa que hay muchos jóvenes tirados sin nada que hacer? Respuesta general, sí. ¿Cree que les vendría bien disciplina a esos jóvenes para que no acaben siendo delincuentes? Sí. ¿Considera que el ejército es una buena opción para que esos jóvenes aprendan responsabilidad? Respuesta, Si. Ya tenemos a la opinión pública a favor de un ejército. ¿Que la queremos en contra? Muy fácil. ¿Le parece bien que con el hambre que hay en el mundo, la falta de camas en los hospitales los gobiernos gasten tanto dinero en armas que enriquecen a los fabricantes? Respuesta general, No. La asesora del Primer Ministro debió haber visto este episodio de esta fabulosa serie. Se habría ganado su sueldo. 

Un apunte final, no te crees que esto pueda suceder, ni por la exigencia, ni por la incoherencia de los raptores, por mucho trending topic que fuera. 

Publicar un comentario

0 Comentarios