MEGABANNER

BLOODLINE, DE NETFLIX. EPISODIO 1X01: LA CRITICA

Con esta nueva apuesta, Netflix sigue apostando por la producción propia, abarcando todo tipo de temática en ello. En este caso, se centra en la historia de una familia, los Rayburn. La conforman un anciano matrimonio, Sally (Sissy Spacek) y Robert (Sam Shepard) y sus cuatro hijos: Danny (Ben Mendelsohn), John (Kyle Chandler), Meg (Linda Cardellini) y Kevin ( Norberto Leo Butz). La aparente felicidad externa de la familia esconde fricciones y secretos que iremos descubriendo poco a poco. ¿Estamos ante una interesante propuesta o mejor sigue Netflix comprando series ajenas?


A este paso, Netflix se va a acabar comiendo al resto de canales que emiten por cable. De nuevo, estamos ante una interesantísima propuesta que partiendo de un tema complicado, parece salir airosa, al menos en este primer capítulo. La presentación de la familia y su medio ambiente es impecable. Los Rayburn son una estirpe importante en Florida, donde poseen un importante hotel y son muy conocidos por la comunidad. El matrimonio se nos presenta unido en apariencia, aunque las relaciones reales se nos irán desvelando en los próximos capítulos. En cuanto a los hijos, obtenemos unas pinceladas de quién es quien, pero huyendo de etiquetas exclusivas como ocurre en otras series con personajes más planos. Nos presentan a Danny, el mayor, como el típico hijo problemático que no logra encauzar su vida. Sin embargo, John, el hijo aparentemente responsable, atesora grandes recuerdos de infancia de él y esto hace que luche porque Danny siga teniendo un puesto importante en la familia. 

LA RELACIÓN ENTRE DANNY Y JOHN ES DE LAS MÁS FUERTES DE LA FAMILIA

Aparte tenemos a Meg, la única chica que parece algo mimada e irresponsable para su edad, y Kevin, que pese a ser el pequeño, no parece destacar por nada especial en la familia y ser consciente de ello. Nos dan lo suficiente para que queramos saber más. Al igual que en The Affair, un crimen ronda la trama, y vemos escenas que van hacia adelante y hacia atrás. Afortunadamente, no se adivina una serie tan tramposa como me resultó The Affair tras ver su primera temporada completa. Aquí nos queda claro lo que sucede, en uno de los mejores cliffhangers que recuerdo en un piloto: lo que no sabemos es cómo llegamos a él. Y es lo que queremos saber.

A una historia bien contada como es esta, se le añaden unos escenarios paradisíacos que nos embargan como espectadores y que dan más fuerza si cabe a lo que estamos viendo.

"NO SOMOS MALAS PERSONAS, PERO HICIMOS ALGO MALO"... UN SLOGAN QUE SE ENTIENDE DESDE EL CAPÍTULO 1

Si debo apuntar que la serie requiere toda tu atención, e incluso así puede resultar algo confusa al presentar tantos personajes nuevos de repente. Aunque la temática en sí no os interese en un principio, familia con secreto, dadle una oportunidad. Esta serie habla sobre todos nosotros de alguna manera, de lo que estamos dispuestos a hacer bajo las circunstancias adecuadas. No estamos ante ningún culebrón, sino ante una gran propuesta que satisfará a los más espectadores más exigentes en cuanto al retrato de las relaciones humanas se refiere ¿No van todas las series de eso al fin y al cabo?

Publicar un comentario

0 Comentarios