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POWERS, EPISODIO 1X01 Y 1X02: LA CRITICA

Por fin se ha estrenado la serie Powers, basada en el cómic de Brian Michael Bendis, en la que un equipo especial de la policía se dedica a controlar a los "powers" de la ciudad, es decir, personas con superpoderes. Dado lo complicado de la tarea, ya que se encuentran en inferioridad de condiciones, uno de los más valiosos agentes contra los abusos de estos supuestos héroes es Christian Walker (Sharlto Copley), un antiguo "powers" que, tras perder sus poderes, decidió convertirse en agente de la ley. ¿Estamos ante una nueva dimensión en las series de superhéroes o es un nuevo bluff?

POWERS

La palabra que mejor definiría los dos episodios que he visto de Powers, de los 3 que hasta ahora se han emitido en la plataforma PlayStation Network, es sorprendente. Sorprendente porque no creí que en 2015 tuviera que ver una serie con efectos especiales que pudieran ser superados con cualquier app para smartphone. Sorprendente porque la primera producción que una poderosa multinacional cono Sony tenga como carta de presentación en el mundo de las series sea este show tan de cartón piedra en el que hasta puedes oler el pegamento de los decorados. No pasa nada porque una serie sea barata, pasa cuando lo parece. Y esta te lo dice desde el primer fotograma.

La sensación que he tenido viendo Powers es la misma que cuando intento hacer una receta de un bizcocho y, a pesar de seguir las instrucciones, aquello no sube en el horno, a todos nos ha pasado alguna vez. Powers tiene ingredientes para ser una gran apuesta: una trama interesante a priori, un mundo en el que los superhéroes existen e interactúan con la sociedad, con todo lo que ello implicaría de bueno y malo, un protagonista que conoce ambos mundos...

LOS PROTAGONISTAS DE UN SHOW QUE MAS PARECE UNA WEB-SERIE QUE OTRA COSA 

Lo que debería ser una trama interesante y todo un mundo por descubrir, se nos plasma si no de la peor manera posible, casi. No hay una buena presentación del mundo de Powers, donde podamos ubicarnos en cómo es la realidad en este universo. En lugar de eso, empiezan a enumerar villanos y héroes con nombres ridículos sin explicarnos de manera adecuada quiénes son. Y, cuando lo pretenden, como en el noticiero presentado por Mario López (Nip/Tuck, a golpe de bisturí), suena tan falso como confuso. 

Los Powers que aparecen apenas están definidos en su personalidad, por no hablar de los uniformes que visten, un atentado al buen gusto en el mejor de los casos. Esta falta de cuidado estético se extiende en todos los aspectos de la serie, incluidos los secundarios y los escenarios, tanto interiores como exteriores, contribuyendo a una pobre impresión general. Un cero a la producción. La falta de ritmo y de una trama que atrape, junto a un villano principal que parece una caricatura y un protagonista que insiste en recordarnos a cada momento que está torturado, terminan de culminar el desastre. Perdón, me olvidaba de la pesada chica adolescente-cliché, carente del mas mínimo interés.

CUALQUIER AFICIONADA AL COSPLAY HABRÍA CONFECCIONADO UN DISFRAZ MEJOR QUE ESTE

Ni siquiera para un apasionado del mundo de los superhéroes como yo hay una sola razón para ver esta serie, que ya es decir. No puedo ni recomendarla a quienes disfruten los procedimentales, porque no recuerdo ahora mismo una opción peor que esta en el actual panorama de series. La pareja protagonista, Christian y Deena Pilgrim (Susan Heyward), no aportan absolutamente nada. Aburrirían a una oveja con sus conversaciones, cuando éstas debieran ser el punto fuerte de la serie. Al menos el resto de procedimentales no parecen estar filmados con una cámara casera... Una verdadera pena, porque en otras manos esto podría haber sido algo épico e innovador.

Se me escapa por qué Sony y Bendis no han sido capaces de ver este desastre y han dado el visto bueno. Claro que estamos hablando de una empresa que vendió a Marvel el merchandising de Spider-Man por 240 millones de dólares, que sólo el año pasado generó unos mil millones de beneficios... Esta serie está a la altura del talento de esa decisión. No quiero imaginarme cómo podrían ser las primeras versiones de esta serie que no pasaron el test... Para mas inri, David Slade, quien iba a poner sus torpes zarpas sobre Daredevil, también es responsable de este desastre como director del piloto.


Me resulta incomprensible hoy día, con el nivel que tiene cualquier serie en todos los aspectos, se atrevan a presentar Powers como si estuviéramos en los años 90. Series como The Flash, e incluso Arrow, parecen superproducciones al lado de Powers. No he visto el tercer capítulo no porque no lo tuviera disponible, sino porque me niego a perder mi tiempo con esta birria que la única emoción que me ha provocado es la vergüenza ajena. Esperemos que PlayStation siga dedicándose a los videojuegos, porque si este es el tipo de series que piensa realizar, que Dios nos coja confesados...

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