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THE WALKING DEAD, EPISODIO 6X04: HERE'S NOT HERE. LA CRITICA

Como ya sabíamos, este episodio de la sexta temporada no ha resuelto las dudas en cuanto a la muerte de Glenn. Se ha centrado exclusivamente en las vivencias de Morgan que precedieron su inclusión en el grupo y, lo más importante: en dar una explicación a su comportamiento pacifista. ¿Han conseguido un episodio interesante o nos encontramos ante el típico capítulo de relleno de la temporada?


A pesar de que no es lo habitual cuando se centran en un personaje en concreto y la acción queda en un segundo plano, el episodio ha sido bastante satisfactorio. Y más tratándose de Morgan, un personaje que, aunque lo conocemos desde hace tiempo, no forma parte del grupo desde el comienzo y, por qué no decirlo, ha tenido comportamientos bastante contradictorios y antipáticos.

Morgan, medio desquiciado por las circunstancias que le han tocado vivir, y convertido ya en un auténtico cazador, tanto de humanos como de zombies, encuentra a su salvador cuando está a punto de colapsar. Acostumbrados como estamos a que todo el mundo parece tomar el peor camino con el apocalipsis zombie, se echaba en falta alguien que tomara otra postura. Un perfecto ejemplo de ello ha sido Lynch Eastman. Este antiguo psiquiatra forense aplica al día a día su teoría de la reinserción, de que todo el mundo puede ser reeducado (salvo casos extremos y enfermizos) para ser útil a la sociedad y a los demás. 

Que una serie con el ritmo que lleva TWD, y más en esta temporada, se permita el lujo de tener un episodio donde los diálogos entre dos personajes sean el centro de la trama, encima dure más de lo normal, y aún así te tenga pegado al televisor, es para quitarse el sombrero. Morgan pasa de personaje que suplica que le maten ante Lynch, a honrarle siguiendo su legado en su comportamiento. 

NUNCA ES TARDE PARA APRENDER AIKIDO

Si la misión del episodio era explicarnos por qué Morgan se negaba a matar a miembros de la tribu de los Lobos, lo ha conseguido. Otra cosa es que, personalmente, no lo comparta. Ante un ataque como el que sufrieron, lo de la reinserción mejor dejarla para otras ocasiones más favorables. Hasta Lynch se lo podría haber dicho. 

La evolución de Morgan y la forja de su amistad con Lynch está muy bien llevada, con reacciones y diálogos interesantes que atrapan. Otras veces, TWD ha cometido el fallo de querer ser demasiado profunda, pero aquí todo ha surgido de manera muy natural. Bien es cierto que debe haber pocos psiquiatras forenses, y que en vez de tener una profesión tan poco habitual, podría haber sido un trabajador social, o un simple profesor, ya que las teorías que defiende bien podría aplicarlas cualquiera de esas personas, y son profesiones mas mundanas.

También es justo recalcar lo previsible de la muerte de Lynch, tanto que se habría agradecido otro fin al personaje. Tampoco es de lo más original que Lynch tenga esa oscura historia de venganza detrás: una venganza tan habitual en series y películas, pero que luego no vemos jamás en los noticiarios. 

MORGAN PARECE QUEMAR TAMBIÉN SU PASADO

A pesar de todo, ha sido un episodio emocionante. Morgan ha tomado una decisión que no parece que tenga vuelta atrás. Otra cosa es ver qué tal le sale a el eso de redimir los comportamientos asesinos, ya que contar su historia a cada miembro de Los Lobos que se encuentre no creo que vaya a ser suficiente. El contrapeso que puede traer su filosofía a las actitudes del grupo, bastante alejados de todo lo que no sea disparar, pueden ser muy interesantes,

En cuanto a Glenn, sólo sabemos que el nombre de su actor (Steven Yeun) ha desaparecido de los créditos iniciales, lo cual puede significar tanto que el personaje ha muerto, como que están jugando al despiste. Veremos si la semana que viene salimos de dudas.

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