ARROW, EPISODIO 2X21 "CITY OF BLOOD": LA CRITICA

Tras el tremendo episodio anterior de Arrow, donde vimos morir a la madre de Oliver y Thea, Moira, de manos de Slade Wilson, hemos podido disfrutar del siguiente. En él, las consecuencias de dicho acontecimiento se han notado a lo largo del episodio, pero no por eso ha sido un capítulo de relleno. Todo ha cambiado y Oliver se replantea el sentido de su propia vida, incluso entregarse sin luchar para que todo termine.

TODOS ACUDEN AL FUNERAL DE MOIRA...MENOS SU PROPIO HIJO

Oliver está desaparecido desde lo de su madre. En vez de tener más ganas de acabar contra Slade, está tan aturdido que hasta dejarse matar le parece una buena idea. Otra que no anda muy centrada es Thea, que en, vez de aprender de haber perdido a su madre enfadada con ella, sigue con la dinámica y se enfada con Oliver por no avisar de que Slade Wilson era un peligro. Algo de agradecer es la aparición de Walter, el ex-marido de Moira. Otras series no cuidan estos detalles: si un personaje deja de salir por un divorcio, deja de salir para siempre aunque tenga hijos, algo que sale muy barato pero no es realista. Sin embargo Thea parece ver muy fácil en estos tiempos empezar de nuevo siendo una pija de pro, y con todo el patrimonio familiar embargado. Ya veremos qué pasa con su personaje, lo mismo se va para no volver, al menos como personaje regular.

OLIVER EN VEZ DE LUCHAR, PREFIERE TIRARSE AL RIO

La que parece que va incrementando protagonismo es Laurel. Tras la marcha de su hermana, Sara, no ha tardado en revelar a Oliver que sabe su secreto, y en descubrir que Blood, que ya ha tomado posesión como alcalde, esta también detrás del asesinato de Moira. Ha hecho también sus pinitos como heroína, pero esta por ver que su transformación final en Canario Negro convenza: la actriz Caity Lotz ha puesto el listón muy alto con su interpretación.

Otros que vuelven a aparecer son A.R.G.U.S., con una Amanda Waller muy en su papel de "si no afecta a la seguridad de la población no me interesa" cuando le preguntan por dónde está Oliver. Una vez esta es consciente gracias a Felicity y Diggle del peligro de la extensión del mirakuru, da a conocer la guarida de Oliver, que parece haber perdido el sentido común como dijimos. A.R.G.U.S. lo sabe todo.

LAUREL DEJA DE SER LA ETERNA VICTIMA Y PASA A LA ACCIÓN

Por cierto, Felicity y Diggle han demostrado ser un equipo realmente útil: su idea de la extorsión, sin necesidad de tocar al rehén, ha dejado en evidencia al más completo  museo de la tortura: dejar sin dinero todas las cuentas del torturado no tiene igual. Si no fuera porque a estas alturas no tendrán ni sueldo, se merecerían un aumento. Por no hablar de cómo ha deducido Diggle que Isabel Rochev está hasta los ojos de mirakuru sin necesidad de verla vestida como Ravager.

Pero, si tuviera que destacar una escena de este capítulo, es aquella en la que Oliver le dice a Blood que sabe que está aliado con Slade Wilson, porque él mismo es Arrow. Eso es ser directo y lo demás son tonterías. De todas formas, Blood debería reflexionar por qué Slade Wilson no se lo ha dicho nunca, y la falta de confianza que eso supone.

Un episodio muy satisfactorio que no se ha aprovechado del impacto del anterior para no contar nada. Todo sigue avanzando para lo que se avecina: una invasión coordinada de un ejercito de hombres invencibles dopados con mirakuru. ¿Recordáis cuando decían los productores que no veríamos superpoderes en la serie? Si es que no había otra forma de avanzar...

PARECE QUE VEREMOS A MUCHOS DE ÉSTOS EN LOS DOS CAPÍTULOS FINALES

En cuanto a las audiencias, han subido un poquito, pero no lo que merecen. Un 0,8 en demográficos, y un total de 2,3 millones de espectadores. Podemos culpar ahora a que en estas fechas, suelen bajar las audiencias inmediatas por el buen tiempo, aunque siga siendo una pena. Veremos qué ocurre con los dos episodios finales.