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SHAMELESS: 5 RAZONES PARA NO PERDERSELA

Una vez terminada la cuarta temporada de Shameless (versión americana) he vuelto a comprobar cómo es una serie que no tiene la repercusión en los medios que merece. Algo se habla, pero en general parece una gran desconocida para el gran público, y nunca la veo en las series más descargadas o vistas. Para intentar convenceros de que es una serie a la que tenéis que dar una oportunidad si o si, os dejo con esta pequeña lista que se queda corta ante sus grandes virtudes.

DA UNA PATADA EN LA CARA A LAS SERIES FAMILIARES TRADICIONALES: Ahora no están especialmente de moda, pero todos nos hemos tragado, al menos durante nuestra infancia y adolescencia, esas comedias amables de familias chistosas donde el amor y compaña cerraban cada capítulo. Aquí, los hijos deben sobrevivir de cualquier manera (si, ilegal también) ante el abandono emocional y físico de sus padres, ambos drogadictos y alcohólicos. Y no, no hay finales felices ni arrepentimientos de nadie. Todo esto viviendo en la zona marginal de Chicago, donde la miseria y la podredumbre campa a sus anchas. Eso si, aunque os hayáis criado en la opulencia, os sentiréis mucho más identificados con ellos que con lo nos contaban en los 80.

LA FAMILIA GALLAGHER NO SABE ESTAR SIN PROBLEMAS
LOS HERMANOS GALLAGHER: A pesar de que los hermanos sí estén unidos ante la adversidad, son lo bastante diferentes como para ofrecer multitud de matices. Fiona, la mayor, se auto-impone el cargo de madre de sus hermanos. Lip sería el genio de la familia, pero no por eso toma las decisiones más inteligentes para sí mismo sin ayuda. Luego, Ian, gay confeso, que debe lidiar con que su pareja no tenga la misma facilidad que él para reconocerlo. Los pequeños, Debbie y Carl, ya entrando de lleno en la adolescencia, época mala para todos y más si perteneces a esta familia. Y el pequeño Liam, un bebe que también tiene su protagonismo, pero porque hay que estar pendiente de él.

LOS SECUNDARIOS: A esta familia se añade una serie de secundarios que descargan a los hermanos de aparecer continuamente en pantalla. Es el caso de los vecinos, Vic y Kev, un bien avenido matrimonio realmente simpático que tienen bastante sentido común, y bastante gracia. Siempre gusta que aparezcan. Sheila es la típica secundaria que parecía contratada para aparecer unos capítulos y, debido a lo que gustó, han seguido con sus tramas, aunque alguna no ha sido muy acertada. Frank Gallagher, el padre, aunque apenas comparte escenas con sus hijos, sus problemas siempre acaban afectando a los chicos. Como en la vida real, es el que termina teniendo la buena suerte que no merece.

LAS CONVERSACIONES DE FIONA SIEMPRE SACAN UNA SONRISA
TIENEN EN CUENTA LA PSICOLOGÍA DE LAS CIRCUNSTANCIAS EN QUE VIVEN: No te vas a criar despreciada por tus padres y con una autoestima de hierro. Eso justifica la durísima temporada que ha tenido Fiona, de elegir de lo malo lo peor cuando lo que le convenía lo tenía en la palma de la mano. También Lip ha necesitado ayuda para luchar por su carrera y no abandonar. Debbie, enfrentando las presiones de las típicas malas amigas de su edad, y saliendo más airosa por la suerte que tiene que por sus decisiones.

LA DUREZA DE LA REALIDAD QUE NOS PRESENTAN: Viven en la miseria y se nota a cada momento. Carencias materiales de todo tipo, desorden, suciedad, problemas para pagar la comida, la luz, la calefacción... por no hablar de los médicos. Trabajos realmente asquerosos con sueldos que no sacarían de la miseria a una rata, salvo recurrir a la ilegalidad para poder respirar un poco... y ni eso. Conviven con la ilegalidad a cada momento, y con el peligro de perder la custodia de los más pequeños, con un sistema pensado para castigar a quienes ya nacen condenados, pero no para ayudarles. Pero no por eso pierden la dignidad... casi nunca.

SI NACES EN UN MAL AMBIENTE O ERES UN GENIO, O TE QUEDAS DE CAMARERA... CON SUERTE
Todo esto aderezado con diversión y drama, aunque no encajaría a esta serie dentro de la comedia como la clasifican algunos. No están ahí para hacernos reir, sino para contarnos sus vidas tal cual es y, como todas las vivencias, tienen momentos divertidos (que no es sinónimo de bueno) y momentos duros, que en cambio sí es sinónimo de malo. La serie ya ha sido renovada por una quinta temporada, así que aquellos que os animéis a darle una oportunidad si no lo habéis hecho ya, no tenéis que preocuparos de que os vayáis a quedar sin ella, De verdad que merece la pena.

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