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Crítica de X-Factor, Vol. 1, de Peter David

Hablar de Factor X es hablar de Peter David. Desde su aparición como guionista a mediados de los ochentas con la miniserie "La muerte de Jean deWolf", Peter David siempre ha mostrado una personalidad diferente a la hora de trazar los argumentos y, sobre todo, de caracterizar a sus personajes a través de diálogos muy vivos y a la vez bien hilvanados con la historia que iba queriendo contar. Peter David es el único motivo por el que me decidí a seguir esta serie.

Seguimos hablando de Peter (a estas altura ya lo puedo tutear), el cual siempre ha destacado guionizando series de un solo personaje tales como Spider-Man, Hulka, Hulk (estupendo trabajo), Spider-Man 2099 (los primeros números de esta serie es de lo mejor de su cosecha)... Eran series de un personaje principal a los que rodeaba de secundarios muy potentes. Pues bien, esta serie, pese a tratarse de un grupo, no es diferente de aquellas. Desde un principio David se centra en Jamie Madrox, el Hombre Múltiple, y hace que el fondo real gire en torno a su figura dejando un papel secundario, más o menos relevante, al resto del grupo (a destacar sobremanera esa chica que sabe cosas). Esto no es bueno ni es malo.


Durante la primera decena de números la cosa funciona, y muy bien. El primer número es excelente y las bases marcadas sobre ese primer episodio se mantienen durante la primera decena de episodios. A partir de ahí parece que una orden superior desde las oficinas de Marvel hace que tenga que cambiar de planes. Si Peter David tenía pensado establecer a su grupo en el Barrio Mutante, las órdenes desde arriba le hacen llegar que ese barrio va a desaparecer (los que desaparecen son los mutantes, por aquello del Día M), con lo que la idea fundacional del grupo se viene abajo.

Durante no pocos episodios Peter David intenta alargar el chicle, pero todo empieza a parecer muy forzado. Es la peor etapa de la serie, disimulada un poco con unos cuantos crossovers con los que va escurriendo el bulto (los números relacionados con "Complejo de Mesías" están agotados), así hasta que alrededor del número 30 el Barrio Mutante es destruido y es necesaria la catarsis. A destacar que en el bajón también influye decisivamente la pléyade de dibujantes vulgares que empieza a desfilar por la serie. Peter David necesita dibujantes que ante todo sean narradores, que sepan dibujar la cadencia de viñetas que sus diálogos requieren. Si te llega el penoso de turno que te resuelve la página con dos viñetas, una pequeña metida dentro de otra que ocupa toda la página, pues eso a este guionista le hace más daño que a nadie. Los tira y afloja entre los personajes se amontonan en un mismo espacio esquinado de la viñeta perdiendo toda su eficacia y, en muchos casos, como en algún que otro rifirrafe entre protagonistas, haciendo pensar que Peter debería haber prescindido de ellos al ver el pastel que le habían mandado.

Sin embargo el nuevo comienzo tras el abandono del Barrio Mutante no es nuevo ni catárquico. Trasladar la idea que podría tener en su Barrio Mutante a otra localidad no es exactamente lo que necesita la serie. Por el camino se han caído alguno de los personajes más interesantes y la aparición de Longshot como nuevo miembro es desafortunadísima, por decir poco. De hecho voy a decir más: Longshot fue un personaje creado por Ann Nocenti y Arthur Adams a finales de los ochenta, con un aura de carisma y misticismo que nunca ningún guionista ha sabido recuperar. Claremont le dio una personalidad infantil y ahora con Peter David aparece como un Forrest Gump tuneado. Lo único que parece tenían claro ambos guionistas es que el personaje atonta a las nenas. En fin, alguno de los diálogos de Longshot son de lo más bochornoso que le he leído yo a Peter David.

No nos desviemos que ya estamos llegando al fin. Si esta hubiera sido una reseña de los número 1 a 35 de la serie, yo hubiera acabado aquí. Recomendando quizás que se leyeran los primeros 10-15 episodios y luego dieran la serie por perdida, os ahorrareis 40 pavos. Sin embargo nos queda un número por reseñar, un número que era anunciado en el 35 como el no va más, un número para recordar, decían, durante años. En fin, tanta expectación no puede llevar más que a la decepción.

Al acabar de leer este número 36 (39 USA), no es que se me cayeran los palos del sombrajo, es que se me cayó el pomo de la puerta, la lamparita de la mesita de noche, se me desenrollaron las persianas de las ventanas y los gatos de mi casa se pasaron maullando toda la noche. Lo digo en serio, ese número 36 es todo lo que promete, no importa lo exagerado que sea lo que prometa. Si después de leer los primeros 35 números de la serie os parece un truñaco de colección, estoy seguro que os alegrareis de haberos comido semejante truño después de leer ese 36. Si después de leer los primeros 35 números pensáis que la serie no esta mal y en cierta manera casi que os gusta... entonces después de leer ese número 36 estaréis delante de vuestra colección favorita.

X-FACTOR, VOL. 1, #1 AL #36
Correspondencia original: X-Factor, Vol. 2, #1 al #39 USA.
Guión: Peter David
Dibujo: Sook, Callero, Olivetti, Martinez, Raimondi, Pham y otros.
Panini Cómics
Formato cómic book, 24 págs.
PVP: varios





Reseña elaborada por Poémico.

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