El Terror, de Dan Simmons. Reseña

El Terror, del escritor estadounidense Dan Simmons es, sin duda, el típico libro que se promociona como perteneciente a un género, resultando luego pertenecer a otro completamente distinto. La novela narra la odisea de dos barcos exploradores ingleses, el Erebus y el Terror, en su búsqueda del mítico paso del noroeste en aguas boreales. La empresa se ve abocada desde un principio al desastre, no sólo por los rigores extremos del clima ártico, sino también por muchos otros factores ajenos a la naturaleza.

Uno de esos factores es la presencia de una criatura sobrenatural que va acabando poco a poco con los exploradores que no sucumben por otras causas. En principio, podría parecer que estamos ante una novela fantástica... pero no es así. Cuando compré el libro en el Círculo de Lectores —bastante caro,por cierto— pensaba que Simmons había fundido relato real con fantasía, pero me equivoqué. El ente es completamente prescindible de la trama y si lo eliminamos, tenemos una novela histórica más, bastante tediosa, eso sí. Creo que el autor, famoso por sus novelas de ciencia ficción —la saga de Hyperión— ha intentado atraer al lector habitual de sus otras obras con un falso reclamo sobrenatural.

Otro de los factores que hace de la lectura de El Terror todo un reto es el número de páginas —más de ochocientas— que se tornan insufribles debido a la multitud de personajes que protagonizan la novela. Para no perdernos en la lectura sería preciso incluso anotar los nombres y rangos de oficiales y marineros.

Los capítulos comienzan encabezados por el nombre del que será —más o menos— el protagonista de la acción o la persona que narra un determinado suceso. El excesivo detallismo de la blancura ártica se vuelve tedioso, pareciendo que somos uno más de los que sufren en la expedición.

La criatura que aterroriza la expedición se presenta como algo difuso, casi abstracto, una fuerza de la naturaleza, sin que se llegue en ningún momento a aclararse qué es en realidad ni sus motivaciones, si es que las tiene. Este recurso, que en otras novelas que he leído queda bien, no es manejado por Simmons con acierto. Lo poco concreto de la criatura más que fascinar e intrigar lo que provoca es una sensación de tomadura de pelo.

Tengo que decir que he terminado la novela por pura cabezonería y por los 20,95 euros que he pagado por ella. Me han quedado muy poquitas ganas de leer otro libro de Dan Simmons, aunque algún día tendré que leer Hyperión, obra multipremiada de ciencia ficción, como buen aficionado que soy. Pasará mucho tiempo hasta que olvide los aburridos momentos que me hizo pasar con su novela El Terror.