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SLEEPY HOLLOW, EPISODIO 1X01. LA CRITICA

Sleepy Hollow, la nueva apuesta de la cadena FOX en el terreno del fantástico, ha arrancado con buenos datos de audiencia. Su episodio piloto ha sido el mas visto de la cadena en seis años, reuniendo ante el televisor a mas de 10 millones de espectadores. La serie, creada por los guionistas Alex Kurtzman y Roberto Orci (Fringe, Star Trek, Alias), es una puesta al día del clásico de la literatura norteamericana "La Leyenda de Sleepy Hollow", del novelista y cuentista Washington Irving. La historia gira en torno a Ichabod Crane (Tom Mison), el cual, al morir durante la guerra de la independencia americana, despierta 230 años mas tarde en la localidad de Sleepy Hollow. Junto a Ichabod, un misterioso ser maligno, El Jinete sin Cabeza, despierta sembrando la muerte en la tranquila localidad. Ichabod, junto a la teniente de policía Abbie Mills (Nicole Beharie), se enfrentarán a este diabólico ser, quien parece ser solo la primera avanzadilla de una amenaza aun mayor.
ICHABOD CRANE, UN INGLÉS A LAS ÓRDENES DE GEORGE WASHINGTON
La serie, en la línea de otros productos televisivos recientes basados en cuentos y leyendas populares como Grimm o Érase una Vez, toma elementos de aquí y allá de la obra de Washington Irving. El propio protagonista, Ichabod Crane, es una mezcla de otro de los personajes de los relatos de Irving, Rip van Winkle, quien se quedó dormido bajo un árbol y despertó 20 años después. Otra de las referencias de la serie al escritor norteamericano es, por ejemplo, el apellido del capitán de policía Frank Irving (Orlando Jones). También hallamos algún que otro guiño a una película fantástica de culto con la que la serie comparte similitudes: Los Inmortales. En dicha película, Clancy Brown interpretaba a El Kurgan, un villano inmortal al que debía enfrentarse Connor McLeod (Christopher Lambert). En Sleepy Hollow, August Corbin (Clancy Brown) también pierde la cabeza, pero esta vez a manos del infame jinete, una verdadera pena teniendo en cuenta la calidad de este actor. Brown continua con la tendencia actual de algunas series de introducir actores de calidad y renombre en los pilotos solo para cargárselos enseguida, como ya sucedía, por ejemplo, con Jeff Fahey en la fallida Under the Dome (la Cúpula).
MILLS (NICOLE BEHARIE), MALA ELECCIÓN COMO CO-PROTAGONISTA
Con todos estos elementos, la serie podría haber dado mas de si. La premisa ideada por Kurtzman y Orci de trasladar este personaje del siglo XVIII a la actualidad no está plasmada todo lo bien que debiera. Lo que podría haber sido un aliciente para el espectador, ver como se desenvuelve alguien de otra época en el mundo moderno, es dejado en un segundísimo plano para pasar directamente a la acción. Tan solo se nos ofrecen ciertas situaciones en las que se deja patente lo fuera de lugar que se encuentra Ichabod, pero muy lejos de como se debería sentir en realidad alguien en esa tesitura: subir y bajar la ventanilla del coche, fijarse en los Starbucks del pueblo, que las mujeres lleven pantalones... Todo muy en la superficie.

Esta ansia de los guionistas por entrar en harina lo mas rápidamente posible hace que el espectador no suspenda su incredulidad tal y como debiera, haciendo que todo lo que se nos ofrece después nos llame poco la atención. El jinete sin cabeza, en principio, es tratado como en el relato de Irving, un ser diabólico que cercena la cabeza de quienes se interponen en su camino. Desgraciadamente, a mitad del episodio lo vemos transformado en una especie de Terminator que ya maneja incluso armas automáticas modernas. El encanto del personaje se desperdicia. Parece que se ha acostumbrado al mundo moderno mucho antes que Ichabod, quien durante todo el episodio no ha sido ni siquiera capaz de ducharse y cambiar sus harapientas ropas.
EL DIABÓLICO JINETE SIN CABEZA
Otro de los grandes inconvenientes de la serie son sus protagonistas. Mientras que el británico Tom Mison (La Pesca del Salmón en Yemen) no lo hace mal como el desubicado Ichabod Crane, conservando su impecable acento inglés, su contrapartida, la actriz de color Nicole Beharie (Shame), no alcanza a darle una réplica adecuada. Beharie lastra la serie con su absoluta falta de carisma y su nula química con Mison. Una historia de este tipo que, en definitiva, podemos catalogar como un procedimental sobrenatural, se cimenta en una buena compenetración entre los protagonistas, y en Sleepy Hollow esto no se cumple. Además, la falta de expresividad ante las horribles muertes que suceden ante sus ojos (dos eran compañeros suyos), convierten al personaje de Beharie en aun mas inverosímil.
KATRINA (KATIA WINTER), BRUJA, GUAPA Y PELIRROJA, COMO MANDAN LOS CÁNONES
En Sleepy Hollow estamos ante la enésima versión de Sherlock Holmes, solo que aquí el protagonista viene del pasado y anda bastante perdido, y la que hace las veces de Watson es una agente de policía con un dramático pasado. Los trastornos característicos de los personajes que protagonizan los procedimentales tipo "Sherlock Holmes" son, en este caso, los lógicos de alguien que ha viajado en el tiempo... pero muy mal planteados. Y, quien debería compensar las "locuras geniales" de este nuevo Sherlock, la teniente Mills, se convierte en un personaje plano, soso y arrastrando de nuevo el cliché de una tragedia personal de juventud, mil veces visto en series de este corte. 

Los guionistas del show, ante el agotamiento de la premisa original, la del jinete sin cabeza, amplían el argumento hacia otros elementos fantásticos, como las brujas y el satanismo. Es aquí donde la serie seguramente perderá la partida cuando se estrene la tercera temporada de American Horror Story, ambientada en la América del XVIII y las brujas de Salem. Sin duda, la nueva temporada de AHS también estará plagada de tópicos y lugares comunes del terror, pero con toda probabilidad mejor plasmados, mas sorprendentes y mejor resueltos que en Sleepy Hollow.


Estaremos atentos a próximo episodios, ya que un piloto a veces no suele ser indicativo de lo que vendrá después, tanto para mal como para bien, aunque me da que Sleepy Hollow no mejorará demasiado... si es que no va a peor. Kurtzman y Orci (y Len Wiseman, quien dirige el piloto) han intentado hacer un pastiche con uno de los relatos góticos americanos mas famosos, añadiendo ingredientes de aquí y allá con un resultado muy desigual. Que los elementos por separado sean atractivos no significa que unidos funcionen bien, quizás el mayor fallo de Sleepy Hollow.

PREGUNTAS SIN RESPUESTA

  • ¿Por que la policía de Sleepy Hollow parece ignorar la leyenda del jinete sin cabeza, unida de manera irremediable a la localidad por Washington Irving en su relato?
  • ¿Por qué Ichabod, un profesor de historia inglés del siglo XVIII, no se muestra mas fascinado por el mundo moderno en el que ha despertado?
  • ¿Por qué no han elegido a una actriz más carismática para darle la réplica a Mison (Ichabod)? Aun están a tiempo de cortarle la cabeza a la teniente Mills  y centrar la serie en la esposa de Ichabod, la exuberante Katrina (Katia Winter).
  • ¿Por qué Ichabod no le cuenta a Mills que el sacerdote muerto por el jinete es también alguien del pasado?
  • ¿Por qué surgen tantos procedimentales en los que el protagonista es siempre alguien con algún tipo de problema o trauma mental? ¿Acaso no hay personajes "sanos" capaces de resolver misterios?
Fotos: © 20th Century Fox

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