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Historias de Ultratumba de Tom Sutton: El Horror Lisérgico de Charlton Comics

Historias de Ultratumba de Tom Sutton

Diábolo Ediciones acaba de publicar Historias de Ultratumba de Tom Sutton, decimotercera entrega de su Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50. Curiosamente, todos los relatos del volumen aparecieron en cabeceras de la extinta editorial Charlton entre mediados y finales de los años 70, la Bronze Age de los cómics. Tras el estallido creativo en los años 50 de la EC Comics y otras editoriales, los 70 fue la época en la que mejores historietas de terror se publicaron. Warren, Marvel, Skywald, DC, entre otras, se apuntaron a la moda de lo oscuro y lo grotesco, con publicaciones que sorteaban como podían el desfasado Comics Code Authority.

Uno de los artistas más destacados de Charlton Comics fue Tom Sutton. Ghostly Tales,Creepy Things, The Many Ghosts of Doctor Graves fueron algunos de los títulos en los que destacó Sutton por méritos propios. Su arte estrambótico, surreal, camaleónico y lisérgico, como los años que le tocó vivir, aportó al cómic de horror algunas de las historias más extrañas del género. A menudo, también hacía de guionista, demostrando su valía también como narrador.

Tom Sutton, un artista singular

Tom Sutton (1937-2002) trabajó para casi todas las editoras americanas de cómics. Vampirella (primer dibujante que plasmó el personaje), Creepy y Eerie de la Warren Magazines, la magnífica etapa de Star Trek de DC Comics, El Planeta de los Simios de Marvel, son algunas de las publicaciones para las que Sutton trabajó. Y, aunque Charlton Comics tenía fama de ser la peor pagadora de la industria, el artista fue capaz de ofrecer lo mejor de sí mismo, tanto en el dibujo como en la escritura. ¿Por qué razón? Porque aunque Charlton pagaba poco, dejaba a sus artistas más libertad creativa que otras editoriales.

Historias de Ultratumba de Tom Sutton recoge dieciséis historias dibujadas y/o escritas por el ilustrador de Massachussetts. Son relatos de terror setenteros, con mucho sabor y personalidad, con elaboradas rotulaciones que recuerdan a las del cómic underground más psicodélico. Como era obligado, los títulos de las historias se han respetado, ya que en muchas ocasiones la particular e intrincada rotulación de Sutton se entrelaza como una enredadera en los propios personajes y paisajes.

Como otras publicaciones de terror, Charlton apostó por las portadas pintadas. La mayoría de las cubiertas de la cabecera Creepy Things fueron creadas por Tom Sutton. Algunas de ellas se incluyen en este volumen, incluso una que fue censurada por los editores por mostrar un seno femenino. Estas ilustraciones son una auténtica celebración de lo grotesco y surreal, la antesala de lo que el lector va a encontrarse al abrir el cómic. Curiosamente, en Historias de Ultratumba de Tom Sutton solo se incluye una historia de la cabecera Creepy Things.

Como regalo al lector, se incluyen algunas historias parcialmente coloreadas, lo que brinda la oportunidad de contemplar el arte de Sutton en blanco y negro. La mayoría del arte original procede de la colección de Michael Ambrose, autor de la completa presentación que antecede a las historias.

Tom Sutton: horror psicodélico

El estilo de Tom Sutton navega entre lo paródico y lo surrealista, entre lo caricaturesco y lo horrendo. Sus personajes humanos son, en muchas ocasiones, retratos distorsionados más cercanos a los monstruos que los propios monstruos. A veces, la composición de las viñetas es rutinaria, académica, como en la historia que abre el volumen, El Horrible Osito de Peluche (Ghost Manor #23). En otras ocasiones, la creatividad de Sutton se desboca y nos presenta viñetas divididas por ramas y raíces, como en El Guardián del Juego (Ghostly Haunts #40).

Lamentablemente, no podemos disfrutar plenamente del arte de Tom Sutton realizado en las cabeceras de horror de Charlton. Adquirida por DC Comics en 1983, muchas de las publicaciones de esta editorial nunca han sido recopiladas, y mucho menos restauradas. De ahí que las historias contenidas en esta edición no hayan sido reproducidas con la calidad que un arte así merece. No es culpa ni de Diábolo ni del editor original, IDW Publishing, sino de la propia DC, quien no parece estar demasiado interesada en restaurar y publicar tan interesante fondo editorial.

Tom Sutton

Los mejores cómics de terror de Tom Sutton

No vamos a engañarnos: el nivel de las historias de las publicaciones de terror de Charlton Comics no alcanzaba a los cómics de EC, Marvel, DC o Warren. Sus dibujantes y guionistas eran casi los peor pagados de la industria norteamericana del cómic y, aunque la injerencia editorial eran mínima, sus tarifas apenas daban para pagar las facturas.

Sin embargo, escritores como Nicola Cuti o el propio Sutton supieron insuflar a sus guiones un aura de terror que aún hoy día asusta, incluso con la limitación que supone desarrollar una historia en cinco o seis páginas. El relato que abre el volumen, El Horrible Osito de Peluche, tiene la cualidad de dejarnos un nudo en la garganta con la insensibilidad de un asesino que atropella un niño. O El Tipo más Raro que Hayas Conocido, una historia con un final propio de la Dimensión Desconocida.

El volumen también ofrece incursiones en la ciencia ficción. Perdido en el Trayecto (Midnight Tales #3) cuenta una horrible historia sobre una sociedad futura en la que el uso del teletransporte se ha generalizado. Su final es descorazonador, pero hermoso a la vez. Goo (Midnight Tales #7) entra también en el terreno de la ciencia ficción, pero más cerca del humor negro que el anterior.

El Niño de Mamá (Haunted Love #5) es una historia más convencional, con tintes de humor, como ¿Dónde Está Cyrus Bull? (Haunted #23) y La Dama de la Torre (Midnight Tales #4). También cercanos al tono de Tales from the Crypt de EC Comics son Historia de Ultratumba (Midnight Tales #2), donde la historia es relatada desde el punto de vista de una tumba, y El Pozo (Creepy Things #1).

Sutton era aficionado a incluir referencias lovecraftianas en los relatos que escribía. Viaje a la Olvidada Orlaak (Haunted Love #11) inmediatamente nos trae a la mente La Búsqueda en Sueños de la Ignota Kadath, relato de H. P. Lovecraft publicado póstumamente en 1943. Sutton lo vuelve a hacer en su historia El Kukulcaton (Monster Hunters #2) y su indescriptible deidad maya, con alusiones a Cthulhu y Hastur. También se explaya con referencias al horror cósmico del Círculo de Lovecraft en el relato A Través de un Cristal Oscuro (Ghostly Tales #113), con alusiones a los Primigenios o Kadath.

En ocasiones, las historias de Tom Sutton tienen un doble final. Es el caso de El Monstruo de Kilgore (Midnight Tales #8). En este relato, una gigantesca serpiente marina aterroriza una pequeña isla de pescadores. Su final podría haber sido trágico... si no fuera porque Sutton añade dos viñetas finales que dulcifican el desenlace. Parada de Metro (Haunted #31) es una de las historias más extrañas de la selección. Dibujada y escrita por Sutton, es una especie de viaje lisérgico por la mente de Edgar Allan Poe. Demasiado raro.

Son famosas las historias de Ray Bradbury que EC Comics adaptó, en un principio sin permiso del propio autor. En este volumen, Tom Sutton homenajea (o plagia) el relato Esqueleto, publicado en 1945 en la revista Weird Tales. En esta historia, un hipocondríaco confiesa a un doctor muy particular que teme estar siendo atacado por su propia osamenta.

Historias de Ultratumba de Tom Sutton se cierra con una selección de portadas realizadas por el dibujante para las cabeceras de horror de Charlton Comics. En definitiva, estamos ante un producto sublime, de un autor con un estilo y un enfoque muy especial, y procedente de una época en la que las historietas de terror eran las reinas de los kioscos y drugstores. Los argumentos no alcanzan la genialidad de los de Harvey Kurtzman, Al Feldstein o Johnny Craig, de EC Comics, pero compensan esa falta con sus buenas dosis de giros inesperados, tramas perturbadoras y, por supuesto, el embriagador arte de Tom Sutton.

¿Veremos alguna vez reeditados como merecen los cómics de horror y ciencia ficción de Charlton? A corto y medio plazo parece poco probable, si bien la tendencia de las grandes editoriales es recuperar su fondo de catálogo de cara a los coleccionistas más pudientes que no tienen que preocuparse del precio de los huevos.

Por ahora, nos tendremos que conformar con ediciones como las de Diábolo, siempre dispuestos a alegrar la vida a los fanáticos del cómic más sibaritas. En definitiva, una compra obligada para fanáticos del cómic de terror de la Bronze Age y coleccionistas de la ilustración extraña e inusual.

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