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LA MUERTE DE SUPERMAN. LA CRITICA

La actual explosión actual de series centradas en personajes del cómic podría hacer pensar que estamos ante algo inédito en el mundo de la ficción televisiva. Sin embargo, este fenómeno no es algo nuevo. En los años 90 del pasado siglo, series como Superboy, Lois y Clark: Las Nuevas Aventuras de Superman o The Flash tuvieron gran éxito, algunas hasta tal punto que comenzaron a influir en los propios cómics de donde habían surgido, otro fenómeno que creemos nuevo hoy día y que no lo es tanto. La Muerte de Superman es un ejemplo de como una serie de televisión puede forzar determinados cambios en las colecciones de un personaje tan importante como El Hombre de Acero. La boda entre los protagonistas en la serie Lois y Clark: Las Nuevas Aventuras de Superman, de la ABC, retrasó ese mismo evento en los cómics, precisamente la panacea que los editores de DC esperaban que relanzara las ventas de las colecciones del Hombre de Acero tras la marcha de John Byrne. Y que mejor sustituto para la boda de un superhéroe que la muerte de este. Y eso es precisamente lo que hicieron... y les salió bien.


Dividida en tres arcos argumentales que abarcan la práctica totalidad de las colecciones DC de aquellos años (octubre de 1992 - octubre de 1993), La Muerte de Superman se convirtió enseguida en un superventas, en parte por el tirón mediático que un suceso así tendría en la cultura popular norteamericana de principios de los 90. El primer, y principal, arco de La Muerte de Superman es "Doomsday!", recopilado en España por ECC Cómics en un tomo de 168 páginas, el cual incluye los números Superman: The Man of Steel 17,18 y 19, Superman 73, 74 y 75, Adventures of Superman 496 y 497, Action Comics 683 y 684, y Justice League of America 69. 

La premisa de matar a Superman parte del guionista y dibujante Jerry Ordway quien, medio en serio medio en broma, sugirió en una de las reuniones con los editores de DC que la mejor manera de hacer que los fans volvieran a comprar cómics del Hombre de Acero era hacer que lo mataran. Así, el volumen comienza presentándonos a un misterioso ser sin nombre que logra escapar de su prisión subterránea. Este ser, embutido en un mono verde que no deja adivinar su verdadero aspecto, escapa de su prisión subterránea desatando el caos allí por donde pasa, sin motivo aparente, movido solamente por una pura voluntad de destruir. El origen de Juicio Final, Doomsday, (bautizado así por Booster Gold, entonces miembro de la Liga de la Justicia), no es revelado en ningún momento del cómic, algo que, para algunos lectores, puede resultar algo decepcionante, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos ante el asesino de Superman. En el cómic se ofrecen dos pistas acerca de su origen, una terrestre y otra extraterrestre, las cuales tendréis que buscar vosotros para no destripar demasiado de una trama que, por otro lado, no es demasiado compleja.


Tras una primera aventura en la que Superman se enfrenta a "los subterráneos", una especie de contrapartida en el Universo DC de los mutantes "morlocks" de Marvel, vemos entrar en escena a la Liga de la Justicia, formada por aquellos entonces por Guy Gardner, Blue Beetle, Booster Gold, Máxima, Fuego, Hielo y el misterioso Bloodwynd. Nada pueden hacer contra Doomsday, quien va derrotando a todos y cada uno de ellos pero, ¡oh sorpresa!, sin matar aparentemente a ninguno de ellos. Superman, quien se encontraba en una entrevista televisada en esos momentos, acude en ayuda de sus compañeros, diezmados por la fuerza bruta de Doomsday

Tras alcanzar Metrópolis, Superman continua intentando parar a Doomsday en su senda de destrucción sin sentido. El inspirado diseño del personaje, con esas excrecencias óseas asomando de su piel, lo convierten en un mortífero adversario para un Hombre de Acero que ve por primera vez como su vida puede correr peligro real. La tensión va en aumento, al contrario que el número de viñetas por página, que se han visto reducidas paulatinamente a solo tres, un recurso narrativo claramente usado para anticipar el clímax final, contado en un espectacular número compuesto solo por viñetas a toda página.


La ausencia de otros importantes personajes del Universo DC como Batman, Wonder Woman o Green Lantern hacen pensar que los guionistas responsables de La Muerte de Superman concibieron esta historia como una lucha exclusiva y personal entre el krytoniano y Doomsday, eliminando otros héroes de la ecuación para no distraernos en exceso. Además, la ayuda podría haber inclinado la balanza del lado de nuestro héroe, lo que precisamente intentaban evitar los guionistas Dan Jurgens, Jerry Ordway, Louise Simonson y Roger Stern con esta última historia de Superman.

A este cómic se le pueden achacar ciertas carencias, como el indefinido origen de Doomsday, lo plano del personaje, su aparente falta de motivación y la explicación del por qué su odio contra todo lo vivo. Al fan que se le hubiera preguntado por la identidad del villano que finalmente mataría a Superman seguramente habría respondido Lex Luthor, Metallo o Braniac, por poner tres ejemplos. Sin embargo, los guionistas mencionados eligieron uno que ha sido definido, y no sin razón, como uno de los mas planos y menos interesantes del Universo DC. Quizás la razón fuera que también debía morir a manos de Superman, aunque es indudable que deberían haber creado un villano algo mas fundamentado y no la fuerza bruta personificada que es Doomsday.


La Muerte de Superman, en el apartado gráfico, cuenta en su primer número con John Bogdanove, con un estilo en ciertos momentos caricaturescos, pero que ya anticipa los tremendos acontecimientos que están por llegar, como la crueldad de Doosmday con el pajarillo que se posa en su mano o el pobre ciervo que se cruza en su camino. Dan Jurgens es el encargado de los dos siguientes números, donde se narra el desastroso enfrentamiento de la Liga de la Justicia con el villano. El estilo de Jurgens es coherente con el del artista precedente, tal y como sucede con el resto de artistas implicados en el arco argumental. Tom Grummett es quizás el artista mas realista y que mas cuida el detalle, repartiendo la acción en cuatro viñetas por página. Jackson Guice debe encajar en cada página tres viñetas, y así sucesivamente hasta llegar al épico número final dibujado por Jurgens, compuesto solo de viñetas de una sola página.

La Muerte de Superman, sin ser una historia demasiado original, consiguió su cometido, es decir, vender ejemplares. Este cómic fue en cierto modo el punto de inicio de la fiebre del coleccionismo de cómics de los años 90, una tendencia que desembocó en una burbuja que terminó por explotar en las manos de todos aquellos, fans y menos fans, que habían hecho acopio de este tipo de publicaciones con el solo objeto de especular con ellas en un futuro... futuro que no llegó nunca debido a la gran tirada de las colecciones y el escaso valor intrínseco de cada ejemplar. Este cómic también dio paso a la moda de matar (y resucitar pocos números después) a grandes personajes del cómic, un recurso fácil y manido que desgraciadamente continua hoy día.

LA MUERTE DE SUPERMAN
ECC Ediciones
Edición original: Superman: The Man of Steel núms. 17,18 y 19, Superman núms. 73, 74 y 75, Adventures of Superman núms. 496 y 497, Action Comics núms. 683 y 684 USA, Justice League of America núm. 69 USA
Guión: Dan Jurgens, Jerry Ordway, Louise Simonson, Roger Stern
Dibujo: Dan Jurgens, Jackson Guice, Jon Bogdanove, Tom Grummett
Cartoné, 168 págs. A color
Precio: 17,50 €




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