MEGABANNER

WESTWORLD, EPISODIO 1X01: LA CRITICA

El canal HBO ha presentado una nueva serie basada en la película Almas de Metal (1973). En ella, unos robots con apariencia humana servían como entretenimiento a los turistas que pagaban por una inmersión real en el viejo oeste. Hasta que uno de los robots se toma demasiado en serio su papel de pistolero (impactante Yul Brynner) y va a por los pobres domingueros. La serie toma esta premisa y la traslada a lo que una producción de este tipo (y 100 millones de dólares según se rumorea) puede ofrecer en 2016. ¿Estamos ante una producción que será un fenómeno como al que aspira?


Habiendo visto la película original hace relativamente poco, me sorprendió que con una idea que parecía tan limitada se pudiera generar una serie que en teoría debe abarcar varias temporadas (sus responsables dicen que tienen planeadas cinco). Una vez visto el piloto, no creo que lo hayan conseguido.

Es cierto que estamos ante una producción muy cuidada y lujosa. No sólo desde el punto de vista visual, que lo es, sino que además cuenta con actores de la talla de Ed Harris o Anthony Hopkins. La verdad es que este último recuerda más al mayordomo que interpretó en Lo Que Queda del Día (1993) que al dueño visionario de una empresa tecnológica, pero impacta ver estrellas de tanto calibre en una serie. De todas formas, dado que sus papeles no requieren de tanto talento, más bien me pareció una forma de dar relevancia a la serie por otros medios que no el interés que genere por sí misma. ¿Acaso hay falta de confianza en la misma o ya se están enterando en las altas esferas que no tienen nada relevante aparte de Juego de Tronos?

VER A ED HARRIS  EN CUALQUIER PAPEL SIEMPRE ES UN PLACER

El gran problema que  he visto a este primer capítulo de casi 70 minutos es la falta de empatía con los personajes presentados. Todos los trabajadores que mantienen a los robots resultan fríos y antipáticos, maquinadores y poco naturales. Sus diálogos encorsetados, terriblemente serios y rígidos para nada recuerdan a los de personas que trabajan juntas desde hace años. Y más con lo bien que se suelen llevar siempre los jefes, aunque sea de cara a la galería. Casi son más robots que los propios robots. La contrapartida son los robots del mundo virtual, que, al tener un único papel que repiten una y otra vez, y al saberse que son máquinas, tampoco generan un interés especial, al menos de momento.

El gran problema que he visto a este primer capítulo de casi 70 minutos es la falta de empatía con los personajes presentados.


La serie intenta ser profunda, que nos planteemos hacia donde vamos como sociedad (los turistas que aparecen son principalmente idiotas o abusones), los peligros de la inteligencia artificial... Pero en mi opinión se queda en el intento. No vemos en este primer capítulo qué tipo de sociedad es la que existe más allá, aunque seguramente los robots del parque sean un ensayo para otra misión mucho menos lúdica.

Hay bastantes escenas de desnudos que resultan algo gratuitas, como si no pudieran arreglar un robot vestido o por la espalda, no parece muy lógico. En cuanto a la violencia mostrada, seguramente el viejo oeste era infinitamente más violento que lo mostrado en esta serie, así que poco que objetar en ese sentido.

LA DAMISELA LLEVA EN APUROS MÁS TIEMPO QUE LA PUERTA

De momento, en lo referente a como describen la inteligencia artificial, mucho más impactante me resultó la serie Real Humans. Habrá que esperar a ver qué nos depara en los próximos capítulos para ver si la trama cobra interés. Eso si, tengo la absoluta seguridad de que jamás se acercará al fenómeno de Juego de Tronos, y estoy sorprendidísimo ante la avalancha de críticos que tan alegremente la proclaman su heredera por las webs. A ver si HBO se da cuenta de que tienen todo el asombroso catálogo de DC a su disposición para asombrar al mundo y se dejan de experimentos inciertos.

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